"A una mendiga pelirroja" por C. Baudelaire

Charles Baudeliere

Blanca chica pelirroja,

cuyo traje por sus rotos

la pobreza deja ver

y la belleza,

para mí, pobre poeta,

tu joven cuerpo enfermizo,

todo de pecas cubierto,

su dulzor tiene.

Llevás más galanamente

que una reina de novela

sus coturnos de velludo,

tus zapatones.

En vez de un harapo corto,

que un vestido cortesano

en pliegues cuelgue brillante

sobre tus pies;

que en lugar de rotas medias,

para el ojo libertino

en tu pierna un puñal de oro

reluzca aún;

que nudos mal apretados

muestren, para nuestra culpas

tus bellos senos, radiantes

como los ojos;

y que para desnudarte

tus brazos se hagan rogar

y auyenten con golpes pícaros

dedos traviesos,

perlas del agua más bella

sonetos del señor Belleau

por tus galanes esclavos

dados sin tregua,

pajes al azar prendados,

¡mil señores y Ronsares,

espiarían divertiods

tu fresca alcoba!

Contarías en tus lechos

muchos más besos que lises

¡y tus leyes serviría

más de un Valois!

-Vas en cambio mendigando

algún despojo caído

al umbral de algún Véfour

de encrucijada;

vas mirando de reojo

joyas de cuarenta escudos

que, ¡perdóname!, no puedo

yo regalarte.

Vete, pues, sin otro adorno

perfumes, perlas, diamantes

que tu flaca desnudez,

¡oh mi belleza!

De Las flores del mal (1857)

Fantasías sexuales sin límites en los EE.UU. (De Clarín)

Quién diría… En una encuesta sobre sexo el 57 por ciento de los norteamericanos respondió haber cumplido con la fantasía de hacer el amor a la intemperie, o en un lugar público. Es más, más de la mitad de los consultados, el 51 por ciento, dijo que conversa con su pareja sobre las fantasías eróticas que sobrevuelan por sus cabecitas. Estos son algunos de los datos que fueron presentados en el programa “Primetime” de la cadena de televisión ABC sobre un estudio realizado a 1.501 adultos.

Cuando se les preguntó si para alimentar la relación sexual echaban mano a algún elemento externo, el 66 por ciento contó que había usado alguna prenda “sexy”, y el 30 por ciento informó que ha visto videos pornográficos con su pareja.

De los 1.501 adultos encuestados sólo el 3 por ciento contestó que nunca había tenido relaciones sexuales. Un dato para mencionar es la diferencia en los niveles de interés sexual entre los hombres y las mujeres yanquis: mientras el 70 por ciento de los hombres piensa en el sexo al menos una vez por día, sólo el 34 por ciento de las damas respondió hacer lo mismo.

Al parecer, a nivel disfrute, también ellos llevan la delantera: el 83 por ciento de los hombres dijo gozar mucho del sexo, cuestión en la cual coinciden sólo el 59 por ciento de las mujeres. En lo que sí las mujeres presentaron un elevado porcentaje fue en el tema del “como sí”: el 48 por ciento confesó haber fingido alguna vez el orgasmo. Por Magela Demarco.