Categoría: ecología
La Ley de Bosques se tratará en Extraordinarias
La casilla del correo electrónico de la Jefatura de Gabinete se atiborró con miles de e-mails enviados por ambientalistas que reclamaban la inclusión de la emergencia forestal entre las prioridades parlamentarias del Gobierno. Pero recién ayer, el ministerio que dirige Alberto Fernández y la propia secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti, admitieron que la “ley de presupuestos mínimos para los bosques nativos” está incluida en la lista de temas que completan el decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias que el Poder Ejecutivo enviará a fin de mes al Parlamento. Pero el proyecto original, impulsado por el diputado kirchnerista Miguel Bonasso, ya tiene la aprobación en general de la Cámara baja, aunque nunca avanzó en el tratamiento de sus artículos y lo dejó en un extraño estado legislativo a mitad de camino entre la sanción y el rechazo. Todo cruzado por una sórdida puja dentro del bloque oficialista.
La conferencia de prensa era para el anuncio de la reforma del sistema previsional, pero Alberto Fernández reconoció ahí la intensa campaña de los grupos ambientalistas que llenaron de correos electrónicos la página web de su ministerio. Luego, desde la Jefatura de Gabinete y la Secretaría de Medio Ambiente afirmaron que la emergencia forestal será parte de las sesiones extraordinarias del Congreso, previstas para comienzo de febrero. “Esperamos que sea sancionada, porque es muy importante para el presente y para el futuro y para cuidar el patrimonio de los argentinos”, señaló Picolotti con cierto optimismo porque la ley no vuelva a tener tropiezos legislativos que no pudo sortear el año pasado. “No se trata de volver intocable al bosque en el país”, afirmó la funcionaria. La emergencia sólo regulará los desmontes que se paralizarán hasta que un relevamiento nacional establezca la situación en cada lugar del país.
Pero estos mismos argumentos tampoco lograron torcerles el brazo a los propios legisladores del Frente para la Victoria que se oponían a la iniciativa. Todos ellos, abroquelados detrás de las políticas implementadas por los gobiernos de las provincias de Salta, Misiones y Formosa, y otras del nordeste argentino. Los gobernadores no quieren resignar la autoridad sobre los permisos para desmontes ni atarse a una legislación que le ponga límites.
Su férrea resistencia logró tachar dos veces la “emergencia forestal” del temario de las sesiones en la Cámara de Diputados y sólo aceptó su aprobación en general antes que la confrontación en el oficialismo estallara públicamente y después de introducir no pocas modificaciones al proyecto original. Entre ellas, la consulta obligatoria a las comunidades indígenas que habitan los bosques nativos antes de que sean talados.
En esa oportunidad, Bonasso prefirió exponer la confrontación legislativa en términos económicos y no políticos: “El estancamiento del tema es producto del lobby sojero”, dijo el diputado para graficar la expansión de ese cultivo sobre las tierras de los bosques nativos arrasados.
De acuerdo con un informe oficial elaborado en 2004, Argentina perdió en los últimos 70 años más del 70 por ciento de su patrimonio forestal nativo, ya que pasó de las 107 millones de hectáreas que ocupaban en 1935 a los sólo 33 millones que se conservan en la actualidad. “El problema es que desde que se conoció la ley se incrementó el proceso de entrega de permisos para desmonte, sobre todo en Salta, que por día entrega de 10 mil a 25 mil hectáreas”, denunció Hernán Giardini, de Greenpeace.
Carta de Martina para evitar la matanza de Ballenas
Ley de Bosques: Mientras no la aprueban, Salta sigue destruyendo los últimos bosques
El bloque oficialista del Frente para la Victoria no lograba hoy cerrar un acuerdo interno para imponer su mayoría para la votación en particular de la ley de presupuestos mínimos para la protección de los bosques nativos, ante la presión de las provincias desmontadoras que buscan dilatar el tratamiento de la norma, mientras siguen permitiendo la destrucción de los últimos bosques nativos.
La situación que se plantea en el Congreso Nacional muestra nuevamente la falta de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, ya que el presidente Néstor Kirchner, sostuvo que “la preservación de los bosques nativos” era una de las tres prioridades ambientales de su gobierno (1).
Greenpeace denunció, además, que mientras los diputados no logran dar media sanción a la ley -ya aprobada en general- con excusas infantiles y sin fundamento técnico y político, la provincia de Salta ha autorizado, en las últimas semanas, el desmonte de 20 mil héctareas de bosques, una superficie que representa tres cuartas partes de la de Ciudad de Buenos Aires (2)
“Claramente siguen demorando la aprobación de esta importantísima Ley. La actitud de algunos diputados da vergüenza, ya que se dejan presionar justamente por quienes son los máximos responsables de que este desastre ambiental siga ocurriendo y que evidentemente tienen intereses económicos que van en detrimento de nuestros bosques nativos”, señaló Juan Carlos Villalonga, director político de Greenpeace Argentina.
La Ley de Bosques fue impulsada por Greenpeace y otras organizaciones ambientalistas y cuenta con el apoyo de numerosas organizaciones campesinas e indígenas como la Federación Agraria Argentina, el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) y la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (ONPIA), pero sin embargo es fuertemente resistida por los sectores madereros y sojeros y por las provincias del norte que planean expandir estas actividades.
El proyecto también fue apoyado por la secretaria de Medio Ambiente Romina Picolotti, quien consideró que la norma constituye “un instrumento legal indispensable para detener el proceso de rápido deterioro actual y comenzar a solucionar el problema” (3).
El Gobierno Nacional, en su Informe Geo Argentina 2004, consideró que “la Argentina se encuentra en estado de emergencia forestal y si se mantiene la meta de llegar a los cien millones de toneladas de producción de granos, tendría que extenderse la frontera agropecuaria entre 12 y 15 millones de hectáreas, con lo que en los próximos años estaríamos convirtiendo a la actividad agropecuaria el 50 por ciento de la actual cobertura de bosques nativos”.
Notas:
(1) “Nuestro Gobierno ha puesto en marcha políticas y medidas, que constituyen una expresión de la voluntad de mitigar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como, la protección de los ecosistemas. Como parte de esas decisiones se incluye en primer término la promoción de las energías de fuentes renovables en orden a asegurar su participación creciente en la matriz energética, la búsqueda de la eficiencia energética mediante programas dirigidos a tal fin, y la preservación de los bosques nativos.” Discurso del Presidente Néstor Kirchner en la COP10 (Décima Conferencia de las Partes de la Convención Marco sobre Cambio Climático de las naciones Unidas), 15 de diciembre de 2004.
(2) A partir del 29 de noviembre pasado, en el diario “El Tribuno”, de Salta, se publicaron seis convocatorias a Audiencias Publicas. En menos de un mes se autorizarán desmontes por 21.751 ha.
(3) Nota de opinión publicada en el diario Página 12 (06/12/06/) disponible en Internet en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-77292-2006-12-06.html
Fabril Buenos Aires (de ·Ambiente Y Medio" de Sergio Federovisk)
Así como son de inoperantes para discutir y modificar el Código de Planeamiento Urbano en lo que implica para la construcción de viviendas (seguramente porque son muy sensibles al lobby de las constructoras y megaestudios de arquitectura), los legisladores porteños fueron muy diligentes para modificar esa norma en lo referente a la disposición respecto de la instalación de industrias en la ciudad.
El Código, que rige desde 1977, preveía la ciudad de Cacciatore: sin industrias, actividad obrera, sin pobres y, de ser posible, cooptada por la patria constructora.
Así fue como se vació Barracas y quedó en el estado en que quedó. Los legisladores ahora entendieron que era prioritario quitar las prohibiciones para la instalación de industrias y, prestos, se dedicaron a modificar la norma. Los impulsaba un desarrollismo tardío, que supone que llenar de empresas textiles o metal-mecánicas la ciudad implica el desarrollo urbano.
Por eso, decidieron aprobar una versión que salvo en el casco histórico y en los bosques de Palermo (menos mal) levanta toda limitación para la instalación industrial, con la sola excepción de curtiembres y frigoríficos.
El asunto, como suele suceder, es que lo que se compra como desarrollo por un lado, se vende como pérdida de calidad de vida por el otro. Y en una ciudad donde el control no es lo que la distingue, la situación se pone delicada.
Los vecinos que persiguen una reforma del Código para impedir la proliferación absurda de torres que desnaturalizan los barrios, hacen colapsar los servicios y sólo promueven la especulación inmobiliaria, aceptan ideológicamente la postura de industrializar la ciudad, pero temen de la falta de control.
“Si actualmente el 70 por ciento de las demoliciones y construcciones se hacen en la ilegalidad, ¿cómo pueden pretender controlar industrias contaminantes?”, se preguntan.
Legisladores como Diego Kravetz, que llevan adelante el discurso desarrollista del kirchnernismo, afirman que existen tecnología para controlar esas industrias potencialmente contaminantes, por lo que hoy por hoy, no sería un problema. Cabría explicarle al amigo Kravetz que también existe tecnología para limpiar el Riachuelo o para no seguir envenenando, desde la ciudad de Buenos Aires, al río de la Plata. Y no obstante, el estado de esos cursos de agua (como el de los arroyos entubados, por caso) es patético.
La propia estadística que lleva adelante, y publica, el gobierno porteño señala que la industria cultural triplica por ejemplo a la construcción (hoy en un verdadero boom) en términos de potencial económico en la ciudad. ¿Tiene, en ese esquema, sentido autorizar una galvanoplastía en Nuñez?
La Verdad Incómoda.
Más allá de la virtud de haber hecho una buena pieza cinematográfica de una conferencia, la película de Al Gore conjuga, con una adecuada dosis de rigurosidad científica, la descripción sintética de la trama política y de intereses en torno al cambio climático con los sentimientos y percepciones personales que dispararon su vocación por querer contar con urgencia una “verdad” incómoda para muchos.
La verdad que se expone es la dramática situación que ya estamos atravesando a escala global a causa del calentamiento global y el escaso margen de maniobra que tenemos por delante si queremos atenuar los daños ambientales y las tragedias humanas que se avecinan.
Tenemos por delante unos pocos años más para actuar y modificar la tendencia creciente en las emisiones de gases que ocasionan el calentamiento global y lograr mantener las temperaturas globales dentro de límites razonables.
La evidencia científica es suficiente y contundente, vamos a una crisis global sin precedentes, las soluciones son conocidas, debemos reemplazar de manera urgente los combustibles fósiles por energías limpias y dejar de destruir los bosques en todo el planeta.
Sin embargo, la inmensa mayoría de la dirigencia política y de las principales corporaciones de la energía continúan haciéndose los distraídos. La verdad es incómoda para una sociedad que es altamente dependiente del petróleo, es incómoda para muchos gobiernos fuertemente financiados por compañías petroleras.
¿Cuántos son los dirigentes políticos o funcionarios capaces de abandonar las palabras y emprender una acción efectiva contra el cambio climático? La verdad es muy incómoda.
Una muy buena noticia: Prohíben el ingreso de residuos nucleares
La justicia federal prohibió el ingreso de residuos radiactivos a
El Invap firmó un contrato con Ansto en 2001 por el que se estableció que la empresa argentina construiría un reactor nuclear en Lucas Heights, a
La semana pasada se conoció el fallo dictado por
“Es un hito en la protección ambiental”, evaluó el constitucionalista Daniel Sabsay, que recordó que el convenio tenía una cláusula específica que habilitaba como alternativa a futuro la posibilidad de tratamiento en el territorio argentino del material combustible del reactor nuclear instalado en Australia para usos científicos.
“En
El fallo remarcó que la prohibición al ingreso era permanente; en segundo lugar, con una clara indicación y fuente científica, afirma que los combustibles gastados son residuos radiactivos, y en tercer lugar, el voto de Planes, que dijo que «si bien se decía que los residuos serían transitorios (mínimo 10 años), si Argentina se abre al tratamiento de combustibles, por la rotación de diferentes encargos, se transformaría en un basurero nuclear permanente».
” El argumento de la defensa siempre fue que el combustible quemado utilizado por el reactor no era un residuo radiactivo. “Es importantísimo porque ratifica todo lo que señalábamos acerca de la inconstitucionalidad de la promesa que Invap. Es una opinión que dice lo que es absolutamente claro cuando se analiza el tema sin ningún interés de por medio, incluso utilizando las propias definiciones de
De
¡Detengan el cambio climático!
Nuevo informe de Greenpeace: "Greenpeace S.A."
Franco Macri, Victorio Gualtieri, Eduardo Eurnekian, y las sociedades anónimas Liag y Madera Dura del Norte desmontaron una vez y media la superficie de la ciudad de Buenos Aires, solamente en un período de 10 años.
En el informe se detalla como todos estos empresarios estan asociados a prácticas de desmontes en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa, en actividades orientadas a la siembra de soja y algodón, extracción de madera, ganadería y otras prácticas productivas incompatibles con el desarrollo sustentable y la preservación de los bosques
Descargá el informe completo haciendo click aquí
Greenpeace pide que liberen a sus miembros detenidos en Salta
La organización ecologista Greenpeace le pidió hoy al presidente Néstor Kirchner que libere a los nueve dirigentes de la agrupación que fueron detenidos en Salta anoche cuando realizaban un operativo de inspección de los desmontes que se están realizando en el sur de Tartagal.
En tanto, grupos de Greenpeace de otros países iniciaron una campaña de reclamo porque consideraron que lo que se busca con estas detenciones es ” criminalizar la protesta ambiental” y “amedrentar” a quienes luchan contra la “política depredatoria de los montes salteños”.
Los nueve activistas de la organización fueron detenidos anoche por la Policía en las cercanías del paraje Los Niricos, al sur de Tartagal. En ese lugar, los ecologistas realizaban una inspección por un desmonte en la zona. Durante el operativo fueron detenidos el director ejecutivo de la agrupación, Martín Prieto, y el abogado Sebastián Cardo. Los dos fueron trasladados junto a otros siete activistas a la comisaría de Tartagal, donde hoy podrían ser indagado.
Los ecologistas fueron detenidos a raíz de una denuncia por “violación de domicilio” que presentó la empresa “Desdeelsur” S.A., propietaria de las tierras. Además de una nota oficial dirigida al presidente Néstor Kirchner, miles de miembros de Greempeace Argentina iniciaron esta mañana una cadena de llamados a integrantes del Gobierno, para exigir la inmediata liberación de sus colegas.
Mientras tanto, desde su lugar de detención, Prieto, dijo que “hay una clara intencionalidad política en el manejo de esta situación”. Y agregó que “el objetivo de las acciones de Greenpeace es “poner nombre y apellido al desmonte en la Argentina y que por cumplir esta tarea terminamos todos presos”.