En vistas de la sentencia a dictarse el día miércoles 19 de agosto, diversos grupos han comenzado una importante operación mediática para difundir “su verdad”. Una más de las tantas. Ni más, ni menos valedera. Ahora bien, lo que me indigna y hasta hace sentir un tanto ultrajado, es la generalización en la firma que se utiliza para cada afiche, cada volante, cada comunicado: “Los Sobrevivientes”.
Que un grupo autoconvocado quiera expresar su verdad, no implica que otros en la misma condición no pensemos distinto. El autoritarismo tan criticado por aquellos que, en última instancia, han cantado eufóricamente contra los padres de los chicos fallecidos en la tragedia, parece hacérseles carne. No niego que sea el dolor lo que los mueve. Respeto el sentimiento, mas no comparto la metodología. La generalización, la irreverencia, la necedad. Me niego a compartirlas, no por nihilismo soberbio, sino por una cuestión de principios.
El título de esta nota está técnicamente equivocado, así como el reclamo de esta parcialidad sobreviviente de la tragedia del 30.12.04. ¿Por qué? Porque nadie “culpa” a Callejeros, solamente se los hace parte responsable en una cadena interminable de negligencias que convirgió en la muerte de 194 seres humanos, 194 hijos, 194 amores.
Por tanto, pedir que no se “responsabilice” a una parte interviniente de una tragedia tal, no es querer justicia; es, por el contrario, una pretensión obstinada de parcialidad. Justicia, es que todos sean -y seamos- responsabilizados ante lo ocurrido. Justicia es que nadie quede afuera de una exhaustiva investigación. Unos con un grado mayor de responsabilidad, otros con uno menor.
Quien fue anfitrión, quien pudo dejar de tocar para que el público parase con la euforia pirotécnica de fin de año, quien sabía que Cromañón se prendía fuego; tiene objetivamente una responsabilidad mayor que su público.
¿Hay mayores responsables que la banda? Claro que si. Y no habría cosa mejor que poder luchar junto al grupo de los autoproclamados “Sobrevivientes”, para que esa gente, Aníbal Ibarra y cúpula de inspectores, entre otros, estén sentados en el banquillo de los acusados.
Pero no. Argentina es una guerra. Una polarización constante. Una necedad inclaudicable.
Por eso, siendo fiel a sus preceptos de confrontación, para que se haga verdadera justicia hoy digo:
BASTA DE NO CULPAR A CALLEJEROS.
SIN RESPONSABLES, NO HAY JUSTICIA.
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ADN Ciudad, amenazado por grupos intolerantes. Leelo acá.
