No voy a ser nada original pero luego de un viaje con esta compañía no puedo evitar comentar lo malo que es el servicio.
Al momento de iniciar mi viaje desde Buenos Aires, al llamar para confirmar mi salida me informaron que el mismo estaba retrasado 4 horas. Al llegar a Ezeiza a la nueva hora de partida, me informaron de un nuevo retraso y ante mi consulta sobre el vuelo KLM que iba a perder al llegar al destino al que viajaba me tranquilizaron con un “No te preocupes. Ni bien llegues personal de Aerolíneas te va a estar esperando para darte tu nuevo vuelo y una noche de hotel.”
Yo, como un perfecto boludo, les creí.
Luego de embarcar y esperar 1 hora más dentro del avión, finalmente despegó.
Al llegar al destino, efectivamente nos esperaban.
Contento me acerqué y pregunté a que hora viajaría, y cual era mi hotel. La empleada, con la onda de Margaret Tacher y la voz de Lita de Lazari me dijo que “no vamos a pagarte nada. Recogé tu equipaje en la fila que sigue”.
Pensando que no había entendido le conté lo que me habían dicho en Buenos Aires. Riéndose me contestó:
-Que no tío. Que eso lo dicen en Buenos Aires para que la gente no grite y proteste en los mostradores. Pero no te vamos a pagar nada. ¿O te piensas que vamos a pagar cada gasto de nuestros vuelos retrasados?
-Obvio (Respondió el muy iluso)
Risas de la empleada.
– Bueno, decime donde está el mostrador así grito y protesto acá.
– Está en el primer piso. Pero si gritas mucho, llamamos a la policía y te hacemos sacar del aeropuerto.
Con esta respuesta dí por terminada la charla, sorprendido por la efectividad del staff de una organización enfocada por sobre todo a la atención y satisfacción del cliente.
Por supuesto, que luego hice el reclamo formal, pero hasta ahora no hubo respuestas.
Esperemos que mejoren pronto, porque con un servicio tan pésimo, no logran más que empujar a la gente a que nunca más opte por esta aerolínea.
Lo único que se destaca, sin embargo, son los pilotos, que pesar de estar en una empresa tan desastrosa siguen manteniendo un nivel envidiado por muchas otras compañías.