Optimismo, s. Doctrina o creencia de que todo es hermoso, inclusive lo que es feo; todo es bueno, especialmente lo malo; y todo está bien dentro de lo que está mal. Es sostenida con la mayor tenacidad por los más acostumbrados a una suerte adversa. La forma más aceptable de exponerla es con una mueca que simula una sonrisa. Siendo una fe ciega, no percibe la luz de la refutación. Enfermedad intelectual, no cede a ningún tratamiento, salvo la muerte. Es hereditaria, pero afortunadamente no es contagiosa.
Optimista, s. Partidario de la doctrina de que lo negro es blanco.
En cierta oportunidad un pesimista pidió auxilio a Dios. Ah –dijo Dios–, tú quieres que yo te devuelva la esperanza, la alegría.
–No –replicó el pesimista–. Me bastaría si crearas algo que las justificara.
–El mundo ya está todo creado –repuso Dios–, pero te olvidas de algo: la mortalidad del optimista.
Catupecu Machú tiene una potencia increible. Pero el cantante no pega un tono ni que se cague.
Sonó todo realmente mal.
Especialmente Babasonicos. Lo de estos pibes es terrible. Si bien su música me gusta y creo que encontraron un lugar en el mundo de la música, su estética Kisch es de 4ta. Dargelos se cree un miniSandro, sin sensualidad y sin onda.
En general la organización estuvo bien, pero que cambien a los ingenieros de sonido, porque no pegaron una.
Mi primer encuentro con el Ejército Mahdi liderado por el clérigo chiíta Muqtada al-Sadr se registró en Bagdad. El jefe de la ocupación norteamericana, Paul Bremer, acababa de clausurar en marzo el diario Al Hawza, portavoz del clérigo, tras denunciar que los artículos donde se comparaba a Bremer con Saddam Hussein incitaban a la violencia contra los estadounidenses. Sadr convocó a simpatizantes para que protestaran, exigiendo la reapertura del periódico.
Fui a la demostración, pero no estaba vestida como para integrar una multitud de devotos chiítas. De repente, un miembro del Ejército Mahdi, todo vestido de negro, dijo que quería hablar con mi traductor. La situación se agravó. Otro soldado islámico agarró a mi traductor y lo empujó contra un muro, lesionando su espalda.
Fue una buena lección acerca de lo que es al-Sadr: no alguien que intenta liberar a los iraquíes del yugo imperialista, como lo consideran algunos sectores de izquierda, sino alguien que desea que los extranjeros se vayan de Irak a fin de maniatar y controlar grandes sectores de la población por su cuenta.
Tampoco es al-Sadr un villano unidimensional tal como lo describe la prensa. Su pedido para que haya elecciones limpias y se ponga fin a la ocupación exigen nuestro inequívoco respaldo. No porque seamos ciegos a las amenazas que plantea, sino porque el respeto a la autodeterminación significa admitir que no nos corresponde a nosotros controlar el desarrollo de una democracia.(…) No existe duda alguna que los iraquíes encaran una creciente amenaza del fanatismo religioso, pero los soldados norteamericanos no protegerán a las mujeres y a las minorías en Irak mucho más de lo que protegieron a los iraquíes que fueron torturados en la cárcel de Abu Ghraib, o a los que fueron bombardeados en Faluya o en ciudad Sadr. Inclusive bajo la mejor perspectiva, la actual opción en Irak no es entre el peligroso fundamentalismo de al- Sadr y un gobierno democrático secular.
Es entre elecciones limpias — con riesgo de entregar el poder a los fundamentalistas, aún cuando también se permitirá la organización de fuerzas seculares y moderadas— o elecciones fraudulentas destinadas a dejar el país en manos de Iyad Alaui y el resto de sus pistoleros entrenados por la CIA. Es por eso que al-Sadr está siendo buscado, debido a que es la principal amenaza al control militar y económico de Irak por parte de Estados Unidos. Los intentos por silenciar a al-Sadr han servido para que los chiítas se sientan acosados: muchos de ellos buscan refugio en el fundamentalismo.
Este cambio de actitud es evidente en todas las encuestas. Una encuesta de la Autoridad Provisional de la Coalición realizada en mayo, luego del primer asedio a Nayaf, determinó que la opinión acerca de al-Sadr había mejorado en un 81 por ciento de los entrevistados. Otra encuesta, del Centro de Investigaciones y Estudios Estratégicos de Irak, señaló que al-Sadr, una figura absolutamente marginal seis meses antes, era el segundo político más influyente del país después de al-Sistani. Más alarmante: los ataques parecieron acrecentar el respaldo no sólo hacia al-Sadr sino hacia la teocracia en general.
Un mes antes de que Bremer ordenara la clausura del diario de al-Sadr, una encuesta de Oxford Research International indicó que una mayoría de iraquíes deseaba un gobierno secular. Sólo un 21 por ciento de los entrevistados dijo estar en favor de un “estado islámico”, y sólo un 14 por ciento prefería a “políticos religiosos”.
Pero con la ciudad de Nayaf sitiada, en agosto, por fuerzas norteamericanas, el Instituto Internacional Republicano dijo que un 70 por ciento de los iraquíes deseaban que el islamismo fuese la base del estado.
Así, las personas que me dijeron en marzo que respaldaban a al-Sadr pero nunca votarían por él, están cambiando de opinión. Es que los helicópteros artillados son buenos para matar gente. Pero las creencias, cuando son atacadas, tienden a diseminarse.
Greenpeace está buscando nuevos ciberactivistas que colaboren con sus campañas utilizando Internet.
La importancia de las nuevas tecnologías es indudable y Greenpeace ha utilizado con mucho exito la ayuda de miles de ciberactivistas que colaboraron en sus campañas logrando éxitos para la defensa del medio ambiente.
El último gran desafio fue acompañar la tarea de Los Jaguares en su trabajo en Salta, Argentina, donde bloquearon topadoras para impedir la destrucción de una reserva natural en Pizarro. Anteriormente los ciberactivistas lograron varios triunfos como por ejemplo impedir el intento de la explotación de Minería de Oro en EsquelSin embargo, los desafíos son cada vez más dificiles y la colaboración de más ciberactivistas es necesaria para poder lograr los objetivos de defensa del medio ambiente.
En Latinoamérica, los pioneros en la migración de sistemas del Estado hacia el Software Libre fueron los brasileños de la mano de Lula. “Ya el Brasil lo ha anunciado y Venezuela va por el mismo camino”, dijo, fiel a su propuesta de integración en la región, el venezolano Hugo Chávez.
El presidente anunció que están trabajando en un decreto “para establecer de manera oficial y obligatoria para la administración pública, el fomento y la adopción del Software libre”. Esta alternativa cuenta con una serie de ventajas frente al propietario, mayormente asociado a su principal proveedor mundial, Microsoft.
A saber: uno es gratuito, el otro paga licencias por la instalación del programa en cada computadora; con uno se tiene acceso al código fuente (lo cual permite comprenderlo, mejorarlo, compartirlo), el otro tiene su receta bajo estricto secreto; finalmente, y como contraparte, hay que aclarar que uno requiere gente capacitada para su manejo, y el otro es un paquete cerrado listo para ser usado. A raíz de esta necesidad de capacitación, los funcionarios venezolanos están realizando “seminarios, de carácter nacional e internacional, para abrir caminos hacia lo que es el Software Libre”, según explicó, Yadira Córdoba, titular del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
“No hemos querido que esto se imponga abruptamente porque significaría hacer un cambio de cultura y de visión; por el contrario, queremos ir incorporando el software libre progresivamente y creo que con el trabajo que realizamos en el último año, hay condiciones suficientes para dar este paso”, sostuvo Córdoba. El objetivo es “lograr la independencia científica nacional, para no seguir dependiendo del software de propietarios.
Si el conocimiento no tiene propietarios, la propiedad intelectual es una trampa del neoliberalismo”, justificó Chávez. Una de las metas es llegar a fin de año con 343 infocentros en el país. Esto requerirá una fuerte inversión estatal, ya que cada uno implica un desembolso de 100 mil dólares. Al igual que en cualquier inversión en capacitación y educación, más allá de la suspensión del pago de patentes, los principales frutos del proyecto, se verán a lo largo de los próximos años traducidos en capital intelectual.
Sin duda, uno de los más cotizados del mercado. En Argentina, mientras tanto, hay una enorme comunidad que pregona los ideales del Software Libre, y propone hacerlo el sistema de arranque de cada computadora del Estado. Aunque, por ahora, más allá de las buenas relaciones con Venezuela y Brasil en la “Era K”, no hay consenso concreto por parte de todos los actores para hacer de la propuesta un hecho concreto.
Primera vez en Europa. Viajé por laburo a una convención de Greenpeace.
Subir en Buenos Aires y bajar en la Estación Central de Amsterdam encontrando la ciudad más linda que vi en mi vida.
Cultura en cada calle, libertad que se respira en el respeto a la diferencia.
Trabajar con colegas de todo el mundo fue realmente enriquecedor, sobre todo por intercambiar experiencias con gente de Fiji, Papua y Nueva Guinea o Polonia.
Europeos que me preguntaban, realmente interesados, por Argentina y que se sorprenden
con mis respuestas.
No pueden entender como teniendo lo que tenemos, siendo lo que somos, vivimos como vivimos.
Me di cuenta que tratar de explicar Argentina es casi una tarea imposible, por eso cuando me pidieron que explicara el peronismo me reí, y los invité a tomar otra cerveza.
Estando afuera se extraña el 1 a 1, pero se entiende el por que pagamos tan caro la ilusión de habernos creido del Primer Mundo.
Pero el que más me impresionó fue el de Anna Frank. Habiendo leido su libro a la misma edad en que ella sufría en un campo de concentración nazi, estar en su casa fue muy movilizador.
Zona Roja y Coffe Shops, por supuesto. Pero nunca lo más difundido es lo mejor.
Los edificios y los canales me invitaron a caminar horas y horas sin parar.
En resumen, uno de los viajes más interesantes de mi vida.
Muchas sensaciones, muchas ideas nuevas. Aprender en cada momento. Enseñar algo. Y por sobre todo, compartir.
Encontrar que en cada parte del mundo, existen personas valiosísimas, luchando por lo que uno lucha y dispuestos a ayudarnos, y a dejarse ayudar es increible.
Para mí, ya no existen las fronteras.
Desde el silencio del ciberespacio el grito desgarrador de Hernán Pablo Nadal
ENTREVISTA CON EL ESPAÑOL-COLOMBIANO JESUS MARTIN BARBERO
“Hay masturbación narcisista”
El especialista en comunicación, invitado al Festival de Video de Rosario, criticó el escaso poder transformador de los medios y de los organismos culturales. Señaló, además, la “manipulación ideológica” que sufre la sociedad.
Jesús Martín Barbero nació en España, aunque se radicó en Colombia desde su exilio de la España franquista.
Fue invitado para dar una conferencia en el XI Festival de Video de Rosario, donde Barbero explicó que muy distinto hubiese sido el pensamiento en la comunicación sin la unión que dio el exilio político de los que “descienden de los barcos” con los que descienden de los mayas, aztecas e incas. Barbero recibió también el título de profesor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario.
Se doctoró en Bélgica en 1971 en Filosofía y Letras, fue director de Comunicación de la Universidad del Valle en Cali (Colombia), ejerció la docencia en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente en Monterrey, México, fue presidente de la Alaic (Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación), miembro de la Felafacs (Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social) y ha publicado decenas de libros que se estudian en las carreras de Comunicación de América latina.
Barbero se refiere al poder de las ciencias de la comunicación para interactuar con lo que “sucede”.
–¿Cuál es el poder real de la comunicación para transformar lo que sucede?
–El discurso científico es una retórica incapaz de interpelar al FMI y al Banco Mundial si no hay instituciones mundiales que nos amparen, que tengan alguna clase de poder de decisión. Hay un bla bla bla baboso sobre el asunto de la diversidad, por ejemplo. No tenemos nada, es pura masturbación narcicista. Los idiomas se mueren en estos días, y no pasa nada.
Estoy pensando en otro tipo de organización cultural fuera de la Unesco, para que no pase lo que sucedió en la cumbre de la Sociedad de la Información, donde el Estado se fue borrando y quedaron las empresas conversando con los organismos sociales, las ONG. –Para colmo, frente a una gran ignorancia internacional de la superpotencia…–Existe un grupo íntimo dentro de los que rodean a George W. Bush que no es tan ignorante como parece. Susan Sontag lo escribió en un artículo muy interesante. Las fotos que aparecieron de Irak parecían una tortura más, pero los norteamericanos sabían bien las diferencias de los machos islámicos: desnudarlos ante una mujer en público era una forma de romper su estima.
Es como los campos de concentración de Hitler y familia. Ellos no fueron unos locos, tuvieron ingenieros, psicoanalistas. Tal vez tengan cierta clase de ignorancia histórica, pero sólo cuando necesitan tenerla. La manera en que robaron los museos de Bagdad es increíble, estoy seguro de que entre los soldados había antropólogos, arqueólogos. Las piezas robadas van aparecer en los museos norteamericanos dentro de poco. El mundo no ha encontrado una energía renovable para sostener el funcionamiento del planeta como el petróleo. Ni Colin Powell creía lo que decía en la última conferencia de la ONU antes de la guerra.
–¿Cuál puede ser el rol de los medios comerciales?
–El problema central es que los medios tradicionales tienen una visión monolítica de la sociedad. Los estudios de recepción han intentado meterse a pensar sobre lo que supuestamente la gente quiere ver en cine, donde la hegemonía norteamericana hace perder el sentido de la diferencia. En la Argentina está el asunto de los piqueteros, por ejemplo. Hay un grado de manipulación ideológica fortísima sobre lo que parece que es “lo que la gente quiere ver”, “lo que la gente siente”. No quiere decir que no haya una cierta convergencia en el sentir de la gente sobre la inseguridad urbana. Pero hasta en México, López Obrador, dirigente de izquierda, está pensando una reglamentación para las marchas de las grandes ciudades. Cuando se corta una ciudad completa se genera malestar, y muchos piensan que hay que buscar equilibrios entre derechos de unos y derechos de otros.
–¿El gobierno de Kirchner interactúa sólo mediáticamente?
–En muchas cosas me saco el sombrero con el gobierno de Kirchner, que se paró frente a los jubilados alemanes que invirtieron en bonos argentinos con tasas del 40 por ciento, y quieren recuperar la inversión. Pero hubiera necesitado un apoyo más fuerte para que el relanzamiento tenga repercusiones sociales concretas. Eso no se pudo hacer, se terminó la desestabilización, había expectativas en el origen de la desestabilización de la Argentina que quedó reventada hacia a la Argentina reinventada. Hay algo de verdad en la sensación de inestabilidad. Pero el discurso lo que hace es ocultar, olvidar el origen desestabilizador porque sirve a los intereses privados que movilizan esa inestabilidad.
–¿Se necesita más densidad mediática?
–Más densidad y opacidad. Lo de Beatriz Sarlo sobre Borges, por ejemplo, que dice que Borges une lo que la sociedad separa. Nuestros intelectuales piensan que los gustos populares son una mierda, les da asco al estómago. Después legitiman, argumentan, pero argumentan sobre el dolor de su propio estómago: los pobres tienen mal gusto, dicen. En Colombia logramos por primera vez hacer una encuesta nacional sobre los consumos culturales. ¿Sabe cuál salió el acontecimiento más importante para Colombia? El reinado de la belleza de Cartagena. Pero en vez de salir a decir “este país es una mierda”, ¿por qué no se preguntan qué está pasando ahí? Nunca se hace algo sin que conecte en algún nivel.
–Pero los medios tienen una responsabilidad, ¿o no?
–Rambo I es culpa del productor, pero Rambo II… ¿de quién es culpa? Y el III, el IV, realmente remite a la sociedad. La TV tiene la culpa, entonces les suelo decir a las personas: enfrenten a la TV; pero todos se quejan y nadie hace nada. Aunque es cierto que hay una miopía de los editores, de no saber reubicarse en los países, hay una gran inercia. Una vez estaba en Roma dando una conferencia de la ONU y un director de publicidad me escuchó y me dijo: “Lo que usted dijo es una estupidez, quiero ayudarle a salir de ella. La publicidad no es paternalista, xenofóbica ni machista. Los publicistas sí somos paternalistas, xenofóbicos y machistas, pero no está demostrado que eso venda más”. Seis meses después salió la campaña de Benetton. Como dijo un norteamericano, los miedos refuerzan los prejuicios, pero son débiles para romperlos.