1900 euros por una botella con un mensaje dentro.
Eso es lo que están dispuestos a pagar ciertos coleccionistas de.. bueno, no se de qué.
La botella en cuestión parece ser la portadora del mensaje encapsulado más antiguo del mundo. Su origen se remontan a una cervecería de Kiel, Alemania, y contiene una postal de Dinamarca fechada en 1913.
¿Recordás la última vez que pusiste un mensaje en una botella y lo arrojaste al mar?
La sociedad digitalizada y conectada al extremo ha perdido la naif fantasía de regalar mensajes a supuestos extraños que serían destinatarios de esas misivas, en algunos casos, esperando alcanzar destino transoceánicos.
Hoy, el azar es una anomalía.
Sin embargo, en un mundo donde ya nadie arroja botellas al mar por poesía embotellada, lo hacemos por millones por desidia e indiferencia ante lo que pasará con nuestra casita redonda.
Cuidemos el terruño, recuperemos un poco la ilusión en pequeñas fantasías.
Mensaje en una botella por Amanda Wood
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