En este corto se puede ver una mirada gringa sobre la vida en el Buenos Aires de 1932. Más allá de que muestran a un país próspero sin mostrar la terrible pobreza de las zonas marginadas en esos años, es interesante ver como se veía nuestra tierra y sus habitantes hace tantos años.
No se puede sino envidiar también al ver a los porteños disfrutando la costanera sur y un chapuzón en el Río de Plata.