En 1962, el gobierno de EE.UU. pensó que podría ser una buena idea enviar una bomba de hidrógeno cientos de kilómetros en el aire y detonarla. Lo hicieron para ver qué pasaba. Décadas más tarde, ahora vos también podes ver esta aberración norteamericana.
El plan consistía en enviar cientos cohetes de kilómetros de altura, más alto que la atmósfera de la Tierra, y luego detonar armas nucleares para ver:
- a) Si la radiación de una bomba haría más difícil ver lo que estaba allá arriba (como los misiles de Rusia!),
- B ) En caso de una explosión haría ningún daño a los objetos cercanos;
- c) Si los cinturones de Van Allen se movería una explosión por las bandas a un destino terrenal (Moscú! por ejemplo),
- d) Si una explosión por el hombre podría “alterar” la forma natural de los cinturones magnéticos de la Tierra.
La idea del gobierno norteamericano era tratar de descubrir si podía alterar el campo magnético de la tierra y reventar a los rusos desde el espacio.
Esta información es parte del documental “Nukes in the Space” publicado por NPR.org del que podemos ver un video a continuación.