En estos dias estuve reflexionando sobre lo que pasó en el Parque Indoamericano. Entre la tristeza y la angustia que sentimos todos, no puedo dejar de pensar en el preambulo de nuestra constitución que dice:
Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.
No se si todos tienen clara la parte de “para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”. No dice para los hombres blancos, europeos, rubios, etc. Tampoco dice para los que tengan dinero. Dice claramente, para todos.
¿Y si lo ponemos en práctica?