Caminando por el “Statens Museum for Kunst” en Copenhague me encontré con esta obra cuya historia me sorprendió. Y me dejó varias enseñanzas que a más de 100 años de la creación de esta pintura podemos tener en cuenta a la hora de pensar como impulsamos las causas que nos interesan.
La obra fue pintada por el artista danés Jørgen Roed
Creo que conocer su historia también te va a servir para impulsar la innovación en tu trabajo, sobre todo si trabajás desarrollando fondos.
A este pintor de origen danés le encargaron que haga una obra de la catedral de Ribe como forma de contarle a las personas que estaban en Copenhague la necesidad de reformar y de reparar esa catedral tan importante. Como la gente que tenía dinero vivía en Copenhague y no iba ir nunca a viajar los 242 kilometros que separan ambas ciudades para verificar la situación crítica del edificio, decidieron pintar un cuadro y mandarlo para que vieran la necesidad de financiar las obras.
Hicieron un concurso mediante el cual los pintores proponían sus obras y se seleccionó al artista ganador. El concurso fue una manera de darle visibilidad este problema a través del arte.
El pintor además lo hizo no como estaba destruida si no como iba a quedar.
Algunos aprendizajes
- Utilizar todos los procesos del proyecto para publicitar el mismo. (Desde el mismo momento en que se abre el concurso de selección de artistas ya se empieza a comentar el tema).
- No limitarse a contratar a la primer persona que se conoce. Se hizo un proceso abierto de selección para elegir al mejor candidato.
- No limitarse a recaudar solo con la comunidad local.
- Utilizar la mejor tecnología disponible (Cuadro en ese momento) para comunicar remotamente la campaña de recaudación.
- Proponer un sueño. (No mostraron la catedral destruída, sino la propuesta de como iba a quedar)