El futuro de los Indignados en la mirada de Manuel Castells

El pensador Manuel Castells reflexiona sobre el futuro de los “indignados”

¿Qué sucederá con el movimiento nacido de las redes sociales españolas y que llevó a las calles a millones de jóvenes en búsquedas de una nueva democracia distinta a la propuesta por los partidos mayoritarios? El abandono de las plazas y los campamentos para entrar en una nueva etapa de reflexión puede dar, en lugar de provocar su desaparición como desea el establishment sino, un nuevo camino para el pueblo español.

Indignados

¿Adónde van los ‘indignados’?

Por Manuel Castells.

El movimiento de indignados surgido en el 2011 en España, Europa y Estados Unidos es una bocanada de aire fresco en un mundo que huele a podrido. Plantearon en redes sociales y en acampadas lo que muchos piensan: que la crisis la crearon bancos y gobiernos y la sufre la gente, que los políticos sólo se representan a sí mismos, que los medios de comunicación están condicionados y que no hay vías para que la protesta social se traduzca en verdaderos cambios porque en la política está todo atado y bien atado para que sigan pagando los de siempre y cobrando los de siempre. Por eso durante meses decenas de miles de personas participaron en asambleas y manifestaciones y por eso la mayoría de la ciudadanía (hasta el 73% en España) compartió sus críticas. Y todo ello de forma pacífica, excepto la violencia resultante de cargas policiales excesivas, que han llevado a sus responsables ante el juez. El movimiento tuvo la madurez de levantar las acampadas cuando sintió que las ocupaciones se cocían en su propia salsa y que a las asambleas diarias sólo asistían los activistas.

Pero no desapareció el movimiento, sino que se difundió por el tejido social, con asambleas de barrio, acciones de defensa contra injusticias, como la oposición a desalojos de familias, y extensión de prácticas económicas alternativas tales como cooperativas de consumo, banca ética, redes de intercambio y otras tantas formas de vivir diferente para vivir con sentido.

Aun así, el acoso mediático, policial y político que ha sufrido el movimiento, que en algún momento llegó a asustar a las élites dirigentes por su posibilidad de contagio, ha conseguido crear la impresión de que el movimiento ha quedado limitado a algunos jóvenes idealistas o unos pocos exaltados. Basta con cerrarse en banda y dejar que se cansen. Los partidos de izquierda pensaron pescar en río revuelto para realimentar sus menguantes huestes, pero lo dejaron al ver que los nuevos rebeldes ya tienen claro que por ahí no va el cambio por el que luchan. Pese a la hostilidad de los poderes fácticos, el movimiento ha continuado, ha mantenido su deliberación en asambleas, comisiones y por internet, y sigue contando con respaldo popular cuando surgen iniciativas concretas donde sale a la superficie el trabajo cotidiano de quienes no se resignan a que todo siga igual.

Aun así, la determinación de crear nuevas formas de acción transformadora sin liderazgo formal y sin organizaciones burocráticas conlleva dificultades considerables en el desarrollo del movimiento. Por un lado, no valía la pena llegar hasta aquí para volver a reproducir un modelo de activismo que ya ha fracasado repetidamente. Por otro lado, lo esencial es un vínculo entre la deliberación y acción en el movimiento y la conexión al 99% que el movimiento quiere representar. Buscando nuevas vías, en el 15-M se está planteando un debate en profundidad sobre cómo mantener a la vez la acción y la innovación de formas de organización y elaboración estratégica del propio movimiento. El 19 de diciembre pasado, tras una discusión en asamblea, la Comisión de Extensión Internacional de la Puerta del Sol de Madrid decidió suspender su actividad y declararse en reflexión activa indefinida. “El espacio público que habíamos redescubierto ha vuelto a ser sustituido por una suma de espacios privados… El éxito del movimiento depende de que seamos de nuevo el 99%. Aunque no tengamos la respuesta de qué tiene que venir después, qué forma puede tomar el reinicio que necesitamos, entendemos que el primer paso para escapar de una dinámica equivocada es romper con ella: parar, detenerse y tomar perspectiva”, fue la argumentación.

Aunque esta actitud no necesariamente refleja el sentir de otras asambleas y comisiones del 15-M, es significativa porque evidencia la capacidad de autocrítica y autorreflexión que caracteriza este movimiento. Sólo así puede construirse un nuevo proceso de cambio que no desnaturalice sus objetivos de democracia real en las formas de su existencia. Porque adónde se llega depende de cómo se hace para llegar, cualesquiera que sean las intenciones. Si la cuestión es cómo se conecta con el 99%, ¿cómo se opera esa conexión? Lo esencial en todo movimiento social es la transformación mental de las personas. El poder imaginar otras formas de vida, el romper la subordinación a la manipulación mediática, el sentir que muchos piensan como uno mismo y en perder el miedo a afirmar sus derechos y sus opiniones. En ese sentido, hay múltiples indicaciones de que la gente está cambiando, de que el 15-M hizo visible la indignación y alimentó la esperanza, y que aunque haya menos participación en las asambleas de activistas, muchas personas en su ámbito están ocupando su espacio cotidiano y tratando de buscar vínculos con otras experiencias similares. Tienen claro que el cambio no pasa por elecciones como estas. El triunfo del PP, magnificado por una ley electoral no representativa del voto, no fue tal (400.000 votos más que en el 2008), sino una debacle socialista que ejemplifica el hastío con los supuestos representantes de intereses de los de abajo. Y también se tiene claro que la crisis va a peor sin que nadie sepa gestionarla. Frente a eso, la gente busca sus propias soluciones. Contando con redes de solidaridad cada vez más numerosas. Y apoyando acciones reivindicativas allá donde surgen. Esa transformación mental y esos múltiples cambios cotidianos pueden activarse a niveles más amplios, en formas todavía por descubrir, conforme se vaya quebrando la normalidad. No se trata del viejo mito comunista del súbito desplome del capitalismo, sino simplemente de saber que la economía europea se hunde en la recesión, que la cobertura social se diluye, que la política se enroca y que los ciudadanos siguen indignados y son cada vez más conscientes.

El 15-M existe en esa conciencia. Y, como el agua, irá encontrando sus propias vías hasta hacerse torrente conforme la situación se haga crítica. Afortunadamente, porque la alternativa a esa protesta pacífica y constructiva es una explosión violenta y destructiva.

Fuente Original La Vanguardia

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Días sin Crítica

Crítica de la Argentina apareció el 2 de marzo de 2008 y pintaba para más. Pero…

Crítica de la Argentina apareció el 2 de marzo de 2008 y pintaba para más.

No porque desde la tapa, con fondo rojo, anunciaba que el dire era Jorge Lanata; ni por el “gran-lanzamiento-gran” que tuvo a celebrities e intentos de celebrities trasnochando en la Facultad de Derecho; ni porque agotó “en un 95% su tirada inaugural”; ni porque después de tanto alboroto inicial “en Florida, a las tres de la tarde, vendían el diario a nueve pesos”; ni siquiera porque “cuando se terminó de imprimir el número uno en el taller, todos los obreros gráficos pararon para aplaudir”; tampoco porque “en sus primeros seis minutos de vida –la edición digital- recibió 460 comentarios”.

El diario prometía mucho más por todo eso junto y porque intentaba, cuando no independencia política, innovación periodística. Lo mejor fue, para mí, la grilla que permitía ir viendo cómo se armaba el diario del otro día y los blogs, que de la mano de “Fumado” y “La peleadora”, lograron por primera vez hacer una contratapa online.

Lo cierto es que Lanata había anticipado el final al segundo día. En la edición de lunes (la misma en la que se pueden encontrar todas las frases entrecomilladas del primer párrafo), Jorge cerró su columna advirtiendo: “ayer comenzó, verdaderamente, la construcción de este diario. Sólo podemos hacerlo juntos”. Un año después renunció y dijo que se había desprendido de las acciones (aunque parece ser que nunca estuvieron a su nombre). Por entonces, acusaron al diario de no respetar los derechos de autor de una fotografía histórica. Luego, de robarse una investigación. Meses más tarde, so pretexto de no tener pauta estatal, dejaron de pagar sueldos. Y hoy el diario no-ta-más (caput, c’est fini).


Nota: Donde dice “Intentá acceder más tarde” debería decir “este diario no pudo cumplir con el convenio salarial acordado dos meses atrás y luego de varios paros parciales sus trabajadores dijeron BASTA”.

No hay donde esconder tantas manos

 

 

No nos hagamos más los estúpidos en nombre de la corrección política: la culpa la tiene el público. Y en realidad, una porción, que no es tan ínfima como nos quieren hacer creer. Si no hay gente haciendo kilombo, estas cosas no pasan. No quisiera traer a colación el caso Bulacio, pero la conexión que me surge es: Redonditos de Ricota – Callejeros – Viejas Locas – Pastillas del Abuelo. Cuatro shows diferentes de bandas que arrastran un público similar. Cuatro lugares distintos (Obras, Cromañón, Vélez, Ferro). Cuatro organizaciones diferentes. ¿Cuál es la única constante? El público.

Sergio Marchi en su My Space, hablando después de las muertes de Rubén Carballo y Melisa La Torre.

Fuente: Frases Rockeras, invitamos a la reflexión.

Speechless: Huelga de Guionistas

La huelga de guionistas de Hollywood tiene un nuevo capitulo. Esta vez, los actores los apoyan con una campaña de Web TV publicando vídeos sin texto, o con textos simulados mostrando la importancia de la función de los guionistas.

Se pueden ver todos en http://speechlesswithoutwriters.com/

Más info en La Nación.

Gracias Giselle por el dato.

Dedo Japonés

Este dedo corresponde a una protesta que 70 manifestantes hicieron hoy frente al ministerio de Justicia de Japón, debido a que este país intensificó el registro de los extranjeros con la puesta en práctica de un nuevo sistema que incluye la toma de huellas dactilares y fotografías para evitar el ingreso de terroristas, informaron las autoridades.

Tokio apoya las operaciones militares en Irak y Afganistán, lo cual despierta el temor de que Japón pueda ser atacado. Japón es el segundo país después de Estados Unidos que adopta el sistema, dijo Takumi Sato, funcionario de la Oficina de Inmigración.

Takumi, tené cuidado, porque esta protesta fue un aviso. La próxima vez el dedo va a ser usado. No hace falta ser muy creativo para imaginar como.

Protesta en París contra el Banco Mundial.

Activistas de Greenpeace desplegaron un banner en la sede europea del Banco Mundial en París, Francia.

El banner decía “Banco Mundial, No a la devastación de los Bosques Africanos”

40 millones de personas dependen de los bosques trópicales, sin embargo, los beneficios de la tala indiscriminada son para unos pocos.