Excelente reportaje a un tipo inteligentisimo y con una sensibilidad increible:
http://www.clarin.com/diario/2006/01/11/conexiones/t-01122142.htm
Comunicación, Marketing, Transformación Digital y Desarrollo de Fondos.
Excelente reportaje a un tipo inteligentisimo y con una sensibilidad increible:
http://www.clarin.com/diario/2006/01/11/conexiones/t-01122142.htm
Estaba rodeado. Su derrota era inminente.
Pensó en huir utilizando alguno de sus súbditos como señuelo, pero se dio cuenta que ya no quedaba ninguno cerca. No había escape.
Tenía poco tiempo para pensar y no encontraba soluciones. No podía entender como había llegado a esa situación. Lo habían engañado mediante maniobras que le parecieron obvias pero que no había descubierto en el momento adecuado.
Incluso había supuesto que era fácil vencer. ¡Que iluso! ¿Cómo no se había dado cuenta que en realidad no habían estado huyendo sino que le preparaban una emboscada?. El había creído y había salido rápidamente tras ellos decidido a eliminarlos uno a uno. Su impetuosa decisión lo había dejado solo frente a sus rivales.
No podía quedarse quieto, debía actuar rápidamente y utilizar la sorpresa como arma. No podía luchar. Ellos eran demasiados y muy peligrosos. Debía intentar un escape para luego tratar de reagrupar a los suyos para un cruento combate final.
Eligió una vía libre y se lanzó entre medio de los atacantes a paso decidido.
Quiso huir pero ya era tarde. Un caballo le cortó el paso. Tristemente miró el campo de batalla. El Rey supo que era el fin.
Estaba en jaque mate.
Me parece que ya estoy viejo.
Y eso quizás me haga demasiado pretencioso.
Pero cuando quiero escuchar musica, me gusta que los sonidos que escucho sean música.
Últimamente, me han venido bastantes a hablarme de lo maravilloso que son Miranda!.
Debo reconocer que mi amigo Andy, un adelantado musical, me habló de ellos hace mucho y hasta me simpatizaron desde su onda QueerPop como reducto de algo underground que salía de lo comun. Pero nada más.
El aparato fenomenal del MKT y las discográficas han logrado imponer esta bandita como los reyes del Pop nacional. ¿Y que tienen para sostenerlo?
A mi modo de ver, nada.
Cantan mal, las letras son de 4ta y la musica parece de juego de video game de los 80´s o de calesita.
Los pibes son muy bizarros.
¿Vos que opinás?
El tango preferido de mi abuela y una de las mejores letras a mi humilde parecer…
————
Musica: Jorge Caldara
Letra: Mario Soto
No sabrás, nunca sabrás
lo que es morir mil veces
de ansiedad;
no podrás nunca entender
lo que es amar y enloquecer.
Tus labios que queman,
tus ojos que embriagan
y que torturan mi razón…
Sed que me hace arder
y que me enciende el pecho de pasión.
Estás clavada en mí,
te siento latir
abrasador de mis sienes,
te adoro cuando estás y
te amo mucho más
cuando estás lejos de mí.
Así te quiero, dulce vida de mi vida..
Así te siento, sólo mía, siempre mía…
Tengo miedo de perderte,
de pensar que no he de verte…
¿Por qué esa duda brutal?
¿Por qué me habré de sangrar,
si en cada beso te siento desmayar?
Sin embargo me atormento
porque en la sangre te llevo;
y en cada instante, febril y amante
quiero tus labios besar.
¿Qué tendrás en tu mirar,
que cuando a mí tus ojos levantas
siento arder en mi interior
una voraz llama de amor?
Tus manos desatan caricias que me atan
a tus encantos de mujer…
¡Sé que nunca más podré
arrancar del pecho este querer!
Te quiero siempre así…
estás clavada en mí
como una daga en la carne
ardiente y pasional
y temblando de ansiedad
quiero en tus brazos morir.
¿No te pasó que un día te levantás y no te sale nada como esperabas?
Hoy fue un día de esos.
De tempranito nomás empezó la cosa, y más tarde cuando iba avanzando el día las cosas empeoraban. Y cuando parecía que nada podía ser peor, lo fue.
Podrido volvía a casa, y frente a mi auto una morocha, de unos veintipico, ni fea ni linda, puteaba porque no podía cruzar la calle. Y a mí que daba igual llegar antes que después, detuve mi auto, y con él el tránsito, y le hice señas para que cruce.
Y la morocha que no era ni linda ni fea, sonrió. Y por unos segundos me olvidé de todo y yo también le regalé mi única sonrisa del día.
Ya salió el libro de Jorge Guinzburg, con las imperdibles columnas que publicó los domingos en Clarín y que nunca me pierdo de disfrutar.
Se puede bajar el anticipo que Clarín puso online haciendo acá
Proverbios
Un viejo proverbio enseña que mejor que dar pescado es enseñar a pescar.
El obispo Pedro Casaldáliga, que no nació en América pero la conoce por dentro, dice que sí, que eso está muy bien, muy buena idea, pero ¿qué pasa si nos envenenan el río? ¿O si alguien compra el río, que era de todos, y nos prohíbe pescar? O sea: ¿qué pasa si pasa lo que está pasando?
La educación no alcanza.
Armada mía
Juan Antonio Medina estaba sentado en su casa, viendo televisión.
La publicidad no le había merecido nunca una opinión muy favorable, que digamos; pero escuchó un anuncio que se abría con una frase que no estaba nada mal:
-Mujer amada es mujer segura.
Las imágenes que seguían eran revólveres y pistolas de menudo tamaño, dagas de resorte, pulverizadores que dejaban al enemigo frito en el suelo y otros adminículos portátiles, de tamaño adecuado para la cartera de la dama en tiempos difíciles.
Entonces, Juan Antonio se dio cuenta de que había escuchado mal. El anuncio había dicho:
-Mujer armada es mujer segura.
La comunidad internacional
El pollo, el pato, el pavo, el faisán, la codorniz y la perdiz fueron convocados y viajaron hasta la cumbre.
El cocinero del rey les dio la bienvenida:
-Os he llamado -explicó- para que me digáis con qué salsa queréis ser comidos.
Una de las aves se atrevió a decir:
-Yo no quiero ser comida de ninguna manera.
Y el cocinero puso las cosas en su lugar:
-Eso está fuera de la cuestión.
El experto internacional
Escuché esta historia en diversos lugares, atribuida a diferentes personas, por lo que sospecho que cualquier parecido con la realidad ha de ser mera coincidencia.
He aquí la versión que recibí en la Dominicana.
Piaban los niños y los pollitos alrededor de doña María de las Mercedes, que cloqueando arrojaba granos de maíz a sus gallinas. En eso estaba ella, aquel día como todos los días, cuando un automóvil emergió, resplandeciente, desde una nube de polvo en el camino que venía de Santo Domingo.
Un señor de traje y corbata, maletín en mano, le preguntó:
-Si yo le digo, exactamente, cuántas gallinas tiene, ¿usted me da una?
Ella hizo una mueca.
Y acto seguido él encendió su computadora Pentium IV de l.5 GB, activó el GPS, se conectó por teléfono celular con el sistema de fotos satelitales y puso en funcionamiento el contador de pixels:
-Usted tiene ciento treinta y dos gallinas.
Y atrapó una y la apretó entre los brazos.
Entonces, doña María de las Mercedes Holmes le preguntó:-Si yo le digo en qué trabaja usted, ¿me devuelve la gallina?
El hizo una mueca.
Y ella dijo:
-Usted es un experto de una organización internacional.
Recuperó su gallina y explicó que era fácil, cualquiera se daba cuenta:
-Usted vino sin que nadie lo llamara, se metió en mi gallinero sin pedir permiso, me dijo algo que yo ya sabía y me cobró por eso.
Un candidato de las fuerzas de izquierda llegó al pueblo de San Ignacio, en Honduras, durante la campaña electoral de 1997.
El orador trepó a la escalera que hacía las veces de estrado y ante el escaso público proclamó que la izquierda no soborna al pueblo, no vende favores a cambio de votos:
-¡Nosotros no damos comida! ¡No damos empleos! ¡No damos dinero!
-¿Y qué mierda dan, entonces? -preguntó un borrachito, recién despertado de su siesta bajo un árbol de la plaza.
Tradiciones
La palabra y el acto no se habían encontrado nunca.
Cuando la palabra decía sí, el acto hacía no.
Cuando la palabra decía no, el acto hacía sí.
Cuando la palabra decía más o menos, el acto hacía menos o más.
Un día, la palabra y el acto se cruzaron en la calle.
Como no se conocían, no se reconocieron.
Como no se reconocieron, no se saludaron.
Rumbos
Andaba yo perdido en las calles de Cádiz, por obra y gracia de mi agudo sentido de la desorientación, cuando un buen hombre me salvó.
El me indicó cómo llegar al mercado viejo, y a cualquier otro destino en los caminos del mundo:
-Tú haz lo que la calle te diga.
Esos días oscuros, donde esperando
una lluvia que no vino,
y unos besos que se fueron
entre lagrimas y penas
entre sábanas de hospital.
Y de mi egoismo,
que te quería cerca
brotaron mis palabras
de bilis iriente,
de triste bronca.
Necesitaba de nuevo
tu perfume en mi piel.
Vos sabés que sin él
el sosiego nunca me atraparía.
Y esos ojos,
que me miren,
que se abran a mi.
Y que tu continuidad me alcance.
Tu continuidad que emociona
tu fluir que me invita
a sumergirme
y a ahogarme la boca,
en tu río
para finalmente pronunciar las palabras,
que nunca he dicho,
que nunca esperas oir,
pero que desde siempre morí por decirte.