“Nervioso” la primer publicidad argentina para el mundial


Se viene el mundial y ya nos estamos preparando para la tormenta de publicidades “emotivas” que harán referencia a la “pasión”, el “coraje”, la “esperanza” y todos esos sentimientos que muchos publicistas utilizan para movilizar a los simpatizantes de futbol argentino en relación a las marcas que aprovecharan el mundial para tratar de vendernos más cosas.


La primera que encuentro, corresponde al clip “Nervioso” lanzado por Cablevisión para promocionar su servicio de Alta Definición. La pieza fue realizada por Oruga Films.


Visto en Medios y Empresas

Así era Buenos Aires en 1932 (Al menos una parte)


En este corto se puede ver una mirada gringa sobre la vida en el Buenos Aires de 1932. Más allá de que muestran a un país próspero sin mostrar la terrible pobreza de las zonas marginadas en esos años, es interesante ver como se veía nuestra tierra y sus habitantes hace tantos años.


No se puede sino envidiar también al ver a los porteños disfrutando la costanera sur y un chapuzón en el Río de Plata.


Dos miradas sobre la derecha macrista y su nuevo exponente: Abel Posse

Los dichos de Abel Posse siguen dando que hablar. En este post, dos artículos que analizan como este antiguo exponente de una derecha argentina que intentaba recrear su imagen pero cuyas caretas están cayendo rápidamente.


Abel Posse


El personaje del año es el enano fascista

Evolucionó. Se merece ser el personaje del año por las alturas que alcanzó siendo enano. Sobre todo porque durante la democracia se reprodujo sin parar aunque de un modo más imperceptible y enánico. El antepasado del enano fascista era frontal, impúdico: se pavoneaba de serlo y de ejercerlo. Tenía tanto orgullo que salía a flor de piel hasta vestido de militar.


En las dictaduras se sentía en plenitud. No necesitaba disfrazarse de demócrata como ahora. Pero en esa evolución hipócrita, y aún sin dejar de ser enano ni fascista, aprendió a reconvertirse a través de actitudes de apariencia y disimulo. La “Inseguridad” es el flamante y fértil territorio donde reaparece con ínfulas. Como no se pueden inventar guerrilleros ni terroristas hay que crear una nueva amenaza a nuestro estilo de vida.


La Inseguridad es ese nuevo señuelo con que la derecha demoniza. Lo que se lee, ve y escucha en los medios acerca de ella, es la nueva consagración del fascismo. Esta vez disfrazado de sujeto pacifista que solo quiere seguridad y orden. Así las víctimas y deudos tocados por el dolor se dejan ocupar por enanos fascistas y salen a refregarlos por micrófonos y cámaras. Cuentan con la alianza voluntaria u obediente de periodistas dispuestos a complacer al público como en el circo romano: allá con leones carniceros, aquí con clamores de castigo indiscriminado y represión preventiva.


Orden o caos grita el enano fascista acusando al voleo a portadores de paco, de tatuajes y pobreza, para sacarse las ganas de venganza. Como una epidemia de enanismo, el fascismo de acabar con la inseguridad recorre toda la sociedad argentina. Tanto desde los líderes de opinión y gobernantes, hasta los ciudadanos anónimos que se sienten acompañados en el miedo.
El enano fascista viene armado y decidido a desplegar sus tareas disciplinarias. De continuar esta reproducción en cadena está en camino de llegar a gigante.


El jueves en la nota publicada por el diario la Nación, con orgullo republicano en la tapa, el intelectual Abel Posse no se reveló un enano fascista. No, porque su tamaño se había superado y en él el enano es un gigante demasiado ostensible.


En el final de su texto Posse se agranda y se expande en si mismo, y dice: “¿Qué hacer ¿ Qué cantidad de poder tendría que tener el futuro gobierno democrático después de la demolición institucional de los K y de la anarquización y desjerarquización e indisciplina que van de la misma familia al colegio, a la universidad y que cubre tantos aspectos de la vida comunitaria?”. Imaginen ustedes qué poder sugiere Posse debería tener ese futuro gobierno disciplinario. Cuánta fuerza para sanear el ecosistema extraviado y desmilitarizado. Subsiste un error de llamar enano fascista al enano fascista: ya que es honrar la insignificancia de su tamaño como si fuera un enano estable. Y sin percatarse de que sigue creciendo.


Detrás de tantos enanitos que crecen en la farándula, en las voces asustadas de vecinos instigados por los medios, en rabinos y moralistas desinfectadores del Mal, en gobernantes arrastrados demagógicamente a la saga de los enanos, el fascismo se agiganta. La Inseguridad es el nuevo mal de la patria que hay que salir a aniquilar. Hace poco en Rusia se produjo el hallazgo de restos del cráneo de Hitler. Para qué irse tan lejos, si por aquí hay esparcidos más restos que en ninguna otra parte. ¿O cómo hay que llamarles a los enanos fascistas y a los fascistas gigantes que claman sedientos de seguridad con una bala en cada palabra? La democracia es paciente.

Carta abierta leída por Orlando Barone el 11 de Diciembre de 2009 en Radio del Plata.


Guerra fría en la ciudad
Por Jorge Sigal

Al cambalache nacional le estaba faltando una contribución de la derecha. Y entonces llegó Abel Posse. Como intelectual, resultó sólo un provocador rencoroso y poco original. La incontinencia verbal no es un mérito, generalmente es un síntoma.

La única ventaja de ser setentista en la Argentina es que el tiempo no pasa. Si no fuera por la imagen –a veces patética– que devuelve el espejo, uno podría imaginar que, como lo anunció el politólogo Francis Fukuyama, la Historia ha finalizado. Nada nuevo alumbra el porvenir.

Detener el paso del tiempo, se sabe, es una obsesión recurrente de la especie. Por eso, los viejos de alma suelen ser conservadores o francamente reaccionarios. Pujan, desesperadamente, por frenar el movimiento, para retornar a un mundo conocido, controlable, a un sitio más previsible. El cambio asusta porque es la constatación palpable de que la vida es un tránsito leve. Y, muchas veces, un inapelable certificado del fracaso.

Para confirmar que todo es eterno le estaba faltando al cambalache nacional una contribución teórica por derecha. Y entonces llegó Abel Posse. Debido al aporte del intelectual, reciclado funcionario por obra y gracia de la posmodernidad gerencial que gobierna la ciudad, se ha logrado que el círculo finalmente cierre. Ahora podremos decir, con comodidad, que la Guerra Fría no ha terminado, que los fantasmas de antes gozan de buena salud.

Ya llegamos al pasado. A partir de este momento, nos dedicaremos al juego que más nos gusta y mejor jugamos: decodificar el lenguaje de nuestra eterna juventud. Con un poco de suerte, a partir de las funciones que tendrá Posse como ministro de Educación porteño, los veteranos de guerra podremos ser convocados para explicarles a las hordas de la “indisciplina juvenil” en qué consiste “la visión trosco-leninista” que demolió las “instituciones militares” durante nuestra apacible adolescencia. Será, sin duda, un recorrido reconfortante para las nuevas generaciones, esas que hoy divagan, sin rumbo, por el alienado mundo de la internet, y que nada saben de patrias, banderas y otras glorias.

Volverán los bellos días de la “sinarquía”, “el trapo rojo” y “el mejor enemigo es el enemigo muerto”. Entonces, también veremos renacer el “cinco por uno, no va a quedar ninguno”, el “paredón, paredón” y otras creativas fórmulas de la vida simple. Un paraíso ordenado, donde los unos y los otros se alinean prolijamente. Como sucedía en los buenos tiempos.

La bravata de Posse ha recogido sólo dos tipos de adhesiones. Por un lado, la utilizada en su alegato final por el condenado Luciano Benjamín Menéndez, sentenciado a perpetuidad por aberrantes crímenes durante la represión ilegal. Por el otro, con pretendida sofisticación, la de aquellos que, esbozando la importante trayectoria intelectual del flamante ministro, lo hicieron en nombre de la “provocación”, supuesta cualidad de los rupturistas e innovadores. La primera fue descalifica por peso propio. La segunda es, como mínimo, una pobre justificación. ¿Qué aporte hizo el inefable Posse al debate de ideas? ¿Rescatar a las instituciones militares? ¿Cuáles? ¿Las del pasado reciente, las de la tercera guerra mundial? ¿Equiparar a la justicia con actos de venganza? ¿Descubrir una supuesta “persistencia gramsciana” del kirchnerismo? ¿Desempolvar la antigua amenaza de la revolución “socialguevarista”?

Posse como intelectual resultó, en esta oportunidad, sólo un provocador. A secas. Un detractor, apenas, rencoroso y poco original. Nada hay en su discurso de ruptura e innovación. La incontinencia verbal no es un mérito, generalmente es un síntoma.

No tenemos demasiados recursos para armar el futuro, sólo la experiencia y la creatividad nos aproximan a lo desconocido. Sin embargo, tanto los que proponen “archivar el pasado” sin más trámites como aquellos que sugieren volver a fórmulas “ya probadas”, ignorando nuevas realidades y viejos fracasos, se complementan en una perversa danza que atrapa y distrae. Son dos caras de una misma moneda. ¿No sería más creativo reconocer que estamos ante conflictos que no admiten soluciones simplistas? ¿Nada más hay para decir, a derecha e izquierda, que las mismas verdades reveladas de siempre? ¿Por qué el pasado es el único bien no renovable en la Argentina?

Tienen suerte los adversarios del macrismo. Si éste es el inicio de la batalla de ideas que desarrollará la derecha de ahora en más, sólo deben limitarse –como lo han hecho hasta el presente muchos de ellos– a desempolvar viejas consignas. Y echarse a dormir. No hay nada nuevo bajo el sol: la historia empieza a repetirse como farsa.

El tío Carlos tenía razón. Mal que le pese a Posse.

Un Canario piensa la Argentina

Armando Quintana un amigo de Facebook quien se define: “Soy canario y ciudadano del mundo,con deseos de libertad, de justicia y de que hayamos muchos que luchemos por la tolerancia y la igualdad entre los seres humanos” comparte con nosotros un texto que escribió para Listao.

Armando Quintana un amigo de Facebook quien se define: “Soy canario y ciudadano del mundo,con deseos de libertad, de justicia y de que hayamos muchos que luchemos por la tolerancia y la igualdad entre los seres humanos” comparte con nosotros un texto que escribió para Listao.


Argentina es un pueblo que desde hace veintitantos años me llama la atención. Tuve que atender a muchos de sus paisanos, como también chilenos, que huían de las dictaduras allá existentes. Su integridad física corría peligro. Las historias que escuchaba eran espeluznantes. A muchos en este país, que le debe tanto –España-, se les concedió la protección del asilo político. Y muchos de ellos, cuando desaparecieron las causas que originaron su salida, volvieron a su país de origen a reconstruir, con los suyos, un país que se quedó a la deriva. Todo un acto de valentía, rechazando la seguridad que le ofrecían estos muros por el riesgo en edificar otros.


Volvió la democracia. Pero siguieron llegando argentinos a España. Los temas parecían los mismos. Veías documentales y surgían ante tu mirada espectáculos un tanto dantescos. Sobre todo cuando en un momento, visto desde aquí, parecía que los poderosos se rifaban el país y lo ofrecían en venta a gente de fuera.

Nunca he querido opinar de lo que no entiendo bien, de lo que no vivo desde dentro, sobre todo cuando es un tema político. Pero siempre me ha sorprendido una cosa: la admiración a un pueblo que, consciente de las riquezas naturales y productivas que tiene, sale a la calle a protestar, a reivindicar sus derechos por encima de todo –y ahí están en mi retina las imágenes de las caceroladas-, la conciencia de su situación, y que, sin embargo, cuando hay unas elecciones el cambio que se produce es meramente formal y no de contenidos. Amigos argentinos a quienes les pregunto me cuentan historias, dicen que verdaderas, que a uno le cuesta trabajo asumir. Votos comprados, mayores votos para los de siempre donde más pobreza y menos cultura y cosas similares.

No juzgo. No vivo la situación. Temo hablar de estas cosas. Pero valoro la conciencia del pueblo que reivindica, que sale a la calle, que pide cambios, que cree en la evolución. Se merece mucho más.

Estos días, de manos de otro amigo argentino, me han llegado unos documentales. “Memoria de un saqueo”, “la Argentina emergente”… Los he visto con atención. He prestado mi escucha. Mi corazón latía. Veía como algunos se emocionaban contando lo que habían vivido. Desapariciones, privatizaciones, venta al capital extranjero, más bien regalos al exterior, un porcentaje amplio en barrios cercanos a la capital y en pueblos sumidos en el paro, la miseria y la incultura. Poca atención a la educación… No siento que en España seamos mejores. Habremos tenido más suerte. En otros momentos muchos fueron a buscar la vida allá. Pero esa suerte también se la merece el pueblo hermano. No es justo los vaivenes en los que viven. Merecen una estabilidad. Y unos líderes más competentes. Que busquen la fortaleza unidos a su pueblo, más que en las alianzas con compinches más allá de las fronteras. Argentina, pueblo mestizo, mezcla de culturas y orígenes diversos, se merece también vivir los beneficios de ese mestizaje, cuando los otros no solo negociemos para sacar réditos sino cooperemos para compartir beneficios.

Gracias, Hernán, por esta oportunidad que me das. Y que las fronteras caigan, y los muros sean paredes que nos unan.

Stencils Argentos

Para que vean que esta moda ya no es sólo cosa de gringos sino que llega a nuestro país con toda la fuerza.
Todos estas obras son de Burzaco Stencil.





Para que vean que esta moda ya no es sólo cosa de gringos sino que llega a nuestro país con toda la fuerza.
Todos estas obras son de Burzaco Stencil.