Ente tanto festejo y tanta emoción nacional, la confesión del periodista costarricense Víctor Fernández G. en “Malditos argentinos: me sacaron las lágrimas” (VueltaEnU.co.cr – 22/6/2010 – Foto AP), me hizo sentir algo así como orgullo ajeno pero propio. Ajeno porque en realidad el halago no es para mí. Propio, porque El Diego, la Selección y sus goles, son de todos. Citada la fuente, comparto la nota (hallazgo de mi amigo @NanoMedeot)
Ente tanto festejo y tanta emoción nacional, la confesión del periodista costarricense Víctor Fernández G. en “Malditos argentinos: me sacaron las lágrimas” (VueltaEnU.co.cr – 22/6/2010 – Foto AP), me hizo sentir algo así como orgullo ajeno pero propio. Ajeno porque en realidad el halago no es para mí. Propio, porque El Diego, la Selección y sus goles, son de todos. Citada la fuente, comparto la nota (hallazgo de mi amigo @NanoMedeot):
Los que se preguntan porque el fútbol es tan utilizado por marcas comerciales y movimientos políticos varios tendrán ahora un motivo más para empezar a responder sus preguntas. Los que, como el gracias a Dios finadito Bernardo Neustad, se retuercen de bronca al saber que Maradona es el argentino más reconocido en el mundo, tendrán otro motivo más para agrandar su úlcera.
Los que se preguntan porque el fútbol es tan utilizado por marcas comerciales y movimientos políticos varios tendrán ahora un motivo más para empezar a responder sus preguntas. Los que, como el gracias a Dios finadito Bernardo Neustad, se retuercen de bronca al saber que Maradona es el argentino más reconocido en el mundo, tendrán otro motivo más para agrandar su úlcera.
Esto viene a cuenta de una noticia que encontré en un diario inglés donde se relata la pelea que se dió entre fanáticos del equipo argentino (mas precisamente de Maradona) y otros seguidores de Brasil (y del jugador, que según El Diego, debutó con un pibe). Esto no tendría mayor importancia si hubiera ocurrido en las playas de Florianopolis. Lo curioso es que pasó en Bangladesh y dio como resultado más de 30 heridos.
Este violento hecho parece reflejar una situación que no es excepcional sino corriente entre los muchachos de Bangladesh. Los invito a ver este publicidad de Nescafé y descubrir que dicen los personajes que representan a fanáticos de Argentina y Brasil.
Por supuesto que puedo entender perfectamente y traducirlo pero prefiero dejarlo librado a su imaginación.