La Fundación Orange Babies quería demostrar gráficamente el horror que se pasa en África: los bebés portadores del VIH son abandonados en los botes de basura. Simplemente, porque las madres creen que no tienen esperanza.
En el centro de la plaza Dam, Amsterdam, colocaron un contenedor de basura en forma de cuna de bebé, dentro de éste se oye el llanto de un recién nacido acompañado por una tierna canción de cuna. A esta activación se le reforzó con folletos explicativos de la fundación. La agencia encargada de esta estrategia es Ogilvy, Holanda.
Como no descubrir semejante horror, si ese sonido tan natural resuene donde resuene nos pone alerta.
Esta estrategia genial de los señores creativos de Ogilvy Holanda en plazas, utiliza nuestra primera forma de comunicar la mas eficaz y completa.
Estos niños no pueden asegurar su supervivencia con el llanto aunque transmitan el mensaje tan claramente como se quizo lograr en esta terrible acción.