El amigo Lazaro Maisler, quien pronto comenzará a escribir en Listao, me mandó ayer un interesante artículo escrito por Guillermina Lazzaro, directora de Ashoka, publicado en La Nación y donde trata de explicar brevemente cuál es el ADN de un emprendedor social.
La nota es muy recomendable y destaca dos capacidades fundamentales que caracterizan a los emprendedores sociales más exitosos: la innovación y la comunicación. Sin no cuentan con estas dos habilidades es muy díficil que puedan lograr los objetivos de las organizaciones o emprendimientos que lideren.
Destaco este párrafo del artículo
En este camino, los emprendedores sociales tienen que operar sobre distintas dimensiones que conllevan diferentes desafíos:
- Trabajar en terreno e incidir en políticas públicas. La mayoría de las organizaciones sociales que generan un gran impacto social advierten que necesitan incluir la incidencia en políticas públicas para lograr una verdadera transformación social.
- El combinar trabajo de campo concreto con incidencia en políticas públicas otorga legitimidad a la organización como un actor relevante y necesario. El desafío entonces es lograr ser parte del diseño de la política pública. Es esencial conseguir la distancia suficiente con el sector público para ser respetado como actor, generando una relación de confianza e igualdad que rompa el sistema clientelar.
- Trabajar junto con las empresas para dejar la visión filantrópica tradicional y pasar a pensar conjuntamente en la inversión social de largo plazo, creando relaciones de paridad.
Hay para mi un elemento clave para evaluar el valor de un emprendedor socialy es lo que yo llamo: “Factor de incidencia”. Es decir, cuando cambia el mundo en pos de los valores y objetivos que se plantea. ¿Qué efecto tiene el trabajo de este emprendedor en la sociedad en la que está inmerso? ¿El objeto de su trabajo puede extenderse más allá del trabajo realizado por él y su organización? ¿Puede el trabajo replicarse más allá de la figura de la persona que lidere el producto social?
Desarrollaré más en otros post, ahora los dejo leyendo el artículo que da inicio a este breve reflexión. Para hacerlo, hacé click aquí
Gracias por nombrarme! La nota esta buena y te reflexión aún más.Yo agregaría como característica que debería tener un emprendedor social a la perseverancia. Para mi, innovación, comunicación y factor de incidencia son fundamentales y estoy convencido de que estas particularidades tienen que venir acompañadas de una buena dosis de perseverancia ya que en cualquier sector y no solo en el social, tratar de generar cambios y conciencia sobre determinados temas es una tarea ardua y difícil de transitar.
Saludos.
Desde mi punto de vista un emprendedor que tiene como objetivo romper algún paradigma social debe tener en cuenta el largo plazo (como dice el artículo de La Nación), construyendo una organización con visión e identidad que trascienda al emprendedor mismo y haga propio sus objetivos, cambiar algunos paradigmas sociales puede requerir varias generaciones.
Sin lugar a dudas la influencia en las políticas públicas es fundamental, pero el trabajo en la educación y la formación en cada ámbito de la sociedad resultan imprescindibles para que dichas políticas sea efectivas.
Muy interesante la reflexión, saludos.