El 17 de octubre, a los 85 años, murió Betty Hill, la primera persona que aseguró haber sido abducida por un ovni. El 19 de octubre de 1961 iba con su esposo por la ruta cuando vieron una luz enorme similar a un avión. Se estacionaron y, con prismáticos, alcanzaron a ver ventanas y siluetas en el interior. Asustados, siguieron viaje, pero llegaron a destino con dos inexplicables horas de retraso. Más tarde, fueron sometidos a una terapia hipnótica, en que relataron cómo los extraterrestres los habían secuestrado y sometido a todo tipo de análisis físicos. En su relato, ellos eran calvos, con cabeza en forma de pera y apenas 1,5 metro de estatura. Betty también dibujó un mapa estelar, donde aparecen estrellas cuya existencia se verificó mucho tiempo después. Del futuro de G. W. Bush, lamentablemente, no les dijeron ni una palabra.