¿Cuánto vale una vida?
¿Cuánto cuesta vivirla cuando uno no considera digno hacerlo?
Es lo que plantea la película del director español Alejandro Amenabar.
Ramón, un tetraplégico que desea poner fin a su vida, en un entorno que no comparte su decisión. Rodeado de 3 amores fuertes, cada uno con un modo de entender la vida y la muerte que acompañan cada faceta del sufrimiento del protagonista.
Para quienes estamos a favor de la eutanasia es una exaltación de la insensibilidad e hipocresía de quienes gobiernan. Para quienes están en contra, la posibilidad de ponerse unos minutos en la piel de quien desea la muerte con toda la fuerza que la vida permite.
“Más que vida, dignidad”es lo que brota de Ramón en cada frase. Y no se la permiten. Como a tantos que sufren sus vidas.
Un padre que dice que “Hay una cosa peor que se te muera un hijo… que se te quiera morir” desgarra mientras entendemos que el verdadero amor tira el egoísmo de lado y actúa de acuerdo al amado, aún sin compartir sus valores o ideas, pero respetando su libertad de elegir.
¿Qué vale más? ¿La vida, la dignidad o la libertad?
Es obvio lo que yo elegiría.
¿Y vos?