Madrid – Varios y mis novias del Prado.

Estar en Madrid es como llegar a donde siempre estuve y nunca conocí.

Una ciudad maravillosa donde la gente es muy amable y las calles en zigzag invitan la recorrida a pie.

Me encontrè con mi amigo Diego López (Varios ya lo conocen por sus andanzas) y estuvimos de tapas. Al día siguiente me fui al Museo del Prado, donde según las predicciones de mi amigo “encontraría novia seguro”.

Y así fue.

En la fila empecé a charlar de arte con dos madrileñas simpatiquisismas: María y Amparo. Estuve haciendo toda la recorrida con ellas. Encantadoramente, me iban explicando detalles de obras que yo no conocia y me fueron llevando a descubrir las maravillas de uno de los mejores museos del mundo.

Luego de varias horas juntos, me decidi y les propuse matrimonio a las dos.

Pero me rechazaron. Me dijeron que yo era muy joven para ellas. María tenía 65 y Amparo 70, pero prometieron que la proxima visita a Madrid iban a avisarles a sus nietas que estudian en Barcelona para presentarles a este argentino.

Bueno, no todo se puede en la vida no?

2 opiniones en “Madrid – Varios y mis novias del Prado.”

  1. Debe ser sensacional Madrid, espero que hayas tomado muuuchas fotos y pongas alguna para ver lo que nos perdemos los que no hemos brincado el gran charco, mandale besos para tus novias y para tu amigo Diego.

  2. Con su boina calada, con sus guantes de seda,
    Su sirena varada, sus fiestas de guardar,
    su vuelva usted mañana, su sálvese quien pueda,.
    Su partidita de mus, su fulanita de tal.
    Con su todo es ahora, con su nada es eterno, con su rap y su chotis,
    con su okupa y su skin,
    aunque muera el verano y tenga prisa el invierno, la primavera sabe que la espero en Madrid.
    Con su otoño Velázquez, con su Torre Picasso, su santo
    y su torero, su Atleti, su Borbón,
    sus gordas de Botero, sus hoteles de paso,
    Su taleguito de hash, sus abuelitos al sol.
    Con su hoguera de nieve, su verbena y su duelo,
    Su dieciocho de julio, su catorce de abril.
    A mitad de camino entre el infierno y el cielo.
    yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid.
    Aunque la noche delire como un pájaro en llamas, aunque no dé a la gloria la Puerta de Alcalá,
    aunque la maja desnuda cobre quince y la cama, aunque la maja vestida no se deje besar,
    ‘Pasarelas Cibeles’, cárcel de Yeserías, Puente de los Franceses, tascas de Chamberí,
    ya no sueña aquel niño que soñó que escribía, Corazón de María, no me dejes así…
    Corte de los Milagros, Virgen de la Almudena, chabolas de uralita, Palacio de Cristal,
    con su ‘no pasarán’ con sus ‘vivan las caenas’, su cementerio civil, su banda municipal.
    He llorado en Venecia, me he perdido en Manhattan, he crecido en La Habana, he sido un paria
    en París, México me atormenta, Buenos Aires me mata,
    pero siempre hay un tren que desemboca en Madrid.
    Pero siempre hay un niño que envejece en Madrid,
    pero siempre hay un coche que derrapa en Madrid,
    pero siempre hay un fuego que se enciende en Madrid,
    pero siempre hay un barco que naufraga en Madrid,
    pero siempre hay un sueño que despierta en Madrid,
    pero siempre hay un vuelo de regreso a Madrid.
    COMO OLVIDAR AQUELLAS CALLES ZIGZAGUEANTES EN LAS QUE UNO DESEA PERDERSE, ENCONTRARSE Y VOLVER A PERDERSE UNA Y OTRA VEZ. COMO NO SITAR A “JOAQUIN” SI DE MADRID SE TRATA. SALUDOS A AQUELLA MARAVILLOSA CIUDAD Y A VOS TAMBIEN!! (M!)

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