Noche de guerra, noche de odio.

¿Qué otra cosa podemos esperar para esta navidad?

Cuando levantemos la copa en noche buena muchos sufrirán en la oscuridad el ruido de las balas y el aislamiento de las celdas.

Solo para poner unos pocos ejemplos:

Bush se quiere despedir del reinado del terror con más muerte y planea mandar 30.000 soldados más a Irak el próximo año.

Guantánamo aún está llena de torturados que no tienen cargos y mucho menos un juicio.

En Bangladesh, hay un cuerpo antiterrorista que en lo que va del año ya torturó y asesinó a más de 350 personas en lo que va del año. Según Brad Adams, director para Asia de Human RIghts Watch, “el Batallón de Acción Rápida se ha convertido en el escuadrón de la muerte del gobierno”

En Sudán, hay 200.000 refugiados viviendo en campos cerca de la frontera con Chad, debido a las amenazas militares y paramilitares de estos países.

En Somalía, las Cortes Islámicas se preparan a una guerra contra Etiopíoa. Unos de sus líderes, identificado como Mohammed Bilal, situó la ofensiva en un plazo de entre las próximas 24 y 48 horas y aseguró que la decisión para “librar una guerra a gran escala ya está tomada”.

Ejemplos hay por decenas. Todos implican sangre, lágrimas, huerfános, hambre y dolor.

Cientos van a morir en los próximos días.

Noche de Paz, Noche de Amor.

¿What?

Felices Fiestas.

Hernán (en un país donde el eterno odio no muere, Jorge Julio López no aparece.)