En el primer experimento realizado utilizaron barrilletes y lograron generar 10 kW de energía, lo suficiente para alimentar a 10 casas. Si bien no es un avance significativo, los investigadores planean construir una versión ampliada del proyecto denominado “Laddermill” que daría lugar a la generación de 50 kW de energía. Finalmente buscan construir una versión de 100 MW de su proyecto. Si tiene éxito, esta ampliación del proyecto crearía suficiente energía para 100.000 viviendas.
Los barriletes están conectados mediante una cadena con el generador. Al soplar el viento, el barrilete tira de la cadena y generador convierte esa fuerza en energía.
Según Wubbo Ockels , jefe del proyecto “Laddermill”, los barriletes son una forma barata de utilizar la energía de los vientos de más altura, con mayor poder para generar energía, ya que se mueven más rápido (7 m / seg), a diferencia de los molinos tradicionales que trabajan con vientos más cercanos al piso, que tienen velocidades menores (5 m / seg).
Por desgracia, Ockels predice que la tecnología podría demorar un largo tiempo en llegar al mercado a menos que aparezcan inversiones considerables. Pero si logran que los generadores a base de barriletes salen del laboratorio, se podría silenciar a los críticos de la energía eólica que se quejan de los efectos negativos que los molinos producen en las aves y los paisajes.