Los periodistas que cubren algunos de los vecindarios más pobres de Brasil se encuentran amenazados por los traficantes de drogas y las bandas organizadas que los habitan. Hombres armados y encapuchados amenazaron matar a tres fotógrafos brasileños que cubrían una vista de fin de semana de un candidato a alcalde a una de las favelas de Río de Janeiro, informan el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Los fotógrafos, que cubrían la campaña para la alcaldía para los diarios nacionales “O Globo“, “O Dia” y “Jornal do Brasil”, viajaban por la favela de Vila de Cruzeiro estaban tomando fotos el 26 de julio con Marcelo Crivella, uno de los candidatos a la alcaldía de Río, cuando se les aproximaron al menos dos encapuchados a bordo de una motocicleta, uno de ellos apuntando con un rifle.
Los hombres, supuestamente traficantes de drogas, dijeron a los reporteros que tenían prohibido salir de la favela a menos que borraran todas sus fotografías y agregaron que “quemarían a todos” si se publicaban las fotos.
Los periodistas, cuyos nombres no se han dado a conocer por temor a represalias, aparentaron borrar las fotografías y fueron liberados.
Pero algunas fotos fueron recuperadas: en su edición dominical, “O Globo” publicó una fotografía de Crivella y dos jóvenes.
“Estamos alarmados por los recientes ataques contra los periodistas que cubren temas delicados, como el crimen organizado. Algunas secciones de Río de Janeiro se están volviendo áreas prohibidas para los reporteros” dice el CPJ. “Esto es inaceptable en una democracia como Brasil”.
Fue en la misma favela que el periodista Tim Lopes fue asesinado en Vila Cruzeiro en 2002 por investigar a los traficantes de drogas.
La policía de Río de Janeiro dice que abrió una investigación de las amenazas. Según la SIP, uno de los agresores fue identificado.
Aunque los periodistas que trabajan en áreas rurales aisladas en Brasil son los más vulnerables, los reporteros en los centros urbanos han sufrido recientemente ataques de los miembros de grupos del crimen organizado, dice el CPJ. Un equipo de reporteros de “O Dia” fue secuestrado en mayo mientras investigaba la presencia de paramilitares en Batan. Después de haber estado detenidos al menos siete horas, el equipo fue liberado con la condición de que los periodistas no identificaran a sus supuestos captores.