En Japón, sociedad consumista si las hay, la gente separa la basura en diferentes categorías y cada una es recogida en diferentes días de la semana.
Hasta el momento que llega el camión hay esquinas donde se forman montañas de basura.
Para embellecer sus calles y aprovechar ese espacio gratuito para dejar un mensaje hicieron varias cosas:
- Un famoso ilustrador de Japón hizo un diseño con un personaje de Plaza Sésamo. Las bolsas no pueden comprarse pero se distriubuyen gratuitamente en las escuelas que lo solicitan.
- Otras fueron utilizadas para promocionar la campaña “Mottainai” (Que desperdicio) se diseñaron bolsas con dibujos de animales llorando. Parte de lo recaudado con la venta de estas bolsas se destina a fomentar la plantación de árboles.
Cuántas ideas, en el extremo de la hiperproducción que no ceja…
cuánto foco puesto en “compensar” el gran e inmenso desequilibrio en el que estamos inmersos…
me hacés pensar con tu post
en esta enorme desarmonía del planeta, en la que la sola proliferación de un mosquito nos da pánico…
Creatividad activa…es eso lo que está bueno señalar!!!
Gracias por esta data-post!!
Un saludo.
MARINÍ ACUÑA