Casi todas las religiones o creencias del mundo consideran a la avaricia como una actitud perniciosa, algo así como la acumulación desmedida, el monopolio, uno de los males que no permiten al hombre alcanzar a la más alta divinidad. Incluso para aquellos que no tienen ningún tipo de creencia religiosa puede ser considerada hasta un vicio.
Los niños pequeños en un lenguaje mucho más mundano, tienen una vieja y super conocida frase que hace referencia al tema: “El que come y no convida tiene un sapo en la barriga”, frase que además de hablar de la gula o codicia (otros pecados capitales) habla del egoísmo de no compartir.
Se puede o no coincidir con la creencia religiosa del asunto, pero estimo que en su mayoría acordarán con que muy bueno que digamos no es que uno se quede con toda la torta y no la comparta. Pero como el mundo no suele ser justo, esas cosas pasan en todos los ámbitos: en gobiernos donde los dirigentes están negociando constantemente a su favor en lugar de hacerlo para sacar el mayor beneficio hacia la gente que los puso en su lugar; en mega corporaciones que se comen a las más chicas para que nadie les haga sombra, en trabajos donde el que tiene un poco más de decisión trata que las ideas del que es un simple “pincha papeles” pasen desapercibidas y con el tiempo las termina convirtiendo en propias, o en un ámbito más simple como el hogar donde, a veces, una de las personas vive esperando que le sirvan y preocupándose por sus propios intereses sin molestarse en saber que piensan o quieren los demás, pensando que eso es justo y así deben ser las cosas.
La avaricia no trata solo de dinero, uno puede ser avaro de conocimientos guardándose lo que sabe para que nadie más los sepa, o avaro de sentimientos, dejando que todos lo quieran y no devolviendo el sentimiento por pensar que eso es lo que corresponde.
“Filosofía barata y zapatos de goma” diría Charly, pero en realidad todo el preludio anterior era para mostrarles un video que vi hace mucho tiempo atrás y que al pensar en el tema de querer todo para uno y no conocer el límite, me vino a la mente, ya que a veces, solo a veces, la vida, los Dioses, la Naturaleza o quien sea, nos muestra que sino compartimos y queremos todo para nosotros, guardándonos todo o queriendo siempre obtener más de lo que deberíamos, las cosas se complican.
Como siempre un beso a las damas y un abrazo a los caballeros. Éxitos en todo lo que emprendan.
(Vía @LaloMaisler de cuando escribía para El Errante Montaraz)