Speechless: Huelga de Guionistas

La huelga de guionistas de Hollywood tiene un nuevo capitulo. Esta vez, los actores los apoyan con una campaña de Web TV publicando vídeos sin texto, o con textos simulados mostrando la importancia de la función de los guionistas.

Se pueden ver todos en http://speechlesswithoutwriters.com/

Más info en La Nación.

Gracias Giselle por el dato.

Discurso de Al Gore al recibir el Premio Nobel.

Al Gore recibió el Premio Nobel con un discurso interesante que les recomiendo leer haciendo click aquí (en Inglés)

Y también hablando de discursos de aceptación de Premios Nobel, Doris Lessing, la ganadora de la categoría Literatura, aprovechó para criticar a los bloggers y a Internet en general. Leé más sobre el tema haciendo click aquí (También en inglés).

La mitad del Mundo ya tiene celulares.

La mitad de la población mundial tiene teléfonos móviles

Las suscripciones a la telefonía móvil a nivel mundial treparon a 3.300 millones de clientes, la mitad de la población de mundial, 26 años después del lanzamiento al mercado del primer teléfono celular, dijo la firma de investigaciones Informa.

Desde que en 1981 fueron encendidas las primeras redes de Telefonía Móvil Nórdica (NMT por su sigla en inglés) en Arabia Saudita, Suecia y Noruega, los teléfonos móviles se han convertido en los artículos electrónicos de consumo con el mayor volumen de ventas en el mundo.

“La industria de la telefonía móvil siempre ha superado hasta los pronósticos más optimistas sobre el crecimiento de las suscripciones,” dijo Mark Newman, jefe de investigaciones de Informa en un comunicado.

“Los niños actuales ya no se preguntan si tendrán un teléfono celular, sino cuándo,” afirmó Newman.

En los últimos años, la industria ha tenido un creciente desarrollo en China e India, ayudada por la constante caída de los precios de los teléfonos y de las tarifas de las llamadas. Los vendedores de teléfonos móviles ya miran hacia las zonas rurales de Africa para mantener el crecimiento.

El origen nórdico del primer paso de la telefonía móvil fue la base para el éxito de la finlandesa Nokia y de la sueca Ericsson .
El rápido crecimiento de los mercados de telefonía móvil de Asia, por su parte, ha contribuido a que las coreanas Samsung Electronics y LG Electronics, así como la china ZTE, ocupen un lugar entre los seis mayores fabricantes de teléfonos celulares del mundo.

Pero aunque las suscripciones han alcanzado una suma equivalente al 50 por ciento de la población, esto no significa que la mitad de las personas del mundo tengan un teléfono celular; Informa dijo que 59 países tienen una penetración del 100 por ciento, donde algunos individuos cuentan con más de un equipo.

“La diferencia económica entre los mercados maduros y los países en desarrollo se subraya por las amplias diferencias entre los ingresos por usuario de los operadores,” explicó Informa.

La división 3 de Hutchison Whampoa tiene un ingreso promedio por usuario de poco más de 70 dólares por mes en Gran Bretaña, mientras que el operador de Hutchison en Sri Lankan logra ingresos de 3 dólares por usuario.

Según el Centro de Programas Internacionales de la Oficina del Censo de Estados Unidos, la población mundial alcanzó a las 6.634.294.193 personas el jueves.
Al mismo tiempo, 2.571.563.279 personas utilizaban GSM (Global System for Mobile Communications), la tecnología de telefonía celular más difundida en el mundo, según el organismo comercial internacional Asociación GSM.

La segunda mayor tecnología, CDMA, contaba con 421,4 millones de usuarios a fines de septiembre.

Fuente: Reuters.

Arquitectura Cultural

Navegando en CoolBoom encontré dos nuevos edificios que me llamaron la atención.

El primero es el Teatro Nacional de Beijing en China. Me encantó el diseño. Este complejo teatral tiene en su interior una opera, una sala de conciertos, y dos teatros. Esta obra pertenece a Paul Andreu y se encuentra rodeada por un lago artificial.






El otro edificio que me llamó la atención fue el New Museum of Contemporary Art, inaugurado el 1 de diciembre. Si bien es muy original, sus cortes tan abruscos son demasiado para mi conservadurismo visual.

Beatriz Sarlo Escuela

La máquina cultural. Maestras, traductores y vanguardistas es un ensayo de Beatriz Sarlo (Buenos Aires, 1942) de 1998. A pesar del género del libro, la escritora porteña «relata», de manera casi novelística, tres historias diferentes que hablan de la relación con la «máquina cultural» en la Argentina del siglo XX.

Que se refieran a ella como «La Sarlo», es emblemático del respeto que sienten los ambientes intelectuales argentinos por esta intelectual. La ensayista de Buenos Aires ha sido catedrática de Literatura Argentina, ha dictado cursos en muchas universidades de Estados Unidos y dirige, desde 1978, «Punto de vista», una revista cultural de tendencia socialista que comenzó siendo un órgano casi clandestino y que hoy ocupa un lugar reconocido en la vida cultural de la Argentina. Sarlo ha trabajado sobre literatura popular sentimental, historia del periodismo y de los medios de comunicación, cine y cultura de masas en relación con las producciones artísticas y el papel de los intelectuales. Y la cultura, o mejor las relaciones de diferentes personajes con la producción cultural de su país, es el enfoque de este ensayo.

El libro está dividido en tres partes y en cada una se relata una historia de difusión de cultura: la de una maestra de escuela en los años veinte, la de la traductora y animadora cultural Victoria Ocampo en el mismo período y la de un grupo de cineastas vanguardistas en los años setenta.

Rosa del Río es una joven maestra nacionalista y su relación con la «máquina cultural» es de imposición y consolidación. Enseña en las escuelitas de los barrios pobres de Buenos Aires, poblados, al comienzo del siglo XX, por muchos inmigrantes en busca de una nacionalidad que la maestra les inculca, inclusive con la violencia, como si fuese legítimo imponer el derecho a la nacionalidad. Rosa piensa utilizar métodos personales en la enseñanza, pero en realidad es completamente conforme a las disposiciones del Estado. Sarlo relata la historia en primera persona, intentando entender y explicar las motivaciones de la maestra, e inserta muchas citas extraídas de los libros de lectura de la época, en las que se nota el «afán» en busca de una nacionalidad.

La segunda parte está dedicada a la traductora, viajera e intérprete de culturas extranjeras Victoria Ocampo. Esta joven rica y cultivada pertenecía a la elite porteña y creó la revista «Sur», que difundió la cultura europea en Argentina. La relación de Ocampo con la «máquina cultural» es diferente de la de Rosa del Río. Sarlo la explica de esta forma: «La máquina cultural es allí una máquina de traducir lenguas y libros, de interpretar, de imitar, de trasladar objetos, de moverse en el espacio. Victoria Ocampo vivió bajo el signo de la traducción, que no es un signo pacífico» (p. 280). Sarlo nos cuenta el conflicto lingüístico de esta mujer, que escribe en una lengua materna que no es la suya (el francés frente al español). Ocampo cree que la relación entre la cultura argentina y la europea es posible y es de integración y de síntesis. En realidad, como se nota a través de los malentendidos que se crean con algunos de sus amigos intelectuales, la relación es conflictiva por el carácter secundario y periférico de la cultura argentina.

En la tercera parte los protagonistas son unos cineastas vanguardistas de los años setenta, un período clave en la historia contemporánea de la Argentina. Estos chicos grabaron en una noche media docena de cortometrajes para proyectarlos en un acto político. Sarlo relata de manera nítida cada film que fue grabado, casi como los observase a través del objetivo de una cámara. Se trata de films que hablan de la censura pero lo importante no es el sujeto de las películas sino de qué manera fueron acogidas por los vanguardistas políticos. Sarlo subraya la fractura entre la vanguardia estética, representada por los cineastas, que piensan que sus trabajos son políticos más por su forma que por su mensaje (que es, a veces, desacralizador), y la vanguardia política y revolucionaria.

La característica del ensayo es que debe de tener algo de ciencia y algo de literatura, o sea tendría que tener una exposición clara y sistemática y ser estéticamente bello. Esto no se verifica para todos los ensayistas, porque a veces son simplemente «técnicos» de un determinado tema. Beatriz Sarlo responde perfectamente a las demandas del género: su obra es una obra de crítica pura pero puede ser leída con placer estético, tiene la capacidad de combinar el rigor crítico con la elegancia de su estilo. Al leer este ensayo se nota que la estructura argumentativa en la que se basan los temas es impecable, el enfoque es nuevo y original: Sarlo, como en todas sus obras, analiza la realidad y la historia a partir de premisas nuevas y se plantea problemas culturales que nadie, antes de ella, se había puesto.

En este ensayo más que en otros la autora se ha fijado en la estructura narrativa; la novedad de La máquina cultural es precisamente la escritura, que a veces parece casi novelística, pero sin perder el rigor crítico que la caracteriza: en este libro la ensayista porteña utiliza la primera persona para relatar la historia de la maestra, como si se tratara de una ficción, para luego volver a la tercera persona con la que reconstruye la historia de Ocampo y de los vanguardistas.