Si bien la mayoría de los trabajadores involucrados con las nuevas tecnologías sueñan algún día de formar una empresa similar a Google, algunos ya viven ese sueño como real.
Más allá de las ventajas al CV de pertener a la empresa más importante de la Red, el ser empleado de esta compañía tiene varias ventajas que muchas empresas, y organizaciones, podrían copiar.
En este post, les dejo algunas fotos de la oficina que Google tiene en Zurich, Suiza, que ví en una nota del diario EL MUNDO.
Si bien no tienen una guardería está permitido traer a los hijos a la oficina. Incluso se pueden traer a las mascotas.
Las salas de reuniones del edificio tienen nombres sacados de series de televisión y películas famosas. Estos iglúes están en el área de la Guerra de las Galaxias y son auténticos refugios que han sido utilizados en misiones científicas en la Antártida.
Google es más que una oficina. Los trabajadores quedan en la sede para realizar actividades conjuntas y fiestas de forma periódica y no es raro encontrar grupos para prácticamente cualquier actividad o deporte, desde ciclismo hasta esquí alpino. Además del famoso 20% del tiempo de trabajo que cada uno puede dedicar a proyectos personales hay un 10% de libre disposición absoluta.
Los trabajadores pasan sólo una fracción de su tiempo en la mesa de trabajo. A menudo trabajan con el portátil en las zonas de descanso, en pequeños grupos. Esto favorece la creatividad y la sociabilidad.
La biblioteca es una de las salas más sorprendentes del edificio y la que mejores vistas tiene. Un área de descanso con una inmensa cocina y una chimenea ‘virtual’. Todo el mobiliario es reciclado o proviene de tiendas de segunda mano.
El servicio técnico está en un área del edificio decorada con ambiente hawaiano. Aquí se puede venir a buscar un cable o arreglar un portátil que falla. Las zonas de esparcimiento están repartidas por todo el edificio para que los ‘Googlers’ caminen y se vean las caras.
Las áreas de trabajo son siempre abiertas. Para tener privacidad durante una llamada hay que ‘encerrarse’ en una de las múltiples cabinas repartidas por el edificio. Todas las paredes del edificio tienen pizarras porque nunca se sabe en qué momento puede surgir una buena idea.
El salón de agua es una zona de paz y relajación en el edificio. Hay sillones de masaje y la iluminación es mínima. Es el lugar idóneo para echarse una siesta o descansar antes de una reunión.
La sala de masaje es casi un santuario. Los sillones vibradores son gratuitos. Los que da el masajista hay que pagarlos, pero están subvencionados y son muy económicos. La compañía regala bonos de masaje, además, en fechas señaladas.
En cada planta hay al menos dos áreas de descanso con comida y bebida -por supuesto, gratis-. Refrescos, jugos y café, mucho café, pero también cereales, chocolates, helado, patatas fritas, fruta y una amplia selección de snacks saludables que intentan compensar el exceso de carbohidratos.
La administración del trabajo es libre. Cada empleado trabaja y descansa cuando quiere. Pero los plazos de entrega y de desarrollo deben cumplirse estrictamente.
Para bajar de un piso a otro, no hace falta esperar el ascensor. Basta con sentirse bombero, o Batman.
El espacio de trabajo es pequeño pero las áreas de reunión son muy amplias y temáticas. Esta cabina es de un auténtico teleférico y está situada en una planta decorada con fotos y objetos que recuerdan a una estación de esquí en los Alpes.
El tobogán conecta la zona de oficinas de la primera planta con la cafetería y el gimnasio. Para bajar a comer no hay que esperar al ascensor. A los recién llegados se les hace bajar por él para su presentación en sociedad. Tienen que llevar, también, un ridículo sombrero de colores durante unas horas.
La cafetería sirve desayuno, comida y cena preparados por cocineros contratados exclusivamente para el edificio. Hay comida para vegetarianos, dos platos principales, un buffet de ensaladas y toda la comida se intenta hacer con ingredientes locales.
El trabajo a toda hora, y la comida gratis hace que los recién llegados aumenten de peso muy rápido. Para luchar contra esta tendencia existe un gimnasio en la planta baja. Por supuesto, es gratis.
Más allá de todo esto, la gente SI trabaja. Esta es un área de oficina convencional. Dos pantallas es el estándar -ahorra tiempo y aumenta la productividad- y los puestos se escogen libremente.