Una de las preguntas que nos hacíamos todos los que seguimos la campaña online de Barak Obama era ¿Qué haría con la gran base de datos de 13 millones de seguidores, voluntarios, ciberactivistas, donantes construída durante las primarias y las elecciones generales luego de asumir como presidente de los EEUU.
Si se entra al sitio de Obama hoy, lo que encontramos es una splash page que nos invita a donar $15, $30 o $35 dólares y llevarse un souvenir de recuerdo.
La invitación a seguir donando ha llegado con mucha frecuencia en los últimos emails produciendo un incremento en las desuscripciones. En una nota en Politico.com analizan como en las semanas que pasaron desde las elecciones, la coherente presencia online de Obama se fragmentaron en distintas estrategias de recaudacion de fondos, en la Webtv en YouTube y los llamados para activismo.
Además de pedidos de donación, los emails pedían ayuda para las víctimas de los incendios forestales de California, invitaron a realizar preguntas al equipo de transición, impulsaron a 500000 a responder una encuesta sobre que les gustaría hacer ahora a los seguidores de Obama y colaboraron para organizar miles de reuniones en las casas de los voluntarios durante todo un fin de semana para deliberar y encontrar la respuesta de como mantener la energía lograda durante la campaña una vez que su candidato comience a gobernar.
Hay algunas cuestiones legales acerca de lo que Obama puede hacer con su lista de emails después de su juramento como presidente y los que están detrás de su estrategia web reconocen que todavía están analizando como Obama utilizará la Internet desde la Casa Blanca. Hasta ahora, sin embargo, han mantenido el secreto sobre sus planes futuros.
Joe Rospars, jefe de comunicación online dijo que “una vez en el gobierno la comunicación será más sistematizada”. Además explicó que “el desafío con los temas de gobierno, tal como estamos viendo en la transición, es diferente que el existente durante la campaña, obviamente porque la relación también es diferente”. Durante la campaña ya había explicado: “Tenemos una relación entre Barack Obama y toda la gente que lo apoya y apoya sus ideas. Cuando se convierta en presidente él será el presidente de toda la gente”.
El equipo que trabaja en el sitio change.gov se focaliza más “en la transparencia y accesibilidad que en implementar una agenda legislativa y en generar organización política”.
En los 18 días que siguieron a la elección, la campaña de Obama reportó donaciones por U$S1.2 millones de 4200 contribuciones. Durante la campaña Obama recaudaba un mínimo de 1 millón de dolares por día al final de su campaña.
Cada oportunidad de anuncios fue también una oportunidad de recaudación de fondos. Por ejemplo en el email donde presentaba su equipo económico y de defensa se incluía un pedido directo de donación para enfrentar los desafíos de la transición.
Estos pedidos tan continuos han generado algunas críticas y pedidos para que el equipo online de Obama cambie algunas de sus practicas. Dahlia Lithwick, editora senior de Slate, publicó un artículo títulado “Querído Señor Presidente electo, por favor quiteme de su lista de Spam” donde se queja de que le sigan pidiendo dinero una vez decidida la elección.
Mimi Swartz, periodista y seguidor de Obama supporter, tituló en su blog un post titled “Si, Nosotros hacemos Spam!” comparando las apariciones de estos emails en su bandeja de entrada como “un novio con el que rompiste y que intenta ser amigo. Sigue escribiendo y escribiendo”
¿Donde debe detenerse la campaña de Obama?
Es complicado saber que hacer con una base de datos de este tipo fundada en un evento específico y destinada a conseguir un objetivo acotado en el tiempo.
La gente se sumó a esta campaña online con la esperanza de ayudar a su candidato a ganar las elecciones. Con el mismo sentido aportaron económicamente a esta campaña.
Yo creo que el equipo de Obama tiene la oportunidad de utilizar esa poderosa herramienta para ampliar la participación democrática de los americanos que durante estos últimos años viene tan golpeada.
¿Por qué no usar esos voluntarios para empezar a trabajar en proyectos de presupuestos participativos? ¿Por qué no contactarse con organizaciones de base para aportar esas donaciones y esa fuerza de trabajo voluntaria directamente donde se necesita la ayuda?
Hay miles de posibilidades para el futuro, pero la clave es ver hasta donde Obama quiere un cambio real, donde los votantes se conviertan en ciudadanos activos y dejen su tradicional pasividad de 4 años entre elección y elección. Veremos como resulta.