Acabo de leer una nota interesante en Forbes sobre los grandes multimillonarios que ahora se acercan al tercer sector generando un cambio importante. Abajo mi traducción para Listao.
Grandes multimillonarios son los nuevos filántropos
Es el caso de Warren Buffett, quien encabeza la lista de las personas más ricas del mundo, quien se comprometió a la mayor parte de su fortuna a la fundación caritativa hasta ahora financiada por la el hombre a quien Buffet reemplazó del ranking, William H. Gates III, más conocido como Bill Gates.
Esta situación impulsa una nueva ola de filantropía “empresarial”, dejando de lado intereses tradicionales de este sector como por ejemplo, el arte, para pasar a buscar proyectos basados en dar respuesta a grandes cuestiones sociales mundiales, particularmente la pobreza, la salud y la educación.
Ellos podrían hacerlo. Buffet está tercerizando esta responsabilidad en Gates, quien es aún joven, y tiene la energía necesaria para volcar toda su experiencia en el mundo de los negocios para trabajar a escala mundial y aplicar sus habilidades en esta nueva tarea solidaria.
Acostumbrados a fijar objetivos rigurosos de evaluación comparativa, a rendir cuentas y asegurar la eficiencia operativa, los nuevos filántropos tratan de maximizar el impacto social de sus acciones, al igual que anteriormente trataban de maximizar el valor para los accionistas de sus empresas. Cómodos con la innovación, creen que pueden desarrollar nuevos productos y servicios, a través de la tecnología, que hará tener un impacto significativo.
Bill Gates ha prometido que en Julio abandonará su cargo en Microsoft para dedicarse tiempo completo a la Fundación Bill y Melinda Gates. Previamente estuvo vendiendo 20 millones de acciones de Microsoft cada trimestre y donando las ganancias a su fundación. Actualmente, la fundación tiene activos por 37.000 millones de dólares.
Buffett se comprometió en el 2006 a dar la mayoría de sus acciones de Berkshire Hathaway a la caridad, en su mayoría a la fundación Gates, a través de entregas anuales de un 5% durante los próximos 20 años.
Aún si ajustaramos los valores de acuerdo a la inflación, Buffett estará donando más dinero que John D. Rockefeller o Andrew Carnegie . Y al parecer, se necesitan recursos de esta magnitud para verdaderamente hacer mella en cualquiera de los más importantes problemas del mundo. Vale la pena recordar que ningún filántropo ha resuelto un problema a escala mundial desde que Carnegie brindó acceso universal para los pobres a los libros a través de bibliotecas, o cuando Rockefeller utilizó sus miles de millones para financiar la investigación que condujo a la erradicación de la poliomielitis.
La ambición de Gates se encuentra en una escala similar: Tiene como nuevo objetivo de vida erradicar las 20 principales enfermedades del mundo.
Carlos Slim, el empresario mexicano que es ahora la segunda persona más rica del mundo, se burla de Buffett y Gates de quienes dice “que van dando vueltas por ahí como Santa Claus”. En general, los multimillonarios de América Latina no tienen un registro de donaciones comparables a Buffett o Gates, y en la región la legislación fiscal, a diferencia de la existente en los EE.UU., no sirve para alentar la filantropía.
Sin embargo Slim donó 100 millones de dólares el año pasado a la fundación dirigida por el ex Presidente de los EE.UU. Bill Clinton. En total, se ha comprometido a aportar cerca de 7 mil millones de dólares en efectivo y en acciones para financiar la educación y la salud y algunos proyectos para revitalizar la Ciudad de México. “Nuestro concepto se enfoca en realizar y resolver las cosas, en lugar de dar”, dijo al anunciar en marzo de 2007 una donación de 450 millones de dólares para la atención de la salud y la investigación.
Gates y sus pares dirán que están haciendo lo mismo. La mayoría toman en sus manos la filantropía del mismo modo que lo hicieron con sus empresas. Lo mejor que tienen es la amplitud de mente para unir los baches existentes entre la salud y cuestiones sociales más amplias. ¿Cómo se puede lograr que una persona pobre a tomar una dosis de la medicina cuando están demasiado desnutridos para tragar?
La fundación Gates, por su parte, están trabajando en esta línea borrando las fronteras entre la medicina, la agricultura y la micro-financiación. En enero, anunció a 306 millones de dólares en subvenciones agrícolas “destinadas a impulsar los rendimientos y los ingresos de millones de pequeños agricultores en África y en otras partes del mundo en desarrollo para que puedan levantarse a sí mismos y sacar a sus familias del hambre y la pobreza.”
Al igual que otras fundaciones, se encuentran en el negocio de promover una buena infraestructura social, la apertura de los mercados, el imperio de la ley, la transparencia en los gobiernos. Esta es la globalización y la modernización de lo que Rockefeller llama el “negocio de la beneficencia”. Es posible que esto genere algunos conflictos con algunos gobiernos alrededor del mundo.
Es lo que ya está sucediendo en la India, donde la el multimillonario Anjil Agarwal está tratando de usar 1000 millones de dólares en crear una universidad de élite que espera que se convierta en la competencia india de instituciones reconocidas mundialmente como Stanford, Harvard y Oxford.
Será interesante ver cómo los 100 millones de dólares del programa que el banco de inversiones Goldman Sachs anunció esta semana, para educar mujeres en las áreas de negocios y gestión en África, Asia y el Oriente Medio, se recibirán en los países donde las mujeres no han tenido tradicionalmente acceso a ese tipo de educación. Thomas Robertson, decano de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania, uno de los que participan las escuelas de negocios, observa que “serán interesante analizar el resultado que se produzcan cuando las estudiantes regresen a su estructura familiar, o a su comunidad para ver como aplicarán lo que aprendieron.”