¿Por qué enseño?

 

P0nja nos explica en su blog “Vida en Línea” porqué enseña.


Enseñanza

 

¿Por qué enseño? Porque no sé. Y como no sé, me pregunto, escucho preguntas, intento respuestas… es un ejercicio mental, la presión del eterno e infantil “¿Por qué?”, molesto, insolente, permanente, taladrándome la espalda, el cerebro, la razón, la conciencia, el alma.

 

Pero no enseño sólo por curiosidad porque ser maestro se siente acá, es incómodo y sublime y es una especie de enfermedad inevitable. No sé hacer otra cosa salvo estar con ellos, e intentar respuestas. Soy maestro porque estamos todos locos y somos soberbios y pensamos que somos imprescindibles, y estamos convencidos de que ellos nos aman, que los suyos nos valoran, que todos los demás nos respetan y que esto es realmente importante. Pero está bien y hasta aceptamos cuando no sucede…

 

Soy maestro porque somos capaces de dar nuestra vida por esto, y cuando digo nuestra vida quiero decir eso, nuestra vida, en el país que piensa que la educación es un gasto, y que maestro es cualquiera, nuestra vida, en donde el stress es la enfermedad docente más extendida.

 

Soy maestro por la prosa intrincada de Roberto Arlt, la magistral capacidad de creación de climas de Rodolfo Walsh y la facilidad de pista de patinaje con que García Márquez se deslizaba entre las palabras del diario El Espectador.

 

Soy maestro porque peleo, peleo contra superiores que no creen en lo que creo, que me miran como si fuera un chico de ocho años, peleo contra instituciones que no te pagan y te dan horas de clase como si te hicieran un favor.

 

Peleo contra un sistema que a diario te dice: -Este lugar no es tuyo, en realidad, es tuyo por hoy, pero vas a tener que volver a ganártelo mañana.

 

Soy maestro por los chicos que me conocen hoy pero que jamás voy a conocer de grande. También soy maestro porque soy un monstruo y porque pienso “hoy no pasó nada, sólo enseñé la multiplicación o la primera guerra mundial o leímos un cuento” cuando miles mueren y otros nacen y lo que en realidad no hay, es un nuevo acto del pésimo teleteatro de la dirigencia.

 

Soy maestro por la enorme capacidad de seducción de los relatos de Eduardo Galeano y por la dulce torpeza de Juan Gelman y por el asombro de las crónicas del gordo Soriano y por Recuerdo de la Muerte, el libro de Bonazzo.

 

Soy maestro porque Borges fue maestro, así como Cortázar, el hombre de la erre gutural y el relato fantástico…

 

Soy maestro porque me enojo. Y porque en un pueblo perdido de Tailandia, pensaban que yo era una persona importante cuando dije que era maestro. Hay en nosotros, alguna cosa desprolija, algo que no cierra, un error de fabricación, hay algo de toque de mesa de saldos en los tipos que andamos por ahí entre los chicos, buscando sabe Dios qué cosa extraer de ellos; sí claro: una idea, una reflexión, una chispa de algo, un nuevo genio, un tipo entero, una efímera posteridad o un nuevo error. Niños molestos, preguntones, perseguidores de la verdad, ingenuos, miserables, somos especialistas en todo.

 

Alguien decía que el maestro es el tipo que completa su educación en público. Irrespetuosos, frívolos y cándidos, relatores de anécdotas tan falsas que merecen ser ciertas, habitantes de la actualidad, pasajeros de claustros, testigos.

 

Es incurable, una permanente e incómoda sensación de necesidad pero llevo puesto mi destino y ya nadie puede librarme de lo que soy.


Entrevista inédita a Borges

Comparto con uds una entrevista exclusiva de a Jorge Luis Borges realizada por un gran amigo y escritor Benjamín von der Becke para el programa Fuera de la Nada, Radio Universidad de La Plata. Fue realizada a principios de la década del 80.

¿Cómo vive la soledad?

Tengo algunos amigos que están en la Recoleta. Conocidos de mi generación están – Ricardo Molinari, pero nunca fue muy amigo mío. Adolfo Bioy Casares es amigo, mucho menor que yo, pero vive un poco lejos … luego hay gente que viene a trabajar conmigo, secretaria no puedo tener, porque no puedo pagarle.. Y ahora estoy dirigiendo con Maria Kodama una serie de cien libros, y estoy escribiendo un prólogo para cada uno, los prólogos son de 40 líneas pero yo quiero que salgan bien.

¿Se acuerda del Hombre que fue Jueves de Chesterton?

Claro, cómo no me voy a acordar! Ayer casualmente nos acordábamos con Octavio Paz de este libro. Hubo un traductor francés, que le tenía rabia a Chesterton que lo tradujo como “Un Hombre llamado Jueves”, le quitó toda la gracia.

Chesterton era un gran escritor. Había un amigo de él – que era sacerdote católico – al que le dijeron que apresurara el camino de conversión de Chesterton y él dijo que no, que a cualquier cosa que le decía le encontraba una réplica ingeniosa y que era mejor que llegara solo. Y llegó. En Roma tuvo una entrevista con el Papa, estuvieron hablando una hora y cuando Chesterton salió, estaba muerto de risa, muy contento y recordaba esa entrevista por un tiempo, pero nunca le dijo a nadie qué le había dicho y qué le había dicho él al Papa.

Tiene metáforas espléndidas, tiene metáforas sobre el mármol con el fuego, parece difícil, son cosas elementales: “mármol como luz de luna maciza: como un fuego congelado”… Qué diría Lugones, eso es del año 1902. Ahora,a Chesterton creo que lo ha perjudicado el hecho de que se lo vea como católico, en Inglaterra la gente une el nombre Belloc al de Chesterton y hasta han hecho un monstruo,entre las dos partes y Chesterton es muy superior.

Yo no sé si conviene que un escritor tenga opiniones tan firmes. Por ejemplo el caso de Lugones, ha pasado por todos los partidos: empezó siendo anarquista, luego socialista, luego partidario de los aliados, durante la guerra, empezó siendo ateo terminó siendo católico; la gente lo juzga por su última encarnación nada más. Al final se juzga a los escritores por sus opiniones: Kipling en función del Imperio Británico, Whitman sobre la Democracia, Neruda por comunista…

¿Y a usted por qué lo van a juzgar?

No, a mi me tienen catalogado como fascista. A mi me honraron en Santiago de Chile con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad entonces yo fui a Chile a recibir ese título. El Presidente me invitó a su casa, y yo no le podía decir que no. Si voy a un país para que me honre con un título, no tengo porqué ser agresivo desechando una invitación del presidente. Entonces todos están convencidos de que yo soy nazi. Y todo lo que yo haga o diga es inútil.

Y ahora otra cosa, para coronar esa es que el Templo de Santiago de Chile, desde hace cuatro o cinco años está pidiendo el Premio Nobel para mí, a Estocolmo. Y ahora he recibido una invitación para Paraguay. Con todo esto (se ríe) estoy. perdido. Ha quedado esa imagen de que soy fascista. Y eso es más fuerte que todo lo que diga o haga. Pero volviendo a lo de Chesterton, la conversión es algo` la cual uno puede llegar a aspirarla o llega sola.

Por ejemplo, ¿su madre era católica?

Sí. Pero mi abuela era anglicana. Ahora la familia era metodista. Mi abuela sabía la Biblia de memoria. Yo decía un versículo cualquiera y ella decía: “Libro de los Reyes“, tal capítulo y seguía adelante.

¿Le leen alguna vez la Biblia?

Sí, muchas veces.

¿Usted sigue rezando el Padrenuestro todos los días?

Sí, de acuerdo a como me lo había enseñado mi madre. Yo me acuerdo una vez que salíamos del Santuario del Buda que es un edificio de madera, con una cúpula y casi toda la cúpula es la cabeza del Buda, que está sentado y tiene una cara terrible, entonces salimos, almorzamos con un monje, y uno que iba con nosotros le preguntó: -La gran imagen del Buda es de madera no? por lo que el monje le contestó: -Sí, señor, es de madera.

Entonces otro que estaba en nuestro grupo, dejó pasar un tiempo prudencial, y le preguntó nuevamente:-¿De qué está hecha la imagen del Buda? Y el monje le contestó -sin ser mal educado- -De bronce, señor

Usted que estuvo en Japón, – ¿Serán felices los japoneses?

Parece un pueblo tan frío. No tienen la felicidad de los países latinos

Yo no sé verdaderamente, ¡porque son tan reservados! En cambio en Egipto, en Grecia, a usted lo aturden, en el Cairo usted toma un taxi, al rato sube otra persona, como si fuera un colectivo y se ponen a charlar con el chofer, luego hay un desvío ponque hay que dejar a cada persona en su casa…Y todos charlan entre ellos. Tan distintos a los japoneses.

Y la India ¿cómo será? Será un país terrible, verdad?

El que está maravillado de la India es Octavio Paz. Ese fatalismo, ese dramatismo que existe. No sé quien fue a la India y tuvo la oportunidad de conversar con un mendigo ciego. -Qué terrible -dijo el primero- a lo que el ciego le con testó: -No, si Dios lo ha querido así por algo debe ser. Y Ghandi dijo que construir un hospital era una obra de vanidad y al mismo tiempo era errónea porque simplemente demora a los enfermos para pagar su deuda. De modo que es malo para quien lo construye y para los pacientes también.

Lo mismo ese culto a las vacas..

Sí, que consiste en dejar morir de hambre por no comer las vacas; sagradas. A mi me gustó mucho la película “Pasaje a la India”. Muestra la realidad fatalista de ese país..

¿Alguna vez sintió pasión por la política ?

No, sufrí la pasión por la política. Mi madre estuvo presa mi hermana, también y un sobrino mío.

Uno de los generales ha dicho que si lo condenan a la cárcel va a suicidarse porque no soporta la cárcel, claro lo tendría que haber pensado cuando tenía a esos jóvenes detenidos en la clandestinidad …. Yo cuando he vuelto del Japón, un país admirable, me encontré con la gente que no me preguntaba sobre el Japón, casi todos me preguntaban qué piensan en Japón de los argentinos…

¿Usted piensa que un escritor tiene que estar comprometido con su tiempo?

Claramente lo está. Creo que no podemos dejar de ser modernos o contemporáneos. Sería muy raro que un escritor lograra vivir en el pasado o en el porvenir…

¿Pero no corre a veces el riesgo de estar rodeado de un mundo que él mismo va creando?

Yo no me siento culpable, aunque quizá seamos un poco cómplices, y víctimas también. Y no sé, cuando escribo me siento bastante feliz, ahora no tanto porque tengo que dictar, pero cuando yo tenía vista me sentía muy contento, cuando trabajamos con Bioy Casares – en esa serie de cuentos policiales nos reíamos los dos, nos hacía mucha gracia, Silvina Ocampo nos veía riendo y venía a ver qué pasaba, nosotros le mostrábamos el cuento y entonces tristemente se iba…

Esa experiencia de escribir con otras personas ¿es algo que usted ha podido hacer muchas veces?

No, yo he podido hacer eso con Bioy Casares y con Alicia Jurado; pero con Alicia es distinto, hicimos compilaciones, resúmenes de lo que hemos leído, pero no creación, en cambio en el caso de Bioy sí. Con otros amigos intentamos y fracasamos…

¿Cuáles son las cualidades que piensa usted que tiene tener un escritor?

Yo coincido con Stevenson, la principal es la ética, sin ética…Uno debe ser leal a lo que se ha propuesto. Yo tuve una discusión con el poeta Gerardo Diego, español, para él la literatura es un juego verbal. Yo considero que debe ser algo más.

Yo creo que uno escribe no sólo por medio de las palabras sino a pesar de las palabras.

Lo más importante en la poesía es la emoción. Creo que Poe dijo que la ejecución de un poema es una tarea intelectual. Estudió que los sonidos más repetidos en inglés son la “e” y la “o” y así llegó a la palabra “evermore”, luego dijo por qué alguien va a repetir al fina1 de cada – estrofa la palabra “evermore”, entonces pensó en un ser irracional, entonces pensó en un loro, pero el color verde carece de intensidad poética y estaba leyendo un libro de Dickens en que aparece un cuervo que habla y toma inmediatamente el cuervo. Había llegado a la idea de un cuervo que solo le señala una palabra que es “evermore”. Luego se dijo este cuervo tiene que destacarse, entonces pensó en la negrura del cuervo y en la blancura del mármol y según él fue guiándose por temas lógicos hasta llegar al poema…

¿Esto lo habrá pensado Poe antes del poema o después para justificar el poema que hizo?

Yo creo que se le ocurrió escandalizar a la gente, él era un gran poeta romántico y quiso escandalizar a la gente, simulando que este poema no es obra de la emoción causada por la muerte de una mujer querida, sino que es una obra intelectual. Tengo la impresión de que no ha convencido a nadie…Yo creo que sin emoción no puede hacerse poesía. Si no sería superfluo hacerlo. Por eso esa idea que Gerardo Diego tenía de que la poesía es un arte combinatorio me parece falsa.

Paul Eluard decía que el primer verso lo dictaban los dioses y después uno completaba el resto

Sí. Yo creo que siempre empieza con una pequeña inspiración. Importa también la entonaci6n y la sintaxis. Kipling en un libro dice: Si no me hubieran dicho que era el amor yo hubiera creído que era una espada desnuda. Es una metáfora imposible por que nadie confunde el amor con una espada desnuda; ahora vamos a suponer la misma idea pero con una sintaxis distinta, supongamos que Kipling hubiera escrito “el amor es despiadado como una espada” ya no sería eficaz o sea que es importante la entonación.

Cuando yo era joven todos estábamos en la gravitación de Lugones y Lugones escribió que el elemento esencial de la poesía era la metáfora, pe- ro yo he leído poesía japonesa o alemana o inglesa y estoy casi seguro que esa poesía prescinde de metáforas; en cambio lo que abunda en la poesía japonesa es el contraste, yo siempre me acuerdo de este ejemplo: “sobre la gran campana de bronce posaba una mariposa” y el efecto es el contraste entre la campana que uno siente como enorme y perdurable y la mariposa frágil y momentánea. Cada año se componen un millón de jaiku. En el Japón, todo el mundo versifica. Por ejemplo uno va de visita a una casa y para celebrar esa visita los miembros de la familia escriben versos tankas.

¿Cómo puede hacer el poeta, que vive tratando de plasmar intuiciones, para sobrevivir?

Nadie económicamente vive de su poesía. Lo que pasa es que a mi no me gusta lo que yo escribo, pero si no escribo me parece que soy un traidor, que mi destino es escribir. Desgraciadamente perdí mi vista hacia el año 55 y entonces sigo planeando y aprovechando la gente que viene aquí, pues les dicto algo. Ahora va a salir un libro mío, que se llama Los Conjurados, me dijeron que se precisaban treinta composiciones para un libro.

¿Qué idea tiene de la fama?

Es incómoda, por eso yo admiro tanto a Ginebra, cada vez que voy a Europa paso por Ginebra, allí nadie me conoce, yo camino por la calle y nadie me saluda. En cambio aquí me piden autógrafos, seguro- que los pierden inmediatamente ¿qué van a hacer con esos papeles?…

Yo estuve en USA y sabe que ahí en las universidades hablando con los estudiantes sobre Argentina muchos demostraban un desconocimiento supino pero me decían: Argentina, Borges, Perón; y yo digo lo que es el tiempo, que une paradójicamente dos nombres.

Bueno, pero más raro es lo que me sucedió ayer. Vino vernos un señor y me dijo: traigo una noticia bomba: eso no auguraba nada bueno. ¿Cuál? dije yo, usted se va a hacer famoso, se va a hacer rico, yo también.

¿De qué se trata le dije yo, de la piedra fi1osofal?

No, no es eso: se trata de un libro de Borges sobre Perón, si usted no tiene ganas lo firma simplemete, lo importante es eso: un libro de Borges sobre Perón yo le dije que en realidad tema no me interesa, pero dijo: no importa, ponemos en la tapa un retrato de Perón y ponemos un título destacado Jorge Luis Borges-Perón, después amainó un poco y me dijo: ¿Por qué no escribe un libro sobre Maquiavelo?
– No, porque no me interesa el tema.
– No importa, yo le traigo el temario sobre temas que usted no ha tratado nunca y va a escribir sobre Maquiavelo, sobre Marx, sobre Hegel.
Yo le dije que no me interesaba y quedé muy nervioso; este señor, tenga cuidado con él, es tucumano, se llama Taboada.

Usted muchos de sus cuentos los asume oníricamente ¿no es cierto?

Me son dados en sueños…

Sabe que yo alrededor de 1917 leí a Schopenhauer en inglés y decidí leerlo en alemán, tomé un diccionario alemán inglés y al principio debía consultarlo para cada palabra, al cabo de unos meses leí un poema que sentí en alemán y me sentí muy feliz y lloré de emoción. He leído a Rilke, he leído a Holdering. Leí mucha poesía alemana como estos versos de un poeta comunista “la música, la música puede salvarnos de la muerte”. Leí a George Trakl un libro con un título muy lindo “El Día más Joven”. ¿Sabe cuál es el día más joven? el del juicio final, es el día más joven, es el último