Esos días oscuros, donde esperando
una lluvia que no vino,
y unos besos que se fueron
entre lagrimas y penas
entre sábanas de hospital.
Y de mi egoismo,
que te quería cerca
brotaron mis palabras
de bilis iriente,
de triste bronca.
Necesitaba de nuevo
tu perfume en mi piel.
Vos sabés que sin él
el sosiego nunca me atraparía.
Y esos ojos,
que me miren,
que se abran a mi.
Y que tu continuidad me alcance.
Tu continuidad que emociona
tu fluir que me invita
a sumergirme
y a ahogarme la boca,
en tu río
para finalmente pronunciar las palabras,
que nunca he dicho,
que nunca esperas oir,
pero que desde siempre morí por decirte.
Histericos.
Una raza en expansión.
Un aplauso para Tao que ha vuelto a publicar cosas de él, y…deleitante!!!
saludos