Hace 40 años asesinaban a Martin Luther King, Jr.

Martin Luther King, Jr.
1929 — 1968

Este reverendo estadounidense que fue premio Nobel de la Paz, gracias a tu labor como uno de los principales líderes del movimiento para la defensa de los derechos fundamentales e importante valedor de la resistencia no violenta ante la discriminación racial.

Para recordarlo, algunas de sus citas:

  • Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.

  • La esencial medida de un hombre no es donde se para en momentos de comodidad y conveniencia, sino donde se para en tiempos de desafío y controversia.
  • Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
  • Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.
  • De mi formación cristiana he obtenido mis ideales y de Gandhi la técnica de la acción.
  • Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.
  • Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor.
  • Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
  • La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.
  • Todo trabajo que enaltece la humanidad tiene dignidad e importancia y debe emprenderse con excelencia esmerada.
  • Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual.
  • Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien.
  • Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
  • La libertad nunca es voluntariamente otorgada por el opresor; debe ser exigida por el que está siendo oprimido.
  • El amor es la única fuerza capaz de transformar un enemigo a un amigo
  • El amor es la única fuerza capaz de transformar un enemigo a un amigo
  • Debemos aceptar la limitada desilusión, pero no debemos nunca perder la infinita esperanza.
  • Nuestra vida comienza a terminar el día que nos quedamos callados de las cosas que importan.
  • Puede que sea verdad que la ley no pueda hacer que un hombre me ame. Pero lo puede mantener de lincharme, y yo creo que eso es muy importante.
  • La injusticia en cualquier lado es una amenaza a la justicia en todos lados.
  • La oscuridad no puede echar a la oscuridad; solo la luz puede hacer eso; el odio no puede echar al odio; solo el amor puede hacer eso. El odio multiplica al odio, la violencia multiplica a la violencia, y la tenacidad multiplica la tenacidad en un espiral de descenso de destrucción… La reacción en cadena de la maldad – odio engendrando odio, guerras produciendo más guerras – debe ser rota, o los hundiremos en el abismo de la aniquilación.

Y para finalizar les dejo el discurso más memorable que haya dado en la histórica marcha sobre Washington en el 63.

Tengo un sueño.

Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.

Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.

Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de “fondos insuficientes”. Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.

También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.

Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.

1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.

Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, “¿Cuándo quedarán satisfechos?”

Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que “la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente”.

Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.

Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza.

Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño “americano”.

Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: “Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales”.

Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.

Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.

Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.

Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, “Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad”. Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.

Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! “De cada costado de la montaña, que repique la libertad”.

Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: “¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!”

Washington, DC
28 de agosto de 1963

Comunidades wichi debaten hoy sobre territorio y desmontes

Las comunidades wichi de Salta realizarán hoy una asamblea en la zona de Embarcación para hablar sobre territorio y desmontes. De la actividad participarán funcionarios nacionales invitados por los organizadores con el propósito de interesarlos en su situación.

Distintas comunidades de esta etnia vienen denunciando el avance de los desmontes que paulatinamente los están dejando sin los recursos para su subsitencia. Y la gran mayoría aún no cuenta con la titularidad de las tierras que habita ancestralmente.

La asamblea se realizará en la Comunidad Wichi Misión Chaqueña, a unos 40 kilómetros de la localidad de Embarcación, sobre la ruta provincial 53.

Según informaron los organizadores, está previsto que participen miembros de comunidades que habitan a la vera de la ruta nacional 86, al este de Tartagal, así como habitantes de la jurisdicción de General Mosconi, Ballivián, Coronel Cornejo y de la zona de Santa Victoria Este, de donde llegarían integrantes de la Asociación de Comunidades Indígenas Lhaka Honhat.

De los organismos nacionales invitados, confirmaron su presencia funcionarios de la Dirección de Pueblos Originarios de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación así como representantes del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y de la Defensoría del Pueblo de la Nación. También fue invitada la organización ambientalista Greenpeace, que ya aseguró su presencia.

Los organizadores indicaron que esperan poder avanzar en la organización de las comunidades para trabajar juntos en reclamo del reconocimiento de sus derechos sobre los territorios que ocupan y para frenar los desmontes.

Además de los temas centrales, se hablará sobre el agua, la escasez de ella más bien, la salud y la educación. En general los wichi vienen denunciando la falta de acceso a la salud y a la educación.

Actividades a cinco meses de la desaparición de Jorge López

A cinco meses

Diversas organizaciones sociales convocan a una nueva jornada de lucha y movilización el próximo domingo 18 de febrero a cinco meses de la desaparición de Jorge Julio López. Los actos culminarán con una marcha por las calles de Buenos Aires, La Plata y Mar del Plata.

(INFOCIVICA, 16 de febrero de 2007).- A cinco meses de la desaparición de Jorge Julio López, familiares y organizaciones sociales siguen exigiendo la aparición con vida de López. Por tal motivo, se han organizado actividades en distintas ciudades del país.

Este viernes 16 a las 18,30 hs. y el domingo 18 de febrero 14 hs, en Av. de Mayo y Perú habrá una convocatoria a la construcción colectiva de Murales por la Aparición con vida de Julio López, y la realización estará a cargo de Cultura en Movimiento.

Así también, el domingo a las 16 están previstas marchas en Mar del Plata, en La Plata y en Buenos Aires. Esta última partirá de Callao y Corrientes hasta Plaza de Mayo.

Para mayor información ingrese a www.30anios.org.ar o escriba a treintaanios@yahoo.com.ar. O comunicarse con la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos al (011) 15-5337-2868 o la Liga Argentina por los Derechos del Hombre: (011) 15-5250-5043.

Holocausto

Emotivos homenajes en Polonia y Alemania a las víctimas del Holocausto

La Asamblea General de la ONU condenó ayer “todo intento de negar los hechos históricos como el Holocausto”.
La moción había sido planteada por el representante norteamericano, que aprovechó así el flanco débil presentado por el gobierno iraní que recientemente organizó una conferencia para tratar de mostrar el asesinato de seis millones de judíos como una mentira.
El único de los 192 países miembro de las Naciones Unidas que votó en contra fue Irán. Los representantes de los países árabes, e inclusive un aliado de Irán como Venezuela, aprobaron la moción.
La resolución promueve también campañas de formación y prevención “que contrarresten todo intento de negar o quitarle relevancia al Holocausto”.


"Salir corriendo es el único acto valiente que nos queda por hacer" por Michael Moore

Les adjunto una carta que el realizador americano Michael Moore escribió en relación a la guerra de Irak y su postura favorable a abandonar ya mismo el país invadido por las tropas norteaméricanas. Si bien tiene un par de meses me parece interesante para compartirla.

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Amigos,

El lunes fue el día en que hemos estado más tiempo en Iraq del que nos llevó toda la Segunda Guerra Mundial.

Así es.

Pudimos vencer a la Alemania nazi, a Mussolini y al Imperio japonés en MENOS tiempo del que le ha tomado a la única superpotencia mundial el asegurar la carretera desde el aeropuerto hasta el centro de Bagdad. Y ni siquiera hemos podido hacer ESO.

Después de 1.347 días, en el mismo tiempo que nos llevó avanzar a través de África del Norte, irrumpir en las playas de Italia, conquistar el Pacífico Sur y liberar toda la Europa occidental, después de tres años y medio ni siquiera podemos omar una simple carretera y protegernos de un artefacto casero de 2 latitas ubicadas en un agujero.

Con razón la tarifa del taxi desde el aeropuerto hasta Bagdad anda ahora en torno a los 35.000 dólares por un viaje de 25 minutos. Y eso no incluye un puto casco. ¿Son culpables nuestras tropas de este fracaso absoluto? De ningún modo, éste se debe a que ninguna cantidad de tropas o helicópteros o democracia a cañonazos jamás “ganará” la guerra en Iraq.

Es una guerra perdida, perdida porque nunca tuvo el derecho a la victoria; perdida porque fue iniciada por hombres que nunca han estado en una guerra, por hombres que se esconden detrás de otros enviados para luchar y morir.

Escuchemos lo que dicen los iraquíes según una reciente encuesta realizada por la Universidad de Maryland:

– El 71% quieren que USA se vaya de Iraq.

– El 61% APOYAN los ataques de la resistencia contras las tropas usamericanas.

Si, la mayoría de los ciudadanos iraquíes opinan que nuestros soldados deberían ser asesinados y descuartizados! Entonces ¿qué demonios estamos haciendo todavía allí? ¡Menudas indirectas!

Hay muchas maneras de liberar un país. En general, los residentes de ese país se sublevan y se liberan ellos mismos. Así es como lo hicimos nosotros. También se puede hacer mediante la desobediencia civil pacífica. Así es como lo hizo India. También puede lograrse que el resto del mundo boicotee un régimen hasta que se encuentre tan aislado que deba rendirse. Así lo hizo Sudáfrica. O también se puede esperar hasta que, tarde o temprano, las legiones del rey simplemente se retiren (a veces sólo porque hace mucho frío). Así es como lo hizo Canadá.

La manera que NO funciona consiste en invadir un país y decirle a la gente, “estamos aquí para liberaros”, cuando ellos no han hecho nada para liberarse a sí mismos. ¿Dónde estaban esos suicidas con bombas cuando Sadam los oprimía? ¿Dónde estaba la resistencia que planta bombas a la vera de los caminos mientras pasaba el convoy de Sadam? Supongo que el viejo Sadam era un déspota cruel, pero no lo suficiente como para que miles arriesguen el pellejo.

“¡Oh, no, Mike, no podían hacerlo, Sadam los habría asesinado!” ¿En serio? ¿No crees que el rey George mandó a asesinar a los colonos sublevados? ¿No crees que Patrick Henry o Tom Paine tenían miedo? Pero eso no los detuvo. Cuando decenas de miles no están dispuestos a derramar su propia sangre para derrocar a un dictador, eso debería ser la primera pista de que no van a estar dispuestos a participar cuando uno decide que va a liberarlos.

Un país puede AYUDAR a otro a derrocar a un tirano (eso es lo que los franceses hicieron por nosotros en nuestra revolución), pero después de ayudar uno, se va. Los franceses no se quedaron para decirnos cómo debíamos establecer nuestro gobierno. No dijeron, “nos quedamos porque queremos sus recursos naturales”. Nos dejaron con nuestros propios medios y nos tomó seis años antes de celebrar unas elecciones. Luego sufrimos una sangrienta guerra civil. Eso es lo que ocurre y la historia está llena de ejemplos así. Los franceses no dijeron, “ ¡Oh, deberíamos quedarnos en USA porque si no se van a matar entre ellos debido a ese asunto de la esclavitud!”

La única manera de que una guerra de liberación tenga posibilidades de éxito es que los oprimidos cuenten con el apoyo de sus propios ciudadanos – y con un grupo de Washingtons, Jeffersons, Franklins, Gandhis y Mandelas que los guíen. ¿Dónde están estos bastiones de la libertad en Iraq?

Esto es una broma y lo ha sido desde el principio. Sí, la broma ha sido para nosotros… pero con 655.000 iraquíes muertos como resultado de nuestra invasión (véase Johns Hopkins University).

Supongo que para ellos la broma es cruel. Al menos están liberados… para siempre. Así que no quiero escuchar ni una palabra más sobre seguir enviando tropas (despierta, USA, que John McCain está chiflado) ni sobre “redesplegarlas” ni sobre esperar cuatro meses para una “retirada progresiva”.

Sólo hay una solución para esto y es la siguiente: irnos. Ahora. Empiecen esta noche. Salgan de ahí lo más rápido posible. Aunque mucha gente con conciencia y buen corazón no quiera creerlo, aunque nos duela aceptar la derrota, no hay nada que podamos hacer para deshacer el daño que ya hemos causado. Lo pasado, pasado está. Si uno manejara ebrio en una carretera y matase a un niño, no podría hacer nada para revivirlo. Si uno invade y destruye un país, empujándolo a una guerra civil, no hay mucho que pueda hacer hasta que el humo se apague y la sangre se limpie. Luego, tal vez podamos enmendarnos por las atrocidades cometidas y ayudar a los supervivientes a regresar a una vida mejor.

La Unión Soviética abandonó Afganistán en 36 semanas. Así lo hicieron y apenas sufrieron algunas bajas mientras se iban. Se dieron cuenta del error que habían cometido y sacaron sus tropas. Siguió una guerra civil. Los malos ganaron, nosotros derrocamos a los malos y todo el mundo vivió feliz para siempre. ¡Ven! ¡Al final todo se soluciona!

La responsabilidad para terminar esta guerra recae ahora en los demócratas. El Congreso controla los hilos de la función y la constitución dice que sólo el Congreso puede declarar una guerra. Reid y Pelosi tienen ahora el poder para acabar con esta locura. Si no lo hacen, los votantes se pondrán furiosos. No estamos bromeando, demócratas, y si no nos creen, continúen la guerra sólo otro mes. Lucharemos contra ustedes más duro que cuando lo hicimos contra los republicanos.

La página inicial de mi sitio web tiene una foto de Nancy Pelosi y de Harry Reid, cada una de ellas hecha con un collage de fotos de los soldados usamericanos que han muerto en la guerra de Bush. Pero ahora está a punto de convertirse en la guerra de Bush y de los demócratas, a menos que haya cambios.

Esto es lo que exigimos:

1. Tráiganse las tropas a casa, ahora. No dentro de seis meses. AHORA. Desistan de buscar una forma de ganar. No podemos ganar. Hemos perdido. A veces se pierde. Ésta es una de esas veces. Sean valientes y admítanlo.

2. Discúlpense con nuestros soldados y enmiéndense. Díganles que lo sentimos que hayan tenido que luchar en una guerra que no tiene NADA que ver con nuestra seguridad nacional. Debemos comprometernos a cuidarlos de tal manera que sufran lo menos posible. Los que estén heridos física y mentalmente tienen que ser cuidados de la mejora manera y recibir una compensación económica significativa. Las familias de los caídos se merecen la mejor disculpa y será necesario sostenerlas durante el resto de sus vidas.

3. Debemos enmendarnos por la atrocidad que hemos perpetuado en contra de la población iraquí. Hay pocas maldades peores que iniciar una guerra basada en una mentira, que invadir otro país porque uno quiere lo que está enterrado bajo su territorio. Ahora muchos más morirán. Su sangre mancha nuestras manos, con independencia de por quién hayamos votado. Si uno paga impuestos, ha contribuido a los tres billones de dólares por semana que se gastan actualmente para llevar a Iraq al infierno en que se ha convertido. Cuando se acabe la guerra civil tendremos que ayudar a reconstruir Iraq. No seremos redimidos hasta que nos hayamos enmendado.

Para terminar, hay otro asunto que sé. Nosotros, los usamericanos, somos mejores de lo que se ha hecho en nuestro nombre. Una mayoría de nosotros estábamos enojados y molestos después del 11/9 y perdimos la cabeza. No pensamos con claridad y nunca miramos un mapa, ya que nos mantienen en la estupidez con nuestro patético sistema educativo y nuestros babosos medios de información.

No sabíamos que NOSOTROS éramos quienes estuvieron financiando y armando a Sadam durante muchos años, incluidos aquellos años en que masacró a los kurdos. Él era uno de los nuestros. No sabíamos lo que era un suní o un chiíta, ni siquiera habíamos escuchado esas palabras.

El ochenta por ciento de jóvenes (según la National Geographic) no son capaces de encontrar Iraq en el mapa. Nuestros líderes se aprovecharon de nuestra estupidez, nos manipularon con mentiras y nos asustaron mucho. Pero en el fondo somos buenas personas. Puede ser que seamos lentos para aprender, pero esa propaganda de “misión cumplida” nos sonó rara y pronto empezamos a hacer preguntas. Entonces empezamos a ser más listos.

Cuando llegó el pasado 7 de noviembre, nos enojamos y tratamos de corregir nuestros errores. Ahora la mayoría sabe la verdad. Ahora la mayoría siente una tristeza y una culpa profunda y espera que de alguna forma podamos deshacer el entuerto.

Por desgracia no podemos. Así que aceptaremos las consecuencias de nuestras acciones y haremos lo posible para no defraudar a los iraquíes si alguna vez deciden pedirnos ayuda en el futuro. Les pedimos perdón. Exigimos a los demócratas que nos escuchen y que salgan de Iraq ahora mismo.

Atentamente:
Michael Moore
www.michaelmoore.com
m
mflint@aol.com

29 de noviembre de 2006

Los Dinosaurios nos rodean. ¿Vivos? Sí, Vivos.

No es una joda rememorando al interés de Susana Jiménez por los dinosaurios ¿vivos? del museo de Ciencias Naturales. Lamentablemente en lo próximo que vas a leer no hay nada bromas, ni chistes, solo el dolor de saber que todo está un poco peor de lo que debería ser.

Cuando escuchamos por primera vez a Charly cantarnos que “Los dinosaurios van a desaparecer” parecía que esas ansias nunca se cumplirían. Años después, pensamos que era posible el cambio. Que se había prendido la luz. Que esos años de silencio, picana y sangre habían terminado. Que la verdad podía decirse una y otra vez sin miedo.

Pero hoy sabemos que no.

Jorge Julio López está desaparecido hace más de un mes. Grupos de tareas armados que secuestran, torturan y arrojan (A pocas cuadras de mi casa) a hijos de desaparecidos que luchan por la justicia contra quienes mataron a sus padres.

Y Argentina, sigue, de nuevo y en silencio. Un par de marchas, unas notas en los diarios, declaraciones de algunos y compromisos que no se cumple.


El asco de ser parte de esa masa que no lucha ni reclama por la vida de un tipo que lo único que hizo fue contar la verdad.

Mientras Argentina discute si Sofovich fue muy duro con los participantes de “Bailando con un sueño” o si tal o cual modelo estuvo con Robbie Williams, el futuro de nuestro país está en juego.

En las acciones de los próximos meses veremos si finalmente sostenemos la verdad y luchamos por defenderla, o si aceptamos el Pan & Circo que nos ofrecen y miramos para otro lado.

Por hoy, sufiente.

Secuestran y golpean por más de 2 horas a militante de HIJOS


Parece mentira. No lo es.
Parece un relato del pasado. Pero tampoco lo es.
Parecería que estas cosas estaban superadas y enterradas con los 30.000 desaparecidos.
Y que los juicios a las Juntas habían sido el final.
Pero no.

Estos hijos de putas siguen ahí. Acechando. Esperando su momento.
Y atacando desde la sombra.
Como siempre.

Los más cagones de todos, que nunca se van y siempre repiten su modo operandi.

Lo que sigue es el comunicado de la agrupación HIJOS.

SECUESTRAN Y GOLPEAN DURANTE MAS DE 2 HORAS A MILITANTE DE HIJOS

Siendo las 23.45 aproximadamente cuando un compañero de la agrupación estaba por llegar a su casa en el barrio Villa del Parque, en Nazca al 1600, cuando es interceptado por un vehículo polo color rojo con cuatro hombres civiles de aproximadamente de 45 a 50 años, portando armas automáticas.

Luego de hacerlo ingresar al auto ejerciendo la fuerza y a punta de pistola fue secuestrado por el término de dos horas donde se le ejerció violencia física como así también violencia verbal, le mostraron fotos de compañeros para que los reconociera y le tomaron huellas digitales de ambas manos.

Durante todo el tiempo repetían que se dejara de joder el y sus compañero porque los iban a matar.
Por último lo hicieron bajar en las proximidades de Liniers bajo amenaza y apuntándole con un arma diciéndole que corriera y no mirara atrás.

Luego que los secuestradores se fueron del lugar el compañero pudo llegar a un remis y regresar a su casa.

Por todo lo expuesto en el día de la fecha la agrupación HIJOS hará la denuncia judicial pertinente ante la Cámara Penal.

Desapariciones, secuestros y torturas de militantes populares: Es la política de Estado del Gobierno de Kirchner.

HIJOS

NO OLVIDAMOS – NO PERDONAMOS – NO NOS RECONCILIAMOS – REIVINDICAMOS LA LUCHA REVOLUCIANARIA DE NUESTROS PADRES Y SUS COMPAÑEROS.
Para mayor información: 15-53208081 (Julio Talavera)