En un video publicado hace pocos días el Museo Americano de Historia Natural muestra como la humanidad ha llegado a los 8000 millones de personas. En sólo 4 minutos muestra en forma visual, como fue el crecimiento en 300.000 años de historia, on todas sus migraciones, sus imperios en crecimiento y declive, sus principales rutas comerciales, sus avances tecnológicos, sus plagas y sus guerras.
En un video publicado hace pocos días el Museo Americano de Historia Natural muestra como la humanidad ha llegado a los 8000 millones de personas. En sólo 4 minutos muestra en forma visual, como fue el crecimiento en 300.000 años de historia, on todas sus migraciones, sus imperios en crecimiento y declive, sus principales rutas comerciales, sus avances tecnológicos, sus plagas y sus guerras.
Según explican en el video: “Los humanos modernos evolucionaron en África hace unos 300.000 años. Hace unos 100.000 años empezamos a migrar por todo el planeta”, un proceso que no parece que vaya a detenerse en el siglo XXI.
Según las proyecciones realizadas “la población mundial alcanzará su punto máximo este siglo” en torno a los diez mil millones, debido a que “las tasas medias de fertilidad han descendido en casi todos los países”.
Muchos expertos consideran que esto no es una mala noticia, ya que el incremento de la población estuvo directamente relacionado al uso de los recursos naturales de la Tierra, sin tomar en cuenta los impactos ambientales y sociales.
Pablo Escobar, recordado ahora por la exitosa serie de televisión “El Patrón del Mal” y varios libros que salieron en los últimos meses, fue uno de los personajes más siniestros y también que más interés (y debate) generan en la opinión pública de América Latina.
Sin embargo, casi nada se conoce de las relaciones que el jefe narco Pablo Escobar tuvo con Klaus Barbie, el jerarca nazi conocido como el Carnicero de Lyon.
Pablo Escobar, recordado ahora por la exitosa serie de televisión “El Patrón del Mal” y varios libros que salieron en los últimos meses, fue uno de los personajes más siniestros y también que más interés (y debate) generan en la opinión pública de América Latina.
Sin embargo, casi nada se conoce de las relaciones que el jefe narco Pablo Escobar tuvo con Klaus Barbie, el jerarca nazi conocido como el Carnicero de Lyon. Ambos personajes, sellaron acuerdos con presidentes en Panamá, combinaron sus ejércitos personales de paramilitares, combatieron el sandinismo en Nicaragua y montaron negocios con el Banco del Vaticano. La droga fue la excusa para el encuentro entre el narcotraficante más famoso de la historia y el viejo nazi que, con ayuda de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), huyó de Europa cuando acabó la Segunda Guerra Mundial.
Por Boris Miranda
A finales de 2012, un libro le recordó a Bolivia que el tráfico de drogas pisaba tan fuerte hace tres décadas que podía disponer de la silla presidencial el rato que se le antojaba. Ayda Levy, la autora de El rey de la cocaína. Mi vida con Roberto Suárez Gómez y el nacimiento del primer narcoestado1, mundo bautizaron aquel cuartelazo como «el golpe de la cocaína».
«El Rey», como le decían a Suárez, fue el primer motivo que juntó en un mismo salón al Carnicero de Lyon con el Patrón. El alemán y el colombiano se conocieron en una celebración por el cumpleaños de Roberto.
Gracias al contacto con uno de sus hijos, logré que Ayda Levy respondiera brevemente algunas de mis preguntas. «La relación entre Altmann-Barbie, Gonzalo Rodríguez Gacha (alias El Mexicano) y Escobar, aunque no está detallada en mi libro, comienza el 8 de enero del año 1981 en la fiesta de cumpleaños de Roberto en nuestra casa del barrio Equipetrol de la ciudad de Santa Cruz», rememora la autora de El rey de la cocaína.
Altmann es el apellido que Barbie recibió del Vaticano en los primeros años de la década de 1950. Derrotados los nazis, el Carnicero de Lyon comenzó a colaborar con la cia para combatir al bloque socialista de Europa del Este. Sus contactos y «habilidades» le permitieron ser uno de los «reciclados» por los estadounidenses. Sin embargo, la incesante búsqueda montada por los franceses para que pagara por las muertes y los confinamientos masivos de los que fue responsable lo obligó a escapar a través una de las ratlines habilitadas por el clero católico para ayudar a algunos seguidores de Adolf Hitler.
La División de Criminales del Ministerio de Justicia de eeuu elaboró un informe confidencial sobre Barbie en 1983 que revela los detalles de su llegada a Sudamérica. El documento fue liberado y está disponible en internet2.
La relación de Barbie con la Casa Blanca comenzó en abril de 1947, cuando fue reclutado por un comando del Ejército estadounidense. Cooperó con esa unidad de inteligencia durante dos años en la construcción de una red de informantes de las actividades británicas, alemanas y soviéticas. En Lyon, mientras tanto, se lo juzgaba en ausencia y nadie dudaba de que el veredicto final fuera pena de muerte o prisión perpetua. En 1949, el gobierno francés ya estaba al tanto de sus actividades en Múnich y solicitó la extradición de inmediato. Había llegado el momento de desaparecer. El 28 de abril de 1950, según el informe confidencial, el Comando de Inteligencia de eeuu en Europa decidió que Barbie «no debía ser puesto en manos de Francia».
Después de pasar unos meses en una casa de seguridad en Augsburgo, el Carnicero partió a Italia y, con un nuevo apellido, se embarcó en el buque Corrientes, que lo llevaría de Génova a Buenos Aires. Viajó acompañado por su esposa y sus dos pequeños hijos. El padre Krunoslav Draganovic, del clero vaticano, fue quien consiguió las visas para el ingreso de todos a Argentina y a Bolivia, además de pases de viajero como miembros de la Cruz Roja Internacional. Los «Altmann» arribaron a la capital porteña el 10 de abril de 1951. La relación de Klaus con la cia y Roma estaba muy lejos de terminar. Un año después recibiría la pena capital en los juzgados franceses. Era demasiado tarde: el Carnicero había escapado.
Desde La Paz hay que tomar tres pequeños buses para llegar a un caminito de tierra en Senkata, uno de los barrios más grandes y caóticos de El Alto. En una casa modesta me espera uno de los paramilitares que actuó en el «golpe de la cocaína» y en los operativos posteriores a este. Vio a Barbie en una incontable cantidad de oportunidades en Cochabamba y La Paz.
Ahora tiene una vida mucho más sencilla. La democracia que llegó a Bolivia en 1982 desmontó la mayoría de los grupos armados irregulares y desde entonces él tuvo que remar a contracorriente para sobrevivir. Trabajó en peñas folclóricas, cuidó propiedades en el campo, a veces hizo de guardaespaldas e incluso tuvo encargos como detective. Nada comparado –él lo admite– con sus «días de gloria» de combate contra los subversivos. Algunos de sus ex-colegas de tropa se convirtieron en policías. Él no pudo seguir ese camino porque ya estaba muy expuesto.
Casi no le queda cabello pero mantiene el bigote, ahora completamente blanco, que llevó durante los meses que duró el «golpe de la cocaína». Cuando le propongo la posibilidad de entrevistarlo me desahucia con mucha facilidad. «Mira, yo tengo una condena y nunca la pagué. Prefiero que mi nombre no vuelva a sonar en ningún lado». No me miente. Antes de visitarlo, verifiqué que su nombre aparece entre un grupo de 14 personas que fueron condenadas por genocidio y masacre sangrienta en 1986.
«¿Usted estuvo en la fiesta con Pablo Escobar, Luis Arce Gómez y Klaus Barbie?», le pregunto al ex-paramilitar después de comprometerme a no divulgar jamás su nombre y guardar la grabadora. «Me contaron que Pablo Escobar venía algunas veces. Yo nunca lo vi. Creo que esa vez fue una parrillada, ¿no?», me responde impreciso y con un gesto de indisimulable incomodidad.
Parece que no quiere hablar mucho del tema que le propongo; sin embargo, su dato era preciso. Aquella tarde de enero de 1981, el Rey de la Cocaína ofreció un churrasco a sus invitados. Entiendo que debo cambiar de estrategia y creo que acompañarlo en el repaso de sus «días de gloria» serviría. Veo un libro sobre la mesa que me sirve de perfecta excusa para tratar de entrar en confianza con él. «Es una excelente investigación, muy detallada y bien contada», le digo y apunto a la tapa roja de Teoponte, la otra guerrilla guevarista en Bolivia, de Gustavo Rodríguez Ostria3.
Me pregunta si lo leí y le respondo que aún no lo he terminado. Se no-ta que hablar de su vieja guerra contra los «zurdos» le apasiona más. «Yo los conocí a toditos. Hasta a los cubanos que los ayudaban», me dice. Mientras hojea el libro, comienza por asegurar que al cantautor folclórico boliviano Benjo Cruz lo engañaron «los comunistas» para entrar en la guerrilla en 1970. «Él iba a triunfar al lado de Horacio Guaraní en Argentina, pero lo mandaron a Teoponte. Tenía una carrera prometedora porque Guaraní también era zurdo. Se metió al eln [Ejército de Liberación Nacional] y se fue a la mierda. Incluso los elenos [miembros del eln] le inventaron versos que él nunca escribió. Lo utilizaron».
Han pasado más de 40 años desde que este señor comenzó a combatir a las distintas fuerzas de izquierda que operaron en el país y todavía exhala bronca contra los elenos. Me asegura que a ese ejército guerrillero, fundado por Ernesto «Che» Guevara, le llegaba mucho dinero de Cuba y de la urss y que varios de sus integrantes se quedaron con esos recursos. Con vehemencia me dijo: «Ellos robaban también», aunque aclaró de inmediato que no se refiere a todos los elenos. «Había gente de mucho honor ahí, aunque estaban en guerra con nosotros».
Sobre la masacre de la calle Harrington del 15 de enero de 1981, en la que ocho líderes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (mir) fueron asesinados por paramilitares, asegura que hubo una d
Estos artistas apoyaban a Carlos Saúl Menem. Luego algunos cambiaron su ideología en un 100%. Pasan los años, quedan los artistas.
El involucramiento de la comunidad artística con la política no es nueva. En este video vemos algunas figuras apoyando la candidatura de Carlos Saúl Menem en 1989.
Algunos eran:
Julio Maharbiz, Alejandro Dolina, Victor Laplace, Ignacio Quiroz, Hayde Padilla, Isabel Sarli, Gerardo Romano, Maria Aurelia Bisutti y Ubaldo Matildo Fillol.
La Berlin de Posguerra tuvo que enfrentar una destrucción casi total. A pocos días de la capitulación final de Alemania, se filmaron estas imágenes que acá podemos disfrutar en este video en colores y en alta calidad.
La Berlin de Posguerra tuvo que enfrentar una destrucción casi total. A pocos días de la capitulación final de Alemania, se filmaron estas imágenes que acá podemos disfrutar en colores.
La cancillería del Reich, las dos partes de la ciudad que ya comenzaban a mostrar sus diferencias y la sorpresa de sus habitantes al ser filmados en plena tarea de reconstrucción.
¿Sabés por qué se recuerda el 1 de Mayo como el día del Trabajador? Enterate de la trágica historia que le dio origen
Por Oscar Duque
Hoy 1 de Mayo, se celebra el día del Trabajador, y en la mayoría de los lugares de trabajo, cuando los trabajadores se despiden después de haber cumplido con su jornada laboral, se saludan deseándose un muy feliz día, y preguntándose qué comerán en las supuestas reuniones, si un asado, un choripán, o lo que sea, cosa que ocurrió en mi lugar de tareas, por ejemplo…
Y la verdad que cada vez que pregunto si alguien sabe que significa el 1 de Mayo, (¡aunque lo pregunto cada año…!) la mayoría no sabe, no recuerda o tiene una vaga idea. Cosa que me entristece cada año que pasa, y que me hace reflexionar sobre lo que nos pasa, y me hace pensar en si lo que nos pasa no tiene algo que ver con estas omisiones, o desintereses, en todos los ámbitos de la sociedad y en todos los aspectos y cuestiones de interés de nuestra sociedad…
Por eso, como cada año quiero rendir mi homenaje a aquellos que dieron sus vidas (algo valioso, ¿no?), para que hoy, entre otras cosas disfrutemos de derechos que en alguna época fueron impensados poseer. Y mi homenaje es recordando el porqué de esa fecha y cómo fueron los hechos.
Los hechos que dieron lugar a esta celebración están contextualizados en los comienzos de la Revolución Industrial. A fines del siglo XIX, Chicago, una ciudad de los Estados Unidos de Norteamérica, era la segunda ciudad en número de habitantes. De distintas zonas de ese país llegaban allí cada año miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes, formadas por miles de trabajadores. Estos centros urbanos albergaron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.
Los dueños de las fábricas, encandilados por este proceso de transformación económico, social y tecnológico, y ansiosos por mantener en funcionamiento sus máquinas día y noche mientras la industria fuera próspera, ocupaban a hombres, mujeres y niños en jornadas de trabajo de doce a dieciséis horas, de día y de noche.
Cuando comenzaba un período de dificultades como por ejemplo el decaimiento de las ventas, los empresarios no dudaban en despedir a muchos trabajadores, ya que en la puerta de la fábrica tenían una larga fila de desocupados esperando su oportunidad.
En resumen, cuando querían aumentar la producción hacían trabajar más duramente a sus trabajadores y cuando era necesario reducir la producción, despedían a los “innecesarios” o contrataban personal eventual para que trabajaran sólo unas cuantas semanas o meses a cambio de sueldos miserables.
Esto generó una lógica reacción de los trabajadores, y manifestaron su deseo y su derecho de hacer valer la máxima que dice: “Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa”. Por estas cuestiones se produjeron varios movimientos y en 1829 se formó uno para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas.
La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, pero tenía más preponderancia la Federación Estadounidense del Trabajo. En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, ésta había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si no se obtenía esta reivindicación.
El 25 de junio de 1868, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo la jornada de ocho horas. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas (aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a entre 14 y 18 horas). Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la Ley Ingersoll, las organizaciones laborales y sindicales de EE.UU. se movilizaron. El 1 de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga mientras que otros 200 000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.
En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país, las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. El día 2, la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50 000 personas. El día 3 se celebraba una concentración en frente de sus puertas, cuando sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas, estando en la tribuna el anarquista August Spies, lo cual generó una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar sobre la gente, produciendo 6 muertos y decenas de heridos.
El periodista Adolf Fischer, redactor del Arbeiter Zeitung, corrió a su periódico donde redactó una proclama que decía:
“Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza! ¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria. Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!. Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden… ¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís! ¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!”
La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el 4, a las cuatro de la tarde, en la plaza Haymarket. Se consiguió un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30 en el parque Haymarket. Allí sucedieron los hechos conocidos como la Revuelta de Haymarket.
Se concentraron en la plaza de Haymarket más de 20.000 personas que fueron reprimidas por 180 policías uniformados. En lo que era una manifestación pacífica, un artefacto explosivo estalló entre los policías produciendo un muerto y varios heridos; entonces la policía abrió fuego contra la multitud matando e hiriendo a un número desconocido de obreros. Por lo tanto se declaró el estado de sitio y el toque de queda, deteniendo a centenares de trabajadores que fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía.
La Prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la Corte Suprema, y responsabilizando a ocho anarquistas y a todas las figuras influyentes en el movimiento obrero.
El 21 de junio de 1886, se inició una causa contra 31obreros considerados responsables, quedando finalmente en 8. Las irregularidades en juicio fueron muchas violándose todas las normas procesales de forma y de fondo, tanto que ha llegado a ser calificado el juicio de farsa. Los acusados fueron declarados culpables. Tres de ellos fueron condenados a prisión y cinco a la horca.
Fueron condenados a prisión: Samuel Fielden, inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua, Oscar Neebe, estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados, y Michael Schwab, alemán de 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua.
Y fueron condenados a muerte en la horca, hecho consumado el 11 de noviembre de 1887 a: Georg Engel, alemán, 50 años, tipógrafo, Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista, Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista, August Vincent Theodore Spies, alemán, 31 años, periodista, y Louis Lingg, alemán, 22 años, carpintero que para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.
Vale la pena recordar el relato de la ejecución, descripto por José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires (Argentina):
…salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos.
Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro… Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: “la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora».
Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable.
No debemos olvidar que El Crimen de Chicago costó la vida de muchos trabajadores y dirigentes sindicales, la mayoría inmigrantes italianos, españoles, alemanes, irlandeses, rusos y polacos y de otros países eslavos.
A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a miles de obreros y el éxito fue tal, que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras: «Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales.
El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical». La consecución de la jornada de 8 horas marcó un punto de inflexión en el movimiento obrero mundial.
Posteriormente este hecho dio lugar a la conmemoración del 1 de mayo, originalmente por parte del movimiento obrero, y actualmente considerado en la gran mayoría de los países autodenominados democráticos (exceptuando los Estados Unidos, el Reino Unido y el Principado de Andorra para desvincular esta fecha del movimiento obrero por temor a que el socialismo se arraigara en esos países)
Si te interesa la historia y querés conocer otras historias interesantes entrá aquí.
Buenos Aires tiene una rica historia de modificaciones y cambios. Y una de las partes que más ha cambiado en este devenir fue la Avenida 9 de Julio. Para conocer alguna de las vistas del pasado, comparto con ustedes unas fotos del archivo fotográfico de la Ciudad de Buenos Aires.
Esta serie de mapas que invitan a la reflexión sobre el desarrollo cultural y económico desde la edad media hasta la mitad del siglo XX, muestran la aparición de figuras significativas de los campos del arte, literatura, la música y la ciencia en períodos de 200 años.
Salvo que tengas más de 60 años, que te guste mucho la historia, o que seas muy peronista es probable que no conozcas las provincias y ciudades que homenajearon al líder del justicialismo y a su mujer, mientras Juan Domingo Perón estaba en el poder.
Salvo que tengas más de 60 años, que te guste mucho la historia, o que seas muy peronista es probable que no conozcas las provincias y ciudades que homenajearon al líder del justicialismo y a su mujer, mientras Juan Domingo Perón estaba en el poder.
1- Provincia Presidente Perón
Chaco, la tierra del actual Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se llamó “Presidente Perón”. Chaco fue declarado Provincia mediante Ley 14037, del 8 de agosto de 1951, y por Ley del 20 de diciembre de 1951 pasó a denominarse Provincia Presidente Perón.
La nueva constitución provincial aprobada por una convención que sesionó entre el 17 y el 21 de diciembre de 1951 introdujo una novedad en el sistema político argentino al establecer que la mitad de los miembros de la Cámara de Representantes sería elegida por votación popular y la otra mitad “será elegida por los ciudadanos que pertenezcan a las entidades profesionales que se rigen por la ley nacional de asociaciones profesionales, debiendo estar integrada la lista de candidatos con miembros de esas entidades”.
Luego de que la dictadura de la “Revolución Libertadora” tomara el poder, la denominación se dejó sin efecto por Decreto-Ley 4.145 del 17 de octubre de 1955 y volvió a llamarse Chaco.
2- Provincia Eva Perón
Un caso similar se dió en La Pampa que pasó a ser provincia por Ley Nacional Nº 14.037 del 8 de agosto de 1951, con los mismos límites de su anterior Territorio, el Congreso Nacional aprueba la Ley de creación de la actual provincia junto con la del Chaco a instancia de Eva Perón, razón por la que en enero de l952 al sancionar su primera Constitución, su nombre fue cambiado por el de «Provincia Eva Perón», hasta que en 1955 después del golpe militar volvió a su nombre original.
3- Ciudad Eva Perón
Luego de la muerte de Eva Perón, la C.G.T. y el Partido Peronista de la Provincia de Buenos Aires le elevaron al gobernador Carlos Aloé el pedido formal para que la ciudad de La Plata adoptara el nombre de “Eva Perón”.
Haciendo caso a esta iniciativa, los senadores provinciales del Partido Peronista Oscar Lara, José Griolli, José Campano, Alberto David, Tomás E. Giordano y José Stupiello elaboraron un proyecto en este sentido.
Militantes peronistas frente a la legislatura provincial.
El 8 de agosto a la mañana militantes de distintas unidades básicas se concentraron frente a la legislatura provincial para expresar su apoyo a la iniciativa.
Para tratar el proyecto tuvieron que realizar una asamblea extraordinaria, ya que las cámaras se hallaban en receso desde el día de la muerte de Evita.
La sesión comenzó a las 16.15, y una gran cantidad de personas presenciaron la asamblea con consignas de adhesión.
Los fundamentos de la norma, que fueron leídos por uno de los senadores impulsores de la medida, y escuchados con atención por los presentes, destacaban que de contar con la aprobación “la provincia de Buenos Aires repetirá el gesto de 1882 (año de fundación de La Plata), dando el ejemplo al conjunto de la Nación de su amor a la confraternidad del país”.
Tras estas palabras el recinto se llenó de aplausos y el legislador prosiguió: “si en aquel entonces contribuyó a la unidad política, ahora trasuntará la materialización de la unidad nacional”, haciendo clara alusión a los motivos que llevaron a que se fundara La Plata, luego de la federalización de la ciudad de Buenos Aires en 1880, cuando con la creación de la capital bonaerense se terminó con las disputas políticas que habían desangrado al país desde la época independentista.
A la hora de la votación no hubo oposición. Todas las manos se alzaron por la positiva y la iniciativa se aprobó por unanimidad. Inmediatamente pasó el proyecto a la Cámara de Diputados, siendo igualmente aprobado.
Conocida la decisión, nuevamente estallaron los aplausos, gente de la parte superior y legisladores se abrazaban, y la euforia del recinto se trasladó a los grupos que se encontraban en la calle.
Obviamente, al llegar la dictadura, la Revolución Libertadora, volvió a la ciudad a su nombre origina.
4- Ciudad Evita
A oeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y a unos 6 kilómetros del Aeropuerto de Ezeiza se encuentra Ciudad Evita.
Su historia comenzó 1947 cuando el presidente Juan Domingo Perón por Decreto 33221 expropia tierras para erigir en ellos una ciudad que debería contar con 15.000 viviendas.
La gran cantidad de viviendas ameritó también la inclusión en el proyecto de bibliotecas, escuelas, centros deportivas y templos, todo lo cual convirtió a este proyecto más en una ciudad que en un típico barrio obrero de la época, lo que se ve reflejado en el nombre mismo dado a la urbanización.
El culto a la personalidad de Eva Duarte quedó claramente reflejado en el plano elegido para la circunscripción original, que en lugar de seguir el habitual ortogonal de las ciudades argentinas, es el busto de perfil de “Evita” peinada con su clásico moño en forma de rodete, con su brazo en alto.
Algunos historiadores sostienen que en aquella época los vuelos de baja altitud de los aviones que salían y arribaban desde y hacia el cercano Aeropuerto Internacional de Ezeiza, permitían ver con claridad la figura trazada en tierra, cuyo brazo en alto saludaba a los viajeros, a modo de recepción y despedida.
Muchas veces nos contaron nuestros padres o abuelos de sus tiempos. Como era vivir en nuestro país. Como era la gente, las calles y las costumbres. Hemos visto fotos. Y algunas películas. Pero a veces cuesta experimentar lo que era aquello. Estás imágenes, pertenecientes al archivo de Pathé, son como un viaje al pasado, a ese mundo que ya no existe y que podemos espiar por la cerradura.
Pathé ha liberado 85.000 videos históricos en su canal de Youtube que son increíbles y dan ganas de verlos todos. Pero como el tiempo en la televisión es tirano (y más lo es en Internet) aquí les presento una selección de videos relativos a nuestra historia, seleccionados por una usuaria de Reddit.
Tomense un rato y disfruten. O guardenlos para ver cuando quieran sentirse Marty McFly por un rato.
1- Ciudad de los Niños en La Plata (1970-1975) Título Original: La Disneylandia Argentina
2- Boca-San Lorenzo (1971) Título Original: Football in Argentina
3- Tigre (1966) Título Original: Presidential Palace
4- Tigre (1971) Título Original: River Scenes
5- Microcentro en Buenos Aires y viñedos en Mendoza (1958)
6- Buenos Aires (1971)
7- Plaza de Mayo, Luna Park y la Casa Rosada (1971)
8- Carnaval en Amaicha del Valle (1969)
9 – Vuelo Directo NYC-Buenos Aires en Panam (1963)
10- Terremoto en San Juan (1944)
11- Inundación en Capital y Zona Norte. (1940)
12- Otra Inundación (1958)
13- Villa Miseria cerca de Bs As (1971)
14- El naufragio del Ciudad de Asunción (1963)
15- General Perón, Eva Perón y los quintillizos Dilligenti (1947)
16- Espectacular recibimiento del Presidente Arturo Frondizi en Nueva York (1959)
17- Perón Asumiendo su Segunda presidencia (1949)
18- Homenaje a San Martín 17 de agosto de 1950. Perón encabeza el acto.
19- Actos por las Elecciones (1946)
20- El funeral de Eva Perón. (1952)
21- Imágenes inéditas del bombardeo a la plaza de Mayo (1955)