Blogs, periódicos y crisis de identidad

Les transcribo un post muy interesante de Juan Freire donde se analiza la relación de los medios con los blogs.

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Primero fue la prensa, después fue Internet, poco después la prensa llegó a Internet, a continuación nació una nueva “prensa” digital y, casi inmediatamente, llegaron los blogs. ¿Y ahora?, en Soitu.es Piel digital planteo que los límites han dejado de estar ya claros: ¿Qué soy? La crisis de identidad de medios y blogs.

¿Qué es un blog? La pregunta a los que todos buscan respuesta y que tiene (y cada vez más) una casi imposible contestación. Vayamos a unas definiciones convencionales: ¿un medio de comunicación?, ¿una tecnología?

Entonces estaremos de acuerdo en que desde The Huffington Post (el tercer “blog” de mayor valor económico según algunas estimaciones) al propio Soitu.es son blogs. Pero entonces, ¿qué es Piel digital? … ¿y mi humilde blog personal?

Pero y, ¿qué es un periódico digital? El País, El Mundo, The Guardian … pero también The Huffington Post y Soitu.es son medios digitales que usan principalmente texto … pero no únicamente. Los contenidos audiovisuales circulan por sus “páginas” y son más que complementos, tanto para los “nativos digitales” como para los heramanos pequeños digitales de las grandes cabeceras en papel. Por tanto son medios … pero también serían blogs.

Juan Varela, mi vecino de “contenedor”, se ha ido al IX Congreso Nacional de Periodismo Digital de Huesca para descubrir que (aún) no hay modelo para los medios digitales (Un modelo de periodismo para cada digital) después de asistir a un taller de directivos de medios digitales.
Y en este escenario estamos ahora.

Los límites se han difuminado y domina la fragmentación y los híbridos. Como explico con más extensión en Soitu, los expertos nos hacen recomendaciones:

  • Marc Cuban defiende apasionadamente que los medios no deberían incluir blogs.
  • Paul Boutin recomienda obviedades en The New York Times para aquellos que quieran convertirse en blogstars y de paso define en negativo a los blogs: no es una profesión (pero algunos acaban siendo profesionales), puede (o no) proporcionar ganancias, hablan de todo (y muchos de nada concreto), y se publica cuando y como se quiere (o sea, no se atienen a ningún estándar de frecuencia o estilo).
  • Francis Pisani nos recuerda que un blog casi nunca es buen negocio y
  • Raúl Hernández explica por qué ser blogger tampoco es buen negocio

…. O si. Un blog no es más que una extensión digital de la vida de una persona y el principal beneficio que proporcionan al 99.999% de los bloggers se sitúa en el ámbito de las emociones y la economía del regalo.

Hace 40 años asesinaban a Martin Luther King, Jr.

Martin Luther King, Jr.
1929 — 1968

Este reverendo estadounidense que fue premio Nobel de la Paz, gracias a tu labor como uno de los principales líderes del movimiento para la defensa de los derechos fundamentales e importante valedor de la resistencia no violenta ante la discriminación racial.

Para recordarlo, algunas de sus citas:

  • Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.

  • La esencial medida de un hombre no es donde se para en momentos de comodidad y conveniencia, sino donde se para en tiempos de desafío y controversia.
  • Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
  • Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.
  • De mi formación cristiana he obtenido mis ideales y de Gandhi la técnica de la acción.
  • Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.
  • Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor.
  • Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
  • La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.
  • Todo trabajo que enaltece la humanidad tiene dignidad e importancia y debe emprenderse con excelencia esmerada.
  • Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual.
  • Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse caer tan bajo como para odiar a alguien.
  • Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
  • La libertad nunca es voluntariamente otorgada por el opresor; debe ser exigida por el que está siendo oprimido.
  • El amor es la única fuerza capaz de transformar un enemigo a un amigo
  • El amor es la única fuerza capaz de transformar un enemigo a un amigo
  • Debemos aceptar la limitada desilusión, pero no debemos nunca perder la infinita esperanza.
  • Nuestra vida comienza a terminar el día que nos quedamos callados de las cosas que importan.
  • Puede que sea verdad que la ley no pueda hacer que un hombre me ame. Pero lo puede mantener de lincharme, y yo creo que eso es muy importante.
  • La injusticia en cualquier lado es una amenaza a la justicia en todos lados.
  • La oscuridad no puede echar a la oscuridad; solo la luz puede hacer eso; el odio no puede echar al odio; solo el amor puede hacer eso. El odio multiplica al odio, la violencia multiplica a la violencia, y la tenacidad multiplica la tenacidad en un espiral de descenso de destrucción… La reacción en cadena de la maldad – odio engendrando odio, guerras produciendo más guerras – debe ser rota, o los hundiremos en el abismo de la aniquilación.

Y para finalizar les dejo el discurso más memorable que haya dado en la histórica marcha sobre Washington en el 63.

Tengo un sueño.

Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.

Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.

Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de “fondos insuficientes”. Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.

También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.

Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.

1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.

Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, “¿Cuándo quedarán satisfechos?”

Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que “la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente”.

Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.

Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza.

Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño “americano”.

Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: “Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales”.

Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.

Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.

Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.

Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, “Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad”. Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.

Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! “De cada costado de la montaña, que repique la libertad”.

Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: “¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!”

Washington, DC
28 de agosto de 1963

Antonia 2.0

Un texto de Jonás Beccar Varela para Listao, en donde analiza qué es la web2.0 desde una aproximación literaria.


¿Qué es la web2.0? ¿Debemos tratar de entenderla, combatirla, adaptarnos o dejar que simplemente exista a nuestro lado? ¿Es posible vivir al margen de ella?

Antonia, Mario y Danimir

Sábado, 11 de la noche. Decenas de personas salen del cine. Entre ellas está Mario. Mario y su mujer quedaron fascinados con la película que vieron. Salieron del cine y se sentaron en un bar del patio de comidas a tomar un café y comentarla con la otra pareja con la que habían ido. La película fue maravillosa. A Mario le cambió la forma de ver el mundo. Estaba casi obsesionado con ella. No veía la hora de que llegara el día siguiente, domingo, para poder recomendársela a sus cuñados y sus suegros en el almuerzo familiar. Quería que más personas experimentaran lo mismo. Quería compartir esa sensación con otros.
Unos pasos atrás de Mario, con un grupo de amigos, salió también del cine Antonia. A ella también le encantó la película. Necesitaba compartirla. También, igual que Mario, se sentó con sus amigos en el patio de comidas y hablaron de la película que acababan de ver y de las sensaciones que les produjo. Un rato después, Antonia no veía la hora de llegar a su casa.

Llegó a las tres de la mañana, y se sentó en la computadora. Ingresó a su cuenta de Facebook.com y escribió, cuidando cada palabra, una crítica de la película en la sección de movies. Se dio cuenta de que si bien entendía muy bien el inglés, escribirlo no era tan fácil como entenderlo. Le llevó casi una hora escribir dos párrafos. Cuando terminó, en 10 minutos hizo la versión en español y la posteó en la sección de críticas de lectores en Lanacion.com. A las cuatro y cuarto, apagó la computadora y se fue a dormir.

Al día siguiente, luego de que Mario se convirtió en el pariente más pesado del almuerzo, logró que uno de sus cuñados fuera a ver la película.
Antonia, por su parte, logró que Danimir, en San Petesburgo, decida ir a ver la película. Danimir había leído en facebook el comentario que hizo Antonia de la película. Y otras quince mil personas también lo leyeron.
¿Porqué Antonia perdería ese tiempo del sábado, en lugar de irse a dormir, en compartir con un público anónimo su visión de la película? ¿Espera alguna retribución directa por su tiempo? ¿espera convertirse en crítica profesional de cine y ganarse así la vida? No, y no.

¿Quién le paga a Antonia por su tiempo? Danimir volvió fascinado de ver la película, en San Petesburgo, y decidió felicitarla a Antonia por su comentario. No usó palabras.

En Facebook habían 6 grafiquitos, o íconos, para seleccionar: tres manitos con el pulgar levantado, dos manitos con el pulgar levantado, una manito con el pulgar levantado, una manito con el pulgar hacia abajo, dos manitos con el pulgar hacia abajo, tres manitos con el pulgar hacia abajo. Danimir hizo click en las tres manitos con el pulgar levantado. Así, sin palabras, Danimir felicitó a Antonia y, junto con miles de otras personas que leyeron su comentario y vieron luego la película, la convirtió en la crítica de cine más popular de Facebook.

La verdadera retribución para Antonia vendrá cuando, el sábado siguiente, decida ir al cine, y entre antes a facebook a ver qué opina “la gente”, de las diferentes películas que haya en cartelera. Tal vez lea la crítica oficial del diario, pero no le dará más importancia que la que le da a las de otras personas. Después de todo Facebook permite seleccionar comentarios de personas que, basadas en calificaciones previas, se sabe que comparten el gusto de Antonia. Pero también porque confía más en lo que dice la gente.

Antonia y Danimir posiblemente no se conozcan nunca. O si. No importa. Hoy ninguno de los dos sabe nada del otro. No les preocupa la edad del otro, la carrera, el trabajo, su orientación política, religión etc. Ni siquiera Antonia sabe que el vive a más de 10.000 kilómetros. Podría vivir dos pisos más abajo en el mismo edificio. No les preocupa. No hablan entre ellos. No intercambian mensajes uno a uno. No “chatean”. No buscan pareja por internet. Facebook los cataloga como Movie buddies. Son amigos de cine. Comparten su gusto por el cine y su preferencia por ciertos géneros. Se leen mutuamente sus comentarios de cine. Posiblemente su relación nunca vaya más allá.

Cuando Antonia decide ir de vacaciones a la playa, recorre la costa con el Google Earth y mira las fotos que puso la gente en Panoramio.com. Cuando encuentra alguna foto que le gusta mucho, averigua más sobre ese lugar. Si el lugar le gustó, a la hora de elegir hotel, no mira las páginas web de los hoteles.

Sabe, al igual que todo el mundo, que las fotos que hay allí son de las mejores habitaciones, al mejor horario del día, y con cámaras y lentes que muestran los ambientes mucho más grandes de lo que son. ¿Qué hotel no diría lo mejor sobre si mismo en su propia web? Antonia prefiere consultar con la gente que ya fue allí, y cuyas opiniones son más puras, o genuinas. Los mismos que pusieron esas fotos tan lindas en Panoramio.com.

A ellos les preguntará sobre las opciones de alojamiento. Y hará posiblemente un doble chequeo en algún blog de viajes.

Cuando decide cambiar de trabajo, antes de confirmar una propuesta, Antonia visita Linkedin.com y busca en su red gente que trabaja o ha trabajado en la empresa a la que ella piensa ingresar. Y se fija las calificaciones u opiniones sobre la empresa. Eso la ayuda a decidir.

Antonia no lee un diario en papel. Pero tampoco lee UN diario en particular en internet. Armó su propio diario en Google Reader, a su medida. Ese diario, a través del contenido RSS, “chupa”, o “levanta” las noticias políticas de un diario, las económicas de otro, las internacionales de otro (que no es de Argentina), las críticas de espectáculos de un blog, y los chistes directamente desde una página de humor. Con el paso del tiempo, como el aspecto visual de su página personalizada es personalizado, valga la redundancia, Antonia se olvidará de qué diario provienen las noticias de tal o cual tema.

Un cambio de paradigma

Antonia es 2.0. Mario no. La web 2.0 es mucho más que una nueva forma de usar Internet. Trae consigo un cambio de paradigma social. Un cambio en las formas en que las personas se relacionan entre sí y con el mundo. Se le llama web 2.0 a un fenómeno de internet que ha crecido en los últimos años, que ha puesto en manos de “la gente” el manejo de contenidos de los sitios. En un principio internet era un muestrario de folletos institucionales puestos por empresas, universidades, etc., que contaban al mundo lo que eran y lo que hacían.
En algunos casos, con aplicaciones transaccionales, para recibir y enviar correos electrónicos, comprar y vender, ver las cuentas bancarias, etc. Hoy, en Internet, el límite entre emisores y receptores ha desaparecido. Todos pueden opinar, y la opinión de todos, o de la suma de muchos, resulta más valiosa, al menos para las personas como Antonia, que la opinión de alguien tradicionalmente calificado como autoridad para opinar.
Esta forma de pensar está saliendo fuera de internet, y llegando al mundo “real”.

Internet ha incubado un cambio de paradigma, pero dicho cambio ha salido fuera de las computadoras. Esto presenta un desafío para todos. Algunos podrán tratar de resistirse, y otros se adaptarán y encontrarán la manera de capitalizarlo.

Veamos un caso concreto en este último sentido: Durante el cacerolazo en varios lugares del país del pasado 25 de marzo, por algunas horas, los diarios online dejaron de informar. Ellos dejaron de emitir noticias. Eso no significa que hayan dejado de ser un canal de comunicación, sino todo lo contrario. Lo que hicieron fue invertir el flujo de la información. En Lanacion.com había un titular que decía “Cacerolazo: dejanos tu opinión”, y una dirección de correo electrónico. Eso era todo. Lo que la gente mandaba, iba directo a la web del diario. Seguramente habrían pensado: “¿para qué mandar un cronista al lugar, si podemos tener miles?” Y gratis.

Luego, al día siguiente, el diario aportaría su opinión de la noticia, formada, editorializada, pero… ¿la crónica en vivo?…Mucho mejor es dejar eso en manos de la gente.

En Estados Unidos los estudiantes universitarios no eligen las materias o cátedras por el curriculum vitae de los profesores. Lo hacen visitando ratemyprofessors.com, un sitio donde los alumnos califican a los profesores, opinan sobre ellos, y comparten sus visiones.

Es un sitio cerrado, al que sólo se puede ingresar con el número de estudiante, un identificador, que al igual que el número de Seguridad social, es único a nivel nacional para cada individuo. Quien no tiene ese número no puede entrar a ese sitio.

Si un profesor cruza el país, huyendo de una mala carrera docente en California, esperando encontrar mejor suerte en Carolina del Sur, no le será fácil repuntar. Lo dicho por californianos sobre él en ratemyprofessors.com quedó dicho para el mundo estudiantil entero ¿Habrá profesores que se anotan en carreras sólo para poder tener ese número e ingresar al sitio a ver lo que se dice de él?

Seguramente, pero me inclino a pensar que lo mejor que puede hacer es cambiar su modo de enseñar y esperar que las opiniones positivas comiencen a fluir. ¿Habrá universidades que algún día contraten profesores, no por su trayectoria académica sino por los ratings que le ponen los estudiantes? ¿Quién sabe?

La comunicación 2.0 es cruel, porque todos tienen el control, y el intervencionismo está muy mal visto. A personas como Antonia les resulta simplemente insoportable que alguien detente el monopolio de la palabra. Todo mensaje tiene que tener vía de respuesta para el público. Si no lo tiene, alguien lo crea.

En Estados Unidos, quizás también en Argentina, muchas empresas pretenden combatir fuego con fuego, y resisten a los comentarios negativos publicados en internet sobre ellas, creando falsos blogs, donde falsos consumidores ponderan y felicitan a la empresa por sus magníficos productos y servicios.

Señores, si quieren evitar los comentarios negativos, busquen otra fórmula, porque eso se sabe: hay blogs que listan y describen los falsos blogs. La gente tiene el poder de comunicar y maneja el medio.

Veamos, en oposición, el ejemplo de una empresa que decidió volverse 2.0 en serio, y sacar provecho de este nuevo fenómeno: La empresa danesa LEGO, que fabrica bloques de plástico interconectables (sí, la de los ladrillitos), creó Lego Factory, un sitio web en el cual los usuarios pueden crear digitalmente el modelo de juguete que quieran, usando en forma ilimitada todas las piezas existentes de Lego, con todas las combinaciones de colores, etc.

Es decir que uno tiene a su disposición todos los bloques de Lego que existen. Luego de haber creado su modelo, que puede ser un castillo, un auto, una lancha o un robot, el usuario hace click en un link, Lego lo cotiza, y el usuario lo puede comprar online, no sin antes haberle puesto un nombre a su juguete.

Días después llega a domicilio el juguete, ahora sí en el mundo real, en una caja impresa en forma personalizada con el nombre que el cliente le puso (por ejemplo NICOBOT, si es un regalo de Antonia para su hijo Nicolás), con el manual de instrucciones para armarlo. Con esto la empresa transfirió todos los costos de creatividad y diseño a los clientes (¡que lo viven como un juego y no como un trabajo!), convirtiendo a la empresa en una fábrica de bloques de plástico con un centro de distribución que arma empaques a pedido, en cajas personalizadas.

Seguramente habrán pensado: ¿Porqué venderle a la gente un autito, un robot o un barquito, si tal vez hay alguien que prefiere un tractor? ¡Dejemos que el cliente diseñe su tractor a gusto y medida, y le vendemos los bloquecitos para que lo arme!

Futuro incierto

¿Existe algún peligro asociado a este fenómeno? ¿Existe el riesgo de que alguien, un hacker, robe la identidad de una persona, como postulaba la película La Red, de Irwin Winkler, en 1995, cuando todo esto comenzaba a popularizarse?

Volvamos un momento a Antonia. Se sabe qué películas le gustan, qué piensa ella sobre esas películas, con quiénes se vincula al compartir sus gustos de cine, adonde veranea, en qué hoteles estuvo averiguando para alojarse, sus fotos están en un álbum virtual, conocemos en qué empresa trabaja, gracias Linkedin.com.

A partir de su diario personalizado podemos inferir algo sobre sus consumos de noticias y por ende sobre sus preferencias políticas o ideológicas, y hasta sabemos que le regaló a su hijo un robot hecho por ella a través de Lego Factory.

Y lo más espeluznante es que esa información es pública. No se necesita ser un hacker especializado para acceder a ella. Antonia eligió, libremente, compartir esa información en Internet. No la esconde. No la encripta. ¿Porqué jugar así con fuego? La respuesta es muy simple, y es un análisis tácito de costo beneficio: el beneficio de compartir toda esa información es mayor al potencial riesgo que acarrea.

Se gana más de lo que se puede perder. Y hemos aquí una diferencia medular entre las personas 2.0 y las que no lo son, entre Antonia y Mario. Y allí radica también la explicación al hecho de que en la web 2.0 hay un nivel casi inexistente de publicaciones erróneas con el propósito de confundir y molestar. Los mismos miembros de las comunidades online matan con la ignorancia, o “pisan” la información errónea con una corrección ulterior.

Todos pierden cuando la información es distorsiva. Resumamos entonces algunas diferencias entre Mario y Antonia, pero antes dos aclaraciones: Antonia no tiene anteojos de 4 centímetros de espesor y la piel gris por la falta de exposición al sol. No es un nerd, o geek, usando esta terminología acuñada en los 80, que hace referencia a aquellas personas que manejan la computadora como si fuera una extensión de su propio cuerpo pero tienen serias dificultades para relacionarse en el mundo real. Antonia sale, tiene amigos, amigas, marido, o novio, viaja, va de vacaciones, trabaja, etc. Y en segundo lugar, Antonia no es necesariamente más joven que Mario. Podría serlo, o no. Antonia simplemente es 2.0 y Mario no.


  1. Antonia, a diferencia de Mario, tiene muchas más relaciones, es decir, que se relaciona con más personas, pero en forma particionada, o parcial. Tiene, por supuesto, un grupo de amigos, entendidos en el sentido tradicional de la palabra, pero además tiene sus movie buddies, como Danimir, que leen sus comentarios de cine, gente en su red de contactos laborales, gente que opina en su fotolog, porque aprecia sus fotos, etc. Antonia se relaciona con todas estas personas, pero sólo a través de la computadora, y para un tema en particular. La localización geográfica u otros detalles de los integrantes de esas diferentes comunidades a las que Antonia pertenece son absolutamente irrelevantes. ¿Podríamos decir que se trata de relaciones por interés? Claro que sí, pero las reglas de juego son claras, con lo que nadie sale engañado.

  2. Como dijimos un par de párrafos antes, Antonia expone en internet muchos aspectos de su vida. Su concepto de privacidad es diferente al de Mario. Pone fotos de su hija, muestra el juguete que le regaló, cuenta qué película fue a ver al cine y qué opinó, comparte sus experiencias en vacaciones, etc. Es como si viviera en una casa con paredes de vidrio, o en un reality show.

  3. La moral de Antonia tiene ciertas concesiones que a muchas industrias y personas les resulta difícil aceptar. Ella no tiene problemas de conciencia por subir a internet música o películas cuyos derechos no le pertenecen. A pesar de las advertencias escritas que ponen los sitios web sobre las políticas de privacidad y derechos de autor, ella igual “comparte”. Como no lo comercializa, sino que lo comparte, lo que ella hace podría compararse a invitar amigos a nuestra casa a mirar una película. Sólo que en este nuevo esquema la película no se mira en el mismo lugar físico y ni siquiera en el mismo momento. Y ella puede invitar a millones de amigos en lugar de cinco. Pero eso es un detalle de forma, o al menos podría verse así. Antonia definitivamente lo ve así.

  4. Antonia no se deja convencer por los honores y títulos, o por las trayectorias. Piensa como los estudiantes norteamericanos de ratemyprofessors.com, y aplica esa lógica a los medios periodísticos, por ejemplo. No necesariamente elige la columna de un eximio editorialista o politólogo. Tal vez prefiera leer la opinión de un blogista, que escribe muy bien, pero cuyo nombre es totalmente desconocido e irrelevante para este fin. Al leer un diario en internet, Antonia le da tanta importancia a las noticias como a los comentarios de los lectores que vienen a continuación. Y ella comenta las noticias.

Estos cuatro aspectos, entre otros, ilustran algo que dije al comienzo, y es que la generación 2.0 está saliendo fuera de Internet. Y me reitero: “Internet ha incubado un cambio de paradigma, pero dicho cambio ha salido fuera de las computadoras.” No sabemos si Antonia es más feliz que Mario, o si logrará realizarse como persona. No sabemos si Antonia se siente plena. Esto no pretende ser un juicio de valor sobre la generación 2.0. Sólo pretendo, con esta nota, exponer algo que está ocurriendo y frente a lo cual nosotros todos, personas, empresas, universidades, colegios, medios, padres, hermanos, amigos, distribuidoras de música y cine, autores, periodistas, sólo podemos hacer una cosa: aprender a jugar con sus reglas.

Jonás Beccar Varela
jonasbv@fibertel.com.ar

“Jesús murió para darle vida al pueblo, igual que el Che”

Mi amigo y colega Hernán Giardini, conversó con Rubén Dri acerca de la Teología de la Liberación y los curas tercermundistas que, según este reconocido filósofo y teólogo, a diferencia del sector dominante de la Iglesia Católica, pelean junto al pueblo para liberarlo de su opresión.



– ¿Cómo surgió la Teología de la Liberación?

– Hoy se vincula fácilmente a la Teología de la Liberación con los curas tercermundistas, pero lo que hay que tener en cuenta es que cuando comenzamos nosotros con los curas tercermundistas o Sacerdotes para el Tercer Mundo en realidad no existía la Teología de la Liberación.

Es decir, no habíamos elaborado una teología que correspondiese a la práctica de liberación. Ello no quiere decir que en el cristianismo no existía. Sí existía, lo que pasa es que estaba muy soterrada.

Tuvimos que redescubrir las raíces de liberación del cristianismo. La Teología de la Liberación surge a partir de nuestras prácticas, que son prácticas de liberación, y vamos redescubriendo las prácticas de liberación de Jesús, las prácticas de liberación de los grandes profetas hebreos, de las comunidades cristianas primitivas, del movimiento cristiano primitivo… y a partir de ahí se va reelaborando naturalmente una Teología de la Liberación.

Porque la teología no es otra cosa más que la reflexión de fe que se hace a partir de la propia práctica. Ahora, cuando nosotros comenzamos a tener una práctica popular, una práctica junto a los sectores populares, junto a los pobres, en contra de la dominación, vamos entrando en contradicción con la teología que habíamos recibido.

Y a partir de ahí se comienza con la reelaboración de la propia teología, es decir, repensar nuevamente nuestro cristianismo, repensar nuevamente nuestra fe, que va a dar como resultado lo que se denominó Teología de la Liberación. Entonces, no es esto un descubrimiento que hacen algunas mentes lúcidas, no surge en las academias, no surge en la institución de la Iglesia como tal, sino que surge a partir de las prácticas de liberación de sacerdotes, de cristianos, de monjas, de religiosos, que en la medida que van asumiendo el proceso de liberación popular van repensando su propia fe.

– Usted plantea que a partir de la Teoría de la Liberación redescubrieron en el cristianismo su faceta liberadora, ¿eso significa que ya existía pero que estaba oculta?

– Sí, ya que es una nueva relectura del cristianismo, de la propia historia. Y con eso vamos a la vez redescubriendo que en realidad esta práctica de liberación existió siempre, solo que fue muy perseguida, pero siempre estuvo y afloró.

Muchas prácticas que se denominaron como herejías, de hecho eran prácticas de liberación, eran elaboraciones teológicas que las prácticas de dominación en las estaba muy comprometida la institución católica finalmente terminaron persiguiéndolas.

– Esto puede verse claramente en la obra de Fray Bartolomé de las Casas…

– Sí, porque en el momento de la Conquista de América podemos distinguir tres líneas religiosas: una era la que estaba totalmente alineada con la conquista, que es la que tenía el poder, donde la institución Iglesia estaba totalmente alineada con la conquista, con el genocidio, igual que pasó aquí con la última dictadura militar.

Pero como aquí, en aquella época también hubieron divergencias: hubo una corriente intermedia que trataba de suavizar el trato con los indígenas, pero que no se comprometía con una denuncia formal, concreta, de todas las atrocidades a las que cometían, la invasión española.

Y después estaba la corriente radical, que es la que nosotros consideramos también en la línea de la Teología de la Liberación, con todos los condicionantes y contradicciones de la época, pero que se comprometieron en serio contra las atrocidades propias de la Conquista, donde la figura más destacada fue Fray Bartolomé de las Casas, quien fue perseguido y tuvo que escapar de Chiapas porque querían asesinarlo.

Luego se va a la Corte de España, porque aparte de ser un defensor de los indígenas tenía visión política y se daba cuenta que no podía defender a los indígenas estando solamente en América, y se va a pelear al centro del poder, donde va a tener una disputa con la extrema derecha católica, representada por Sepúlveda, que consideraba que los indígenas no eran seres humanos y que estaban para ser dominados.

– ¿Cómo se fueron desarrollando luego estas diferentes posturas dentro del catolicismo en la historia de América Latina?

– Cuando aquí se produce el proceso independentista aparece con mucha claridad una institución que está muy pegada a la monarquía y por ende al Vaticano, y por otro lado un clero criollo que está por la independencia. En la época de los unitarios y federales aparece por una parte una institución jerárquica con quienes manejaban el poder, que incluso apoyó el genocidio de la Guerra contra el Paraguay, y estaban los curas del interior que estaban con los caudillos, que incluso se opusieron a la Guerra y fueron perseguidos. Como vemos, estas líneas estuvieron siempre presentes. Con sus contradicciones, siempre en el seno del cristianismo y de la Iglesia una Teología de la Dominación, de parte de una institución de poder, y una de Teología la Liberación que acompañaban prácticas de liberación, de curas, de laicos y religiosos.

– ¿Uno de ellos fue Camilo Torres no?

– Lamentablemente su figura no aparece en la gran prensa, en los medios de comunicación, pero el mensaje de Camilo Torres está presente y hoy sigue concitando la inspiración de cristianos para tener un compromiso acorde con el mensaje cristiano, que es un mensaje de liberación. Camilo señalaba muy profundamente que la única manera de hacer efectivo el amor es en una práctica de liberación, en una revolución. Lo que hay que ver es el contexto para interpretar cómo se hace una revolución, pero es así. No debe ser un amor platónico.

Cuando se ama, se ama a la persona, y amar al pueblo es comprometerse en serio. En ese sentido, el compromiso de Jesús fue revolucionario y lo llevó a la construcción de un movimiento, que yo lo llamo en mi libro “El Movimiento Antimperial de Jesús”, porque él va construyendo un construyendo un movimiento de liberación del pecado mayor, que era el Imperio Romano.

Y Camilo Torres lo veía en esa opresión imperial contra América Latina y contra su Colombia. Por eso asume la lucha contra esta opresión, tomando las armas, que era lo que dictaba ese momento. Lo que no quiere decir que hoy imitar a Camilo Torres signifique tomar las armas, hay que ver el contexto histórico que nos toca; pero sí significa asumir el compromiso de liberación en serio contra la opresión.

– Como lo hizo Romero en El Salvador…
– Sí, monseñor Romero tuvo una formación tradicional, de derecha, de la Iglesia, por eso había nombrado arzobispo de El Salvador, de la capital, y era un obispo de absoluta confianza de la Iglesia. Pero al constatar la miseria y la lucha del pueblo salvadoreño, y el compromiso de algunos sacerdotes, sobre todo uno que fue asesinado por sumarse a la lucha de los campesinos… ahí Romero estuvo como dos horas frente al féretro y a partir de ahí se da cuenta de lo que está pasando en su país, y que si el quería ser fiel a Cristo tenía que sumarse al pueblo, y se produce en él un cambio muy profundo, y toma un compromiso muy fuerte con su pueblo.

Y uno piensa: si algo de eso hubiesen hecho nuestros obispos en 1976 otra hubiese sido la historia… Romero les dice a los soldados que de ninguna deben obedecer órdenes inmorales, y les ordena que paren la represión, y con eso se decretó su muerte. Y por eso el pueblo lo transformó en santo.

– Como el padre Mujica en nuestro país…

– Su práctica era muy coherente con su teología. Y la de él también es una conversión, porque venía de una familia de la oligarquía. Pero Dios está en el pueblo, en el pobre. Y el encuentro con el pueblo, con el pobre, a las personas muy honestas lo convierten, y luego lo comprometen.

– Otro de los que practicaban la Teoría de la Liberación fue Miguel Ramondetti…

– Miguel fue un entrañable amigo mío. Con él, aparte de compartir ideológicamente, teológicamente, la lucha y las concepciones, he tenido una amistad muy profunda. Camilo Torres ha señalado, muy claramente, que se nos ha transmitido una Teología de la Muerte, que Jesús buscaba la muerte. Pero Jesús no quería la muerte, de ninguna manera, el muere precisamente porque quería la vida, pero la vida para el pueblo, lo mismo que el Che Guevara y que Camilo Torres, en la medida en que mueren por dar vida, y no por buscar la muerte.

Cuando uno está empeñado en la lucha, nunca tiene asegurada la victoria, tiene su riesgo, incluso la muerte. Ahora bien, su muerte… ¿es una derrota? Hay que ver qué significa entonces la derrota porque decir que el Che o Jesús fueron derrotados… Yo quiero decir: ¿Quién triunfó? ¿Pilatos? ¿A quién entusiasma hoy Pilatos? ¿Quién encuentra su sentido en la vida con el nombre de Pilatos? En cambio, cuántos lo encuentran con el nombre de Jesús, o del Che Guevara.

Entonces, sus muertes en un sentido son una derrota, pero en otro aspecto expresan victorias muy profundas, porque tienen sentidos muy profundos que siguen entusiasmando; siguen dándole sentido a multitud de seres que lo encuentran en la práctica de estos personajes.

– En ese sentido no sería criticable el hecho de que el pueblo tome las armas para liberarse…

Después de la dictadura genocida se ha comenzado a bajarnos un mensaje de que “nunca más las armas”, “nunca más la violencia”, cuando este continente sufre la violencia hace más de quinientos años, ¿no es cierto? Es como si nosotros pudiésemos dictarle a los pueblos la manera de defenderse.

La manera en que se van a defender los pueblos, éstos deben descubrirla en su propio contexto. Si en un momento determinado es la lucha armada, será la lucha armada, pero eso hay que verlo en el contexto, en la situación histórica. Nosotros no le podemos dictar a los pueblos cómo se van a defender. Este no es un momento de lucha por las armas, es otro momento histórico para el pueblo argentino.

Pero yo no sé como va a ser dentro de veinte años, cómo se va a tener que defender el pueblo argentino, pero sin dudas que se va a tener que defender de una u otra manera. Por eso yo no puedo dictarle “nunca más las armas”, cuando de hecho lo están masacrando desde arriba.

– ¿Cómo y dónde se está aplicando la Teología de la Liberación hoy?

-Como movimiento termina en el año 74, aunque nunca fue propiamente una institución. Pero la práctica o Teología de la Liberación continuó, aunque naturalmente tomó otros carriles. Recordemos que la dictadura hizo una gran persecución, hay una gran cantidad de curas asesinados, desaparecidos, torturados, exiliados. Pero ha quedado sobre todo en movimientos de base, en comunidades donde se ha continuado. Ahora en Santiago del Estero se va a ser un encuentro, que se hace todos los anos, de comunidades de todo el país sobre Teología Popular.

Hay un grupo de curas que se hacen llamar Sacerdotes de los Pobres que son una continuación de los Sacerdotes para el Tercer Mundo. También se da mucho con las comunidades campesinas, en el MOCASE, en el Chaco con los indígenas, en Corrientes con los pequeños productores.

Es decir, la Teología de la Liberación no ha muerto, en la medida en que no han muerto las prácticas de liberación; solo van tomando otras formas, se van realizando de otras maneras, y no necesariamente en las parroquias.

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