Como levantar a una persona soplando – Video –

Experimento extraído del libro “Fisiquotidianía, la física de la vida cotidiana”, de Cayetano Gutiérrez Pérez, quien tambien aparece realizando el video.


Está basado en la prensa hidráulica, similar a la que hay en los talleres de vehículos, para elevarlos. Por eso colocando un pequeño cuerpo en uno de sus émbolos, se puede levantar otro muchísimo mayor en el otro émbolo, ya que la presión ejercida en el émbolo pequeño (que sería el orificio de la manguera), se transmite íntegramente al émbolo grande (que sería la tabla o mesa donde se apoya el objeto o la persona).


Stephen Hawking, Carl Sagan y Arthur C. Clarke debaten sobre el universo (Video)

Tres de los más grandes pensadores contemporáneos Stephen Hawking, Carl Sagan y Arthur C. Clark y una charla imperdible sobre Dios y el universo.

Imperdible.

Tres de los más grandes pensadores contemporáneos Stephen Hawking, Carl Sagan y Arthur C. Clark y una charla imperdible sobre Dios y el universo.

Imperdible.

DIscutiendo sobre Dios
DIscutiendo sobre Dios

El regreso del vapor

La generación conjunta de electricidad y vapor (la sigla en inglés es CHP, por Combined Heat and Power) es una tecnología tan antigua como el vapor en lo que respecta a generación de energía.
De hecho, la primera planta eléctrica de los Estados Unidos, combinaba ambas tecnologías. No obstante, durante el siglo 20 el concepto fue abandonado en pós del uso de sistemas “locales”, infinítamente menos eficientes pero más “baratos”.
Las diferencias de eficiencia son abrumadoras: una planta eléctrica de vapor posee una eficiencia de alrededor del 40%, mientras que una planta CHP lleva dicha eficiencia al 80%. Además, muchas ciudades americanas poseen ya una red de tuberías de vapor subterráneas que se podrían aprovechar con esta tecnología.
En síntesis: en épocas de crisis energética, viejas ideas vuelven a tomar impulso y nuevos significados. No siempre las soluciones están en el futuro.

La generación conjunta de electricidad y vapor (la sigla en inglés es CHP, por Combined Heat and Power) es una tecnología tan antigua como el vapor en lo que respecta a generación de energía.
De hecho, la primera planta eléctrica de los Estados Unidos, combinaba ambas tecnologías. No obstante, durante el siglo 20 el concepto fue abandonado en pós del uso de sistemas “locales”, infinítamente menos eficientes pero más “baratos”.
Las diferencias de eficiencia son abrumadoras: una planta eléctrica de vapor posee una eficiencia de alrededor del 40%, mientras que una planta CHP lleva dicha eficiencia al 80%. Además, muchas ciudades americanas poseen ya una red de tuberías de vapor subterráneas que se podrían aprovechar con esta tecnología.
En síntesis: en épocas de crisis energética, viejas ideas vuelven a tomar impulso y nuevos significados. No siempre las soluciones están en el futuro.
Enlace a la nota original (en inglés) aquí.

Nanotecnología: Beneficios y Peligros

Daniel Mártire, especialista del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas de la Universidad Nacional de La Plata, se pronuncia sobre los beneficios y riesgos de esa ciencia.

Mediante el empleo de la nanotecnología se están creando nuevos materiales, dispositivos y sistemas dotados de propiedades inusuales que generan una revolución tecnológica en la medicina, en la biología, la informática y la construcción, entre otras áreas.

(Agencia CyTA-Instituto Leloir) – En 1959 el físico estadounidense presagió: “A mi modo de ver los principios de la física no se pronuncian en contra de la posibilidad de maniobrar las cosas átomo por átomo”. Sólo unas décadas después su visión se hizo realidad y hoy en día, en forma gradual, el término nanotecnología comienza a ser parte del lenguaje cotidiano.

La nanotecnología es una rama científica que permite la creación de nuevos materiales útiles, dispositivos y sistemas dotados de propiedades inusuales. Lo hace posible mediante el control de la materia en la escala del nanómetro (millonésima parte de un milímetro) y del micrón, que equivale a 1000 nanómetros. Esos materiales están generando una revolución tecnológica en la medicina, en la biología, en la informática y en la construcción, entre otros campos.

Para conocer la opinión sobre los beneficios y riesgos implicados en esa rama científica, la Agencia CyTA mantuvo una entrevista con el doctor Daniel Mártire, investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires y del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) de la Universidad Nacional de La Plata.

-¿Podría mencionar algunos de los beneficios derivados de la nanotecnología?

Los beneficios de la nanotecnología en la sociedad actual se basan en el desarrollo de diferentes productos, tales como sistemas de suministro de medicamentos y catalizadores. Además existe una gran variedad de productos de consumo en sectores de alto poder adquisitivo como los potentes filtros solares, cosméticos y recipientes antimicrobianos que permiten mantener los alimentos frescos durante períodos de tiempo más prolongados. También se espera que estas tecnologías lleven al desarrollo de computadoras más poderosas y técnicas médicas muy avanzadas. En resumen, dado su inmenso potencial, la nanotecnología es la nueva revolución tecnológica.

-Y ¿qué puede decir respecto de los riesgos de esta ciencia nueva?

Hay muchos riesgos posibles por un mal uso o una gestión irresponsable de la nanotecnología. Los materiales de escala nanométrica, por ejemplo nanopartículas y nanotubos, poseen propiedades físicas, químicas y biológicas que se diferencian significativamente de las que tienen sistemas con la misma composición química pero de escala macroscópica a microscópica. Esto, por un lado, los hace muy interesantes para el desarrollo de nuevas tecnologías, pero dado que la toxicidad también se ve afectada por la escala, las nanopartículas de sustancias químicas conocidas como los metales o la sílice (principal componente de la arena) deben considerarse nuevos materiales, ya que pueden incorporarse al organismo por diversas rutas, pueden acumularse en varias partes del cuerpo humano perturbando los procesos moleculares, bioquímicos, fisiológicos y anatómicos normales produciendo citotoxicidad, necrosis y muerte celular.


-Uno de sus temas de investigación es el de la generación de intermediarios reactivos de interés en la degradación de contaminantes en aguas naturales y en sistemas técnicos. ¿Qué tipo de tecnologías ambientales se están pensando desde el campo de la nanotecnología?

Hay numerosas aplicaciones de materiales nanoestructurados en tecnologías ambientales. Por ejemplo pueden emplearse nanofiltros de policarbonato con poros de tamaños de 10 nanómetros para purificación de aguas. Otro ejemplo son los nanotubos de carbono, que pueden utilizarse como sensores para detectar gases contaminantes de la atmósfera (como monóxido de carbono y óxidos de nitrógeno) en muy bajas concentraciones, ya que la conductividad eléctrica de los nanotubos es muy sensible a los gases del entorno. También pueden emplearse nanopartículas de diversos materiales para atrapar contaminantes. Por ejemplo tratamientos “in situ” con nanopartículas orgánicas para eliminar hidrocarburos poliaromáticos, que son sustancias muy contaminantes de los suelos; nanopartículas magnéticas de óxido de hierro para extraer iones metálicos y nanopartículas de hierro para eliminar hidrocarburos clorados.

En muchos casos se confía que las nanopartículas en métodos “in situ” terminan en el medioambiente aglomerándose, es decir formando agregados más grandes y perdiendo así las propiedades de los materiales nanoparticulados, en particular su toxicidad relativa al pequeño tamaño, pero esto último debe ser aún probado.

-¿Qué medidas deberían adoptarse para controlar estos riesgos, tanto en el campo de lo ambiental como en otras áreas?

En mi opinión para hacer frente a los riesgos debería haber una legislación clara y rigurosa que controle la producción y comercialización de productos que empleen nanotecnologías. Deberíamos asegurarnos de que las nuevas nanotecnologías se prueben de manera segura antes de que los productos salgan al mercado.

En este sentido, creo que la financiación de proyectos en esta área debería darse solamente a aquellos que demuestren que las condiciones de trabajo no sean riesgosas para ninguno de los participantes del proyecto, que durante el desarrollo del proyecto no se van a generar residuos de materiales nanoparticulados que puedan ser contaminantes, y que no va a proponerse la industrialización de productos sin haber sido antes adecuadamente probado

El cambio climático, más grave que el terrorismo

El científico británico Stephen Hawking, célebre por estar postrado en una silla de ruedas inmóvil desde hace treinta años y por haber escrito ese maravilloso best seller científico llamado “La Historia del Tiempo”, aseguró que el cambio climático es una amenaza para el planeta superior al terrorismo.

El científico británico Stephen Hawking, célebre por estar postrado en una silla de ruedas inmóvil desde hace treinta años y por haber escrito ese maravilloso best seller científico llamado “La Historia del Tiempo”, aseguró que el cambio climático es una amenaza para el planeta superior al terrorismo.

Su comentario se produjo mientras otros prominentes científicos adelantaban las manecillas del llamado Reloj del Juicio Final, para advertir al mundo que estamos más cerca de una hecatombe atómica o climática. Es la cuarta vez que los expertos de la revista Boletín de los Científicos Atómicos, patrocinada por Hawking, adelantan el gigantesco reloj, situado en la Universidad de Chicago.

Hawking advirtió que “como ciudadanos del mundo, tenemos el deber de alertar al público de los riesgos innecesarios con los que vivimos cada día, y de los peligros que prevemos si los gobiernos y las sociedades no actúan para inutilizar las armas nucleares y evitar un mayor cambio climático”.

Como científicos “comprendemos los peligros de las armas nucleares, pero estamos viendo cómo las tecnologías y actividades humanas están afectando al clima de forma que pueden cambiar para siempre la vida en la Tierra”, añadió.

El reloj fue adelantado dos minutos por los expertos del Boletín de los Científicos Atómicos, que deciden la posición de las agujas en consulta con su consejo de patrocinadores, del que forman parte 18 laureados con el premio Nobel. Antes marcaba las 23.53 y ahora pasó a las 23.55, lo que representa que estamos supuestos cinco minutos (en la medida del tiempo que se emplea como metáfora) de la hecatombe.

El anuncio del cambio de hora se efectuó en presencia de numerosos científicos ingleses y estadounidenses (justamente, este país tiene al presidente que más se opone a una política contra el calentamiento global, porque discute sus evidencias científicas). El presidente de la Royal Society de Londres y reconocido profesor de cosmología y astrofísica, Martin Rees, señaló que, aunque las armas nucleares siguen siendo “la amenaza más inmediata y catastrófica para la Humanidad”, el cambio climático “también tiene el potencial de acabar con la civilización tal y como la conocemos hoy”.

En términos similares se pronunció la directora del Boletín de los Científicos Atómicos, Kennette Benedic, al hacer un llamado a modificar la forma de pensar sobre el uso y el control de las nuevas tecnologías para “evitar una destrucción indescriptible y un mayor sufrimiento humano”.

El reloj, creado en 1947 por un grupo de científicos preocupado por el posible estallido de una guerra nuclear, del que formó parte Albert Einstein, marcaba inicialmente las 23.53 horas, a siete minutos de la medianoche del eventual día del Apocalipsis o del Juicio Final, y desde entonces se adelantaron o retrasaron 18 veces, incluida ésta.

El momento en que más cerca estuvieron las agujas del ‘desastre’ fue en 1953, cuando se colocaron a sólo dos minutos de las 00.00 horas tras la primera explosión de una bomba de hidrógeno por parte de EEUU.

Posteriormente, el reloj se retrasó a 12 minutos en 1972 después de firmarse el acuerdo de limitación de armas nucleares estratégicas (SALT), volvió a acercarse hasta los seis minutos en 1988 y dos años después se retrasó nuevamente a 10 ante los cambios en el Este de Europa.

La última ocasión en que se cambió fue en febrero de 2002, cuando se adelantaron las agujas dos minutos tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. El denominador común de todos estos casos es evidente. Tras cada una de las acciones se encuentra la mano del hombre.

Ciencia para todos: Anécdota de Einstein

Einstein

Se cuenta que en los años 20 cuando Albert Einstein empezaba a ser conocido por su teoría de la relatividad, era con frecuencia solicitado por las universidades para dar conferencias. Dado que no le gustaba conducir y sin embargo el coche le resultaba muy cómodo para sus desplazamientos, contrató los servicios de un chofer.

Después de varios días de viaje, Einstein le comentó al chofer lo aburrido que era repetir lo mismo una y otra vez.

“Si quiere”, le dijo el chofer, “le puedo sustituir por una noche. He oído su conferencia tantas veces que la puedo recitar palabra por palabra.”

Einstein le tomó la palabra y antes de llegar al siguiente lugar, intercambiaron sus ropas y Einstein se puso al volante. Llegaron a la sala donde se iba a celebran la conferencia y como ninguno de los académicos presentes conocía a Einstein, no se descubrió el engaño.

El chofer expuso la conferencia que había oído a repetir tantas veces a Einstein. Al final, un profesor en la audiencia le hizo una pregunta. El chofer no tenía ni idea de cual podía ser la respuesta, sin embargo tuvo un golpe de inspiración y le contesto:

“La pregunta que me hace es tan sencilla que dejaré que mi chofer, que se encuentra al final de la sala, se la responda”.

(Aunque la historia precedente es probablemente falsa, no por eso deja de ser divertida)