Los autos chinos están acelerando la demanda global de combustible

Un interesante artículo del Washington Post que analiza el impacto que la creciente economía china reflejada en su parque automotor tiene sobre la demanda mundial de combustible.

Sigue entonces, mi traducción del texto:


“En China, el tamaño importa”, dice Zhang Linsen, de 44 años de edad, fundador de una empresa de diseño gráfico. “La gente quiere tener un coche que muestre su condición en la sociedad. Nadie quiere comprar autos pequeños”.

Zhang gira las ruedas de su Hummer, también llamado “hanma” o “feroz caballo” en chino, y pisa el acelerador.

La venta de coches en China explotó, y no sólo de coches comunes, sino también vehículos utilitarios y camionetas. En otros lugares del mundo, la popularidad de estos vehículos ha caído a medida que el costo del petróleo aumentaba. Pero en China, el número de todo terrenos vendidos aumentó un 43 por ciento en mayo en comparación con el año anterior, y los automóviles de gran tamaño incrementaron sus ventas un 15 por ciento.

De hecho, la demanda china es uno de los grandes motivos de la dramática escalada de los precios mundiales del petróleo.

China por sí sola representa aproximadamente el 40 por ciento del reciente aumento de la demanda de petróleo del mundo, ya que está quemando el doble de petroleo del que quemaba hace una década. Hace quince años, casi no había automóviles privados en el país. A finales del año pasado, el número había llegado a 15,2 millones.

En la actualidad hay más Buicks – el venerable coche “barco” de lujo de NorteAmérica- vendidos en China que en Estados Unidos. La demanda de Hummers ha sido tan fuerte que a partir de este año, los consumidores chinos puedan comprar un vehículo del mismo estilo militar llamado “Predator” en más de 25 nuevos concesionarios.

Sin embargo, la fuerte demanda de petróleo no se limita a China y sus automóviles. Desde que un grupo inversor encabezado por un abogado de Nueva York y New Haven, Conn, banquero surgió con la idea de la utilización de petróleo para el alumbrado de Pensilvania en la década de 1880, el petróleo ha sido un componente esencial de la era industrial. Es el combustible de buques, aviones y automóviles, y se usa para producir asfalto, calefacciona nuestras casas, y del él derivan lubricantes, plásticos y otros productos petroquímicos.

Los Estados Unidos son el mayor consumidor de petróleo, a través de la quema de más de 20 millones de barriles por día según datos del año pasado. Este año, EE.UU. está en camino de la primera disminución en más de 25 años, como resultado de los altos precios del combustible y una débil economía. Sin embargo, aproximadamente una de cada ocho barriles de petróleo producidos en todo el mundo, termina en el depósito de combustible de un coche o camión americano.

La demanda en muchos países en desarrollo, mientras tanto, se está acelerando a causa de la propagación del estilo de vida de la clase media y las políticas populistas que subvencionar el combustible para que se mantenga barato.

El gobierno de India, por ejemplo, gastará 24,5 miles de millones de dólares este año en subsidios de petróleo. Ese monto incluye las reducciones a los subsidios que dieron lugar en junio a dando lugar a disturbios por los altos precios del gasoil que utilizan la mayor parte de los vehículos del país, y otros productos derivados del petróleo. “El alza en los precios de los combustibles durante el mes pasado ha hecho poco para amortiguar el aumento de la demanda de diesel”, dijo Seema Desai, analista de la Eurasia Group. Los indios están pagando alrededor de $ 3,60 por galón de diesel, muy por debajo de precios de mercado, y la demanda sigue creciendo a una tasa anual de más del 20 por ciento


Los países productores de petroleo son incluso más generosos con sus ciudadanos. Por ejemplo, en Venezuela, la nafta cuesta 12 centavos por galón, en Irán cuesta 41 Ctvos, en Arabia Saudita cuesta 37 ctvos y en Rusia $3.90.


Todo este crecimiento no sirve para compensar que compensar las medidas de conservación adoptadas en los Estados Unidos, Europa y otras naciones industrializadas. Este año, el consumo combinado de China, India, Rusia y el Medio Oriental aumentará un 4,4 por ciento y por primera vez será superior al de los Estados Unidos, de acuerdo con el International Energy Agency.


Para los expertos en planificación energética del mundo industrializado, parece ser una cruel ironía, que llega después de un esfuerzo concertado por parte de los consumidores y los legisladores para disminuir el consumo. Si China sigue aumentando su consumo de petróleo al ritmo promedio de 6% a 7% al año, como lo ha hecho desde 1990, llegaría a tener el mismo consumo que Estados Unidos en 20 años


Pero China se defiende de las críticas diciendo que el consumo per capita en su país es solo una pequeña fracción del consumo de Estados Unidos. Por otra parte, todas las naciones industrializadas basaron su desarrollo en el uso de petróleo. Los chinos se preguntan: “¿Por qué debemos ser penalizados por llegar tarde al juego?


Si bien existen una serie de factores que contribuyen al aumento de la demanda de China, que incluyen un rápido desarrollo industrial y el acaparamiento por parte del gobierno para garantizar suministros adecuados para los Juegos Olímpicos de Pekín, el que tiene mayor impacto es el crecimiento de autos. Sin embargo, pese a este vertiginoso aumento de la cantidad de autos, menos del 4 por ciento del país posee uno. Es decir, 1,3 millones de personas. Estados Unidos estaba en esa posición en 1915.


“Todo el mercado de la energía del mundo ya se está viendo afectada por este país. ¿Se imaginan cuando 50 de cada 1000 personas en China sean propietarias de un coche?” pregunta Friedhelm Engler, director de diseño de General Motors y Shangai Automotive Industry en China.


Para la generación anterior, ser propietario de un automóvil era un privilegio para pocos (aquellos en el gobierno, los jefes de empresas de propiedad estatal y otras personas en posiciones de poder).


Pero a partir de 2000, China comenzó a promover agresivamente el consumo para equilibrar su economía basada en la exportación. Zeng Peiyan, que era entonces director del comité de planificación nacional, creó una lista de las cosas que los ciudadanos debían ser alentados a comprar. Los automóviles encabezaban la lista.


Pekín ha simplificado los procedimientos para la compra de automóviles, recortó los impuestos sobre las ventas y mejoró la disponibilidad de préstamos bancarios. Alentó a los gobiernos locales para crear más estacionamientos. Se prohibieron las bicicletas en algunas calles. Y construyeron miles de kilómetros de brillantes autopistas en todo el país.


En el ínterin, el combustible se ha mantenido artificialmente barato. Incluso después que se levantaran parcialmente las subvenciones el mes pasado, un galón de combustible en China cuesta sólo 3,40 dólares, muy por debajo de los precios de mercado.


En 2006, cuando China dio a conocer su más reciente “plan quinquenal”; un plan nacional de prioridades, que reflejaba una nueva conciencia ambiental del gobierno central que comenzó a alentar a los gobiernos locales para eliminar los desincentivos para los consumidores para comprar y a los fabricantes a producir coches pequeños.


Pero la ley que obligue a los gobiernos locales a revisar sus viejas prácticas aún está pendiente, y el cambio ha sido lento.


Otro de los factores que impulsan la venta de automóviles más grande en China es la rápida aparición de suburbios. Muchas de estas ciudades-satélite son versiones romántica de la forma en que los chinos imaginan a los Estados Unidos y otros países occidentales, ricos, con espaciosas villas y dos garajes de automóviles, grandes cajas de la cadena de tiendas, centros comerciales y parques de oficinas.


Yongping Zhai, especialista del Asian Development Bank, teme que los chines estén “comprando” el estilo de vida americano: “casas grandes, grandes aires acondicionados, grandes carreteras.” En comparación con el avanzado ritmo de construcción de carreteras, el transporte público se ha desarrollado lentamente.


Para alentar a los chinos para ser más amigables con el medio ambiente, General Motors, que ha ocupó el primer lugar de ventas de autos en China durante los últimos tres años, está preparando nuevos vehículos híbridos y automóviles que funcionan con combustibles alternativos.


Pero Zhang no espera que los consumidores chinos que cambien sus hábitos de compra con respecto a sus automóviles. “La economía de combustible es probablemente la última cosa que veríamos en China,” dice Zhang mientras conduce por los suburbios de Shanghai en su Hummer. Él dice que no está preocupado por llenar el tanque, incluso después de que el gobierno recortará los subsidios del petróleo el mes pasado, generando un aumento de los precios del combustible de alrededor del 18 por ciento.


Zhang compró el Hummer en 2006, y lo importó desde Estados Unidos, a un valor de 220.000 dólares, incluidos los altos gastos de envío y tasas de importación. “Se siente como un auto para hombres”, dijo.


El mes pasado, él y dos amigos crearon un sitio web que anunciaba la formación de un club del Hummer en Shangai.


Otros 20 propietarios lo contactaron por correo electrónico en un plazo de días. Entre ellos figuraban varios otros hombres de negocios, y también jefes de minas de carbón de las provincias del interior y tres treintiañeras mujeres que compraron identicos Hummers.


Zhang dijo que él y otros miembros del club estaban hablando para organizar viajes fuera de la ciudad, tal vez a las partes montañosas de la provincia de Sichuan para ayudar con los esfuerzos de reconstrucción en las zonas más afectadas por el reciente terremoto.


Por ahora, sin embargo, Zhang dice que esta feliz por poder utilizar su automóvil para visitar amigos, mientras tiene una gasta un galón de combustible por cada 17 millas de carreteras chinas que recorre.

Impulso a la energía eólica: un multimillonario petrolero destinará su dinero en molinos

Encontré en CNN una noticia que me interesó bastante. El petrolero T. Boone Pickens está poniendo el ojo en desarrollar fuentes de energía renovables como por ejemplo la energía eólica.

El legendario empresario y filántropo, anunció el martes pasado un nuevo plan energético, con el objeto de ayudar a Estados Unidos a disminuir en más de un tercio la dependencia de petróleo extranjero por más de un tercio y a cambiar la producción de energía de América hacia los recursos naturales renovables.

“El Plan Pickens” busca impulsar la inversión en recursos nacionales renovables como la energía eólica, y el cambio del petróleo al gas natural como combustible para el transporte.

“Nuestra dependencia del petróleo importado está matando a nuestra economía. Es el mayor problema que enfrenta hoy América”, dijo Pickens.

“La energía eólica es limpia …, es renovable. Es todo lo que desee. Y es un suministro estable de energía”, dijo a CNN Pickens en mayo. “Es increíble que que no hemos utilizado más el viento.”

Mesa Power, la empresa de Pickens, anunció recientemente una inversión de $ 2 mil millones como primer paso para construir el parque eólico más grande del mundo en La Pampa, Texas.

“Vamos a tener que hacer algo diferente en Estados Unidos”, dijo a CNN Pickens. “No se puede seguir pagando $ 600 mil millones al año por petróleo.”

Su plan energético se podría aplicar en menos de 10 años, si el Congreso y la Casa Blanca tratan la actual situación energética como una “emergencia nacional y toman una acción inmediata”, predijo.

Pickens, un republicano de toda la vida, dice que no asesoró a ningún candidato, pero pero que está dispuesto a trabajar con el próximo presidente.

Para leer la nota original en CNN (Inglés) hacé click aquí.

La Campaña de Dove: O como Unilever cambió su postura en Indonesia

Unilever, fabricante, entre otros muchos productos, de la línea de cosmética Dove, utiliza para su fabricación aceite de palma que se obtiene deforestando la segunda selva más importante del planeta: la de Indonesia.

Greenpeace en Inglaterra lanzó una campaña contra está práctica lanzando tomando como base las publicidades exitosas de Dove y reconvirtiendolas al mensaje de protección de estas selvas.


La historia completa del éxito puede verse en el sitio de Greenpeace Inglaterra haciendo click aquí.

Además reconvirtieron un aviso de TV, ganador de varios premios internacionales de publicidad, que muestra la industria de la moda puede mejorar el aspecto de toda mujer haciéndola más atractiva.

La versión de Greenpeace que ya tiene 369.000 vistas en Youtube pueden verlo aquí:

Además se le pedía a la gente que envíe sus fotos, con el reclamo a Dove.



Si bien Unilever, se negaba a aceptar la necesidad de una moratoria al desmonte de aceite de palma en Indonesia, gracias a esta campaña se sumó al reclamo de Greenpeace en una declaración del presidente de Unilever en el Summit de Cambio Climático frente al Primer Ministro inglés, Gordon Brown, y el príncipe Carlos.

La demanda alemana de biodiesel de soja destruirá 10 millones de hectáreas de bosques argentinos.


La producción de biodiesel a base de soja para el mercado alemán amenaza los últimos bosques nativos de nuestro país y es responsable del aumento de los precios de los alimentos en toda la región.

El próximo 16 de mayo se realizará en Lima, Perú, la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea. Cristina Fernández de Kirchner estará allí.

Exigile a nuestra Presidenta que reconozca el impacto que la producción de biodiesel representa para la preservación de los bosques argentinos

Si no sos de Argentina, participá en la versión de tu país:

Edward Norton y sus preocupaciones ambientales

“En un mundo interconectado las pequeñas acciones cotidianas importan mucho y pueden ser una fuerza de cambio”


El actor y activista Edward Norton, anfitrión de la serie de televisión Strange Days on Planet Earth en National Geographic participó en un chat con los lectores en Washingtonpost.com sobre los cambios en los ecosistemas terrestre y como enfrentarlos. A continuación una traducción de esta charla publicada el Slate.

Edward Norton: Hola. Gracias por su interés. Strange Days en el Planeta Tierra se transmite dos nuevos episodios mañana por la noche (miércoles) en PBS. Estamos todos muy entusiasmados y debo comenzar mi charla diciendo que creo que el aumento de la conciencia en torno a las cuestiones ambientales es muy alentador. Me parece que está empezando a trascender las tradicionales agendas políticas y ser reconocidos como lo que realmente es … un desafío que involucra a todos nosotros.

  • Boston, Mass: A la luz de los próximos Juegos Olímpicos en Pekín, recientemente los medios han puesto más atención en China. La aceleración del crecimiento económico combinado con una gran población está causando una creciente preocupación entre los ambientalistas en todo el mundo. ¿Cómo podemos conciliar el respeto del derecho de China a desarrollar con la necesidad de controles ambientales? ¿Cómo podemos convencer a los chinos que no estamos contra ellos, sino que la naturaleza de su desarrollo tiene un efecto directo sobre la salud del mundo.

Edward Norton: Mi padre fundó un programa de Nature Conservancy en China, que es uno de los más ambiciosos programas de manejo de conservación realizado hasta ahora en términos de escala. Pasó 7 años viviendo y trabajando en China y he apoyado su obra. Creo que la mayoría de la gente en Occidente que se sorprendería de saber cuántas personas en China se preguntan exactamente lo mismo y están muy preocupados. Muchos de ellos están también trabajando duro para abogar por soluciones sensatas. Un significativo cambio positivo es que el gobierno ha comenzado a prestar atención especial atención a las advertencias de sus propios científicos y dejó de politizar sobre cualquier alerta científico.

  • Colorado Springs, Colo: ¿Por qué seguimos produciendo en masa grandes cantidades de elementos como bolsas y botellas de agua de plástico y plásticos en general que son tan destructivos para la Tierra? ¿Cómo podemos reforzar con rapidez las leyes en contra de tan enormes contaminantes de todo tipo? Nos están ahogando en la basura. Gracias.

Edward Norton: Reconozco que sólo recientemente me di cuenta daños que los residuos plásticos está haciendo, especialmente en los ecosistemas oceánicos. Aprendí mucho sobre este tema trabajando en los episodios de esta serie. Me voló la mente. Para comenzar, creo que la mayoría de nosotros no somos conscientes de cuánto de lo que tiramos acaba en el océano.

Las bolsas de plástico se encuentran entre las peores cosas.
Los EE.UU. se está quedando atrás en este tema. China y muchos otros países ya han prohibido la producción y el uso de bolsas de plástico fino. Es un ejemplo que espero que sigamos pronto. Es evidente que los plásticos han sido de gran importancia, pero a medida que se empiezan a ver las consecuencias a largo plazo de los componentes químicos de lixiviación en nuestra agua y nuestro cuerpo, vamos a estar obligados a buscar alternativas a la forma en que empaquetamos nuestros bienes y alimentos. Hay un montón de interesantes productos para reenplazarlos que están ingresando al mercado.
Bolsas, botellas y vasos hechos de fécula de patata y otros materiales totalmente biodegradables.

  • Washington, DC: En primer lugar, te quiero decir que sos uno de mis actores favoritos. La película “25 horas” es sorprendente y una de mis favoritas. Ahora mi pregunta: me parece una limitación del movimiento ecológico no explicar la desconexión entre lo que hacemos como consumidores y el impacto ambiental. Por ejemplo, las personas no hacen la relación entre los recursos necesarios (y la subsiguiente contaminación) para fabricar su botella de agua de plástico, la compra del producto (más probable incluido el transporte de residuos), y lo que sucede a la botella una vez que se han hecho. ¿Este tema es abordado en su nuevo espectáculo? Gracias.

Edward Norton: Una de las cosas que me gusta de Strange Days es que al final de cada historia se muestran las interconexiones ocultas entre los acontecimientos mundiales y las pequeñas acciones que podemos realizar en nuestras vidas cotidianas. La mayor parte de estas acciones son realmente fáciles de hacer y requieren poco sacrificio o esfuerzo extra.

  • Louisville, Ky: ¿Sabe usted cuántos paneles solares ha instalado hasta ahora el Programa de Vecinos?

Edward Norton: No puedo darte un número total de paneles. Estamos cerca de haber donado más de 100 kW en sistemas a familias de bajos ingresos.

  • Washington, DC: Señor Norton, le doy las gracias por la celebración de este chat. La simple verdad es que rara vez el público o la comunidad científica tienen la oportunidad de refutar las afirmaciones públicas de actores y otros “grandes” nombres en relación con el medio ambiente y otras cuestiones políticas. ¿Cree usted que el público debe considerar la falta de revisión y su impacto sobre la fiabilidad o credibilidad de la información que difunde usted?

Edward Norton: Yo personalmente no estoy afirmando nada. Simplemente cuestiones que me interesan y que creo que son muy dignas de un debate amplio. Creo que el debate es absolutamente crucial. Si ven la serie, verás que nada de lo que se presenta no fue debatido por la comunidad científica. Todo esto es objeto de revisión y estoy de acuerdo en que esa debe ser la norma. What’s interesting to me is when the American chemical companies try to rebut extensive peer reviewed science about Bisphenol-A by citing NON-peer reviewed, industry paid scientists. Lo interesante para mí es cuando las empresas químicas norteamericanas tratan de refutar una amplia serie de estudios de expertos sobre Bisphenol-A citando estudios realizados por cientificos pagados por ellos y que no fueron revisados por otros. Las empresas tabacaleras hicieron lo mismo durante años. Por lo cual, esas afirmaciones que deben ser criticadas con dureza.

  • Nueva Orleans, L bis: Algunas veces las acciones hablan con más fuerza que las palabras o seminarios. ¿Estás de acuerdo en llegar a cada entrega de premios en los próximos años en un vehículo energéticamente eficiente en un lugar de una limusina?

Edward Norton: No he usado una limusina en años. No las soporto. Solamente he usado sólo una empresa en Los Angeles llamada “Evo Limo” que tiene una completa flota de los vehículos de baja emisión. Hay dos buenas empresas en NY también. Muchos de nosotros hemos impulsado los estudios que utilicen sólo estas empresas y la presión parece haber hecho que algunas de las grandes empresas comerciales como CLS BLS comenzaran a comprar coches eficientes. Es una gota en el cubo pero es un paso en la dirección correcta.

  • San Antonio, Tex: ¿Cuáles son sus sentimientos sobre los biocombustibles? ¿Los ves como una alternativa viable de energía, o necesitamos para invertir en otras tecnologías?

Edward Norton: No tengo suficiente experiencia para juzgar cuánto pueden lograr los biocombustibles en el actual estado de las cosas. Estoy tratando de aprender más acerca de este tema. No me parecen una gran solución en base a lo que estoy leyendo que dice que el maíz a base de etanol es una mala elección porque es extremadamente ineficiente en términos de energía. Brasil parece haber tenido mucho éxito convirtiéndose en energía independientes mediante la utilización de la caña de azúcar para biocarburantes.

Edward Norton: El tiempo pasó y les pido disculpas por no haber podido responder a más preguntas Para ser claros, no tengo ninguna clase de conocimiento científico en estas cuestiones… sólo me interesa y preocupa, como a muchas otras personas. La serie ofrece algunas ideas muy interesante nacidas de estudios científicos y que realmente vale la pena ver.
Gracias por una charla tan intereasante.

Un ecocida llamado Romero

El Diario Crítica publicó ayer una muy buena nota de Miguel Bonasso, donde analiza la conducta del ex gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, quién autorizó el desmonte de un millón de hectáreas.

La desertificación amparada por el actual vicepresidente del Senado nacional en el territorio salteño supera a toda la tala realizada en un año en el resto del país. El permiso de Juan Carlos Romero a favor de grandes grupos económicos se produjo durante los meses en que se trataba la Ley de Bosques en el Congreso. La magnitud de la destrucción de bosques nativos alimenta el peligro de “cambio climático”.

En el curso de 2007, su año final como gobernador de Salta, el actual vicepresidente del Senado, Juan Carlos Romero, autorizó el desmonte de 478.204 hectáreas de bosques nativos.

Si se piensa que el total de lo desmontado en todo el territorio nacional alcanzó en 2006 la ya desbordada suma de 300 mil hectáreas, podemos afirmar –sin retórica– que estamos en presencia de un verdadero ecocidio. Que no sólo afecta a Salta sino al conjunto de la Nación, enfrentada a una verdadera emergencia forestal.

Lo que resulta altamente significativo es que el ex gobernador Romero (PJ-Frente para la Victoria) se apuró a otorgar estos permisos (en general a grandes grupos económicos) en el lapso que medió entre el tratamiento en Diputados de mi proyecto sobre Ley de Bosques (noviembre de 2006) y la sanción definitiva del Senado (noviembre de 2007). La ley, ya promulgada por el Ejecutivo en diciembre de 2007, establece la prohibición de realizar desmontes debosques nativos, en tanto no se lleve a cabo por parte de las provincias un proceso de ordenamiento territorial que establezca cuáles no se pueden desmontar por ningún motivo y cuáles podrían ser parcialmente desmontados previa audiencia pública, donde intervengan representantes de los campesinos y los pueblos originarios que los habitan.

En todos los casos se exigirán, además, estudios de impacto ambiental realizados por instituciones serias y neutrales, como pueden ser las universidades. El plazo de esta moratoria en los desmontes es de un año a partir de la sanción de la ley.

La cifra total de los desmontes autorizados por Romero y su correspondiente desglose, mes por mes, fue oficialmente suministrada a este cronista por la secretaria de Política Ambiental del actual gobierno de Salta, la antropóloga Catalina Buliuvasich, que fue decana de la Facultad de Humanidades de la universidad provincial y una tenaz opositora a la depredación forestal perpetrada durante la gestión del actual vicepresidente del Senado. La presencia de esta funcionaria en el nuevo gobierno del joven Juan Manuel Urtubey podría indicar que el ex diputado salteño –que hizo carrera durante los años de Romero y luego pasó a las tiendas del kirchnerismo– estaría dispuesto a cumplir el compromiso que asumió como candidato ante las organizaciones campesinas y de los pueblos originarios que se reúnen en el Foro Provincial de la Agricultura Familiar.

Pero nada se puede asegurar mientras no haya indicios claros de que se va a respetar, a rajatabla, la ley que el ex gobernador intentó burlar.

De momento proliferan protestas y amparos de quienes podrían ser directamente perjudicados por la maliciosa “previsión” de Romero, que en noviembre de 2007, cuando la ley era finalmente sancionada por el Senado (que la hizo dormir durante un año), otorgó permisos de desmonte por un total de 168.872 hectáreas y en diciembre autorizó que las topadoras derribaran 63.919 hectáreas adicionales de selvas originarias.

Puede que el lector no alcance a imaginar cabalmente lo que esto significa, de qué manera influye para que la Argentina, otrora uno de los países más fértiles de la tierra, sea crecientemente desertificada por el monocultivo (la fiebre de la soja) y contribuya, de manera protagónica, al proceso de “cambio climático”, a la destrucción cada vez más acelerada de nuestro hemisferio y del planeta.

Para medir la magnitud de la catástrofe que nos amenaza, basta recordar que a principios del siglo XX había 150 millones de hectáreas de bosques nativos y que hoy nos quedan, apenas, 31 millones.

El tema, por cierto, no es paisajístico. Además de perder árboles centenarios, se amenaza la biodiversidad (que comprende más de una especie animal en peligro de extinción) y se expulsa de sus tierras, a palos o a balazos (ya lo contaremos en alguna ocasión), a comunidades campesinas que han vivido muchos años explotando racionalmente el ecosistema.

El dato sobre el achicamiento exponencial de nuestras selvas nativas suele citarlo Greenpeace, una de las organizaciones ambientalistas que han luchado con mayor denuedo contra esta depredación de la riqueza forestal.

Según esta ONG, el gobierno de Romero se puso a la cabeza de otras administraciones provinciales deforestadoras, al autorizar desmontes que representaban cinco veces y media más que los permitidos en 2006 y que equivalen a 21 veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires. Greenpeace no exagera, como dicen sus detractores norteños: ellos habían contabilizado permisos por un total de 425.958 hectáreas; las cifras oficiales suministradas a Crítica de la Argentina elevan el guarismo a 478.204 hectáreas, porque incluyen propiedades rurales de 300 hectáreas o menos.

El dato, sin embargo, no debe llamar a confusión: no estamos aquí ante un presunto plan de desarrollo agropecuario, destinado a favorecer a pequeños y medianos productores y generar empleo en el campo salteño, como afirmaron diputados y senadores obedientes a Romero. El desglose de las propiedades donde se desmonta –según Greenpeace– incluye más de un latifundio superior a las 30 mil hectáreas y el promedio general –contabilizando 68 propiedades– es de 6.254 hectáreas. ¿De qué pequeños productores hablaba la senadora Sonia Escudero (un apellido premonitorio) cuando atacaba la Ley de Bosques?

Sin embargo, la valiente actitud de campesinos, pueblos originarios y organizaciones ambientalistas a favor de la Ley de Bosques hizo retroceder a más de un gran propietario.

Es el caso de Arcor S.A.I.C. que, el 14 de marzo de 2007, desistió voluntariamente del permiso de desmonte que la cómica Secretaría de Medio Ambiente de Romero le había otorgado para sus fincas Don Tito y Las Maravillas, en el departamento de San Martín. Hablamos de 43.814 hectáreas.

Lo que se diría “un pequeño productor”. No es, en cambio, el caso de El Álamo, una finca de 30.962 hectáreas, que pertenece a los hermanos estadounidenses Paul David y David Kent Gabel, dueños de la firma Quebracho Colorado, que el año pasado compraron 10 mil hectáreas en Tolloche. Los hermanos texanos iniciaron el desmonte el 6 de febrero último, con cuatro poderosas topadoras, que hicieron caso omiso de la protesta presentada por la comunidad indígena El Traslado, a la cual no se le permitió participar en el trámite previo al otorgamiento del permiso, según denunció la organización ambientalista Asociana y el Instituto Provincial de Pueblos Indígenas (IPPIS). Las tierras de estos latifundistas extranjeros lindan con el lote fiscal 14, que utiliza la comunidad wichi, perversamente castigada con los desmontes.

Un dato adicional, aportado por el Nuevo Diario de Salta, viene a ratificar todo lo afirmado en esta nota con relación a la mala fe del ex gobernador Romero y sus secuaces: “Dos días antes de que se aprobara la Ley de Bosques, el ex secretario de Medio Ambiente, Gustavo López Asensio, los autorizó a desparejar (un desmonte con rollos que dejaría a salvo los árboles más grandes) 21.407 hectáreas, con el fin de habilitar el campo para la ganadería”. Sin embargo, como el mismo diario aclara a continuación, el desmonte “parcial”, que supuestamente preservaría a los árboles ancianos, no lo era tanto. “…

El proyecto abarca toda la finca, porque se prevé que se dejarán cortinas y un área de ‘conservación’ de apenas 1.664 hectáreas”.

El diario concluye informando que Asociana “tras recibir rechazos de parte de las autoridades salientes, presentó un recurso de reconsideración ante el actual ministro de Ambiente y Desarrollo Humano Julio Nasser, quien todavía no tomó una decisión al respecto”.

A lo mejor toma la decisión al ver las imágenes de las topadoras en esta nota.

Los texanos no están solos en la lista de “pequeños propietarios”: la generosidad de la era romerista incluyó a don Franco Macri, progenitor del jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y propietario de la estancia El Yuto, a la que –según Greenpeace– se le adjudicaron –entre 1997 y 2001– seis permisos de desmonte por un total de 4.506 hectáreas.

Más ilustrativo aún es el caso de Cresud S.A.C.I.F. y A., una de las empresas agropecuarias más poderosas del país, cuyo principal accionista es el señor Eduardo Elsztain, dueño de la mayoría de los shoppings del país, como Alto Palermo y el Paseo Alcorta, además, por supuesto, del Banco Hipotecario.

Según Cresud, en su finca de Los Pozos (que abarca 248 mil hectáreas) ya cuenta con 32 mil hectáreas desmontadas que serán dedicadas a la ganadería vacuna. Según datos catastrales de la provincia de Salta, la superficie desmontada por la empresa alcanzaría en realidad las 59 mil hectáreas.

Además, entienden lo que es el lobby parlamentario: junto con los ingenios Ledesma y El Tabacal (otros desmontadores importantes) conformaron la Fundación para el Desarrollo Sustentable del NOA (FUNDESNOA).

En abril de este año, mientras el senado de la Nación le suministraba barbitúricos a la Ley de Bosques, girándola a cinco comisiones, el senador salteño Marcelo López Arias presentó un proyecto de ley “De presupuestos mínimos de Protección Ambiental de los Bosques nativos y de los Servicios Ambientales que brindan”, que intentaba sepultar a la Ley de Bosques aprobada por la Cámara de Diputados el 14 de marzo anterior. El acto fallido contó con el aval oficial de FUNDESNOA.

Probablemente, por una de esas cosas simpáticas que tiene la democracia: los campesinos se movilizaron, los pueblos originarios se movilizaron y las organizaciones ambientalistas, con Greenpeace a la cabeza, lograron un millón y medio de firmas a favor de la ley de Bosques.

Los condenados de la tierra

El portavoz de los wichi sollozaba abrazado a mí, como si yo pudiera –por ser diputado– liberarlo de todas las humillaciones sufridas por él y por su pueblo. Unos minutos antes, durante la conferencia de prensa que habíamos organizado con el diputado Remo Carlotto (PJ-Frente para la Victoria), José Nicanor Molina, a quien no le gusta que lo llamen “cacique”, había protestado contra los desmontes, contra la prepotencia de los señores feudales de Salta, que habían llegado al extremo de arrasar con sus topadoras el cementerio de sus antepasados.

La conferencia se llevó a cabo en el salón José Luis Cabezas de la Cámara de Diputados y no pude menos que relacionar aquel crimen individual, aún impune y malversado por la pseudojusticia bonaerense, con estos otros crímenes colectivos –igualmente impunes– que la Argentina prohíja con siniestra regularidad.

Asistían funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y representantes de pueblos originarios y comunidades campesinas como el MOCASE de Santiago del Estero. Fue el miércoles 21 de noviembre de 2007, mientras el Senado discutía y finalmente aprobaba la Ley de Bosques.

“Antes se llevaban el oro, ahora se llevan el oro verde, la vida misma”, dijo el portavoz de los wichis. Y recordé lo que me solía decir Fernando Benítez, el gran escritor mexicano, autor de Los indios de México: “Mantienen lazos con las cosas vivas que nosotros hemos perdido, una visiónÇ cósmica y adánica del Universo”.

Molina lo confirmó, acongojado, al hablar de los árboles, de cada árbol desgajado por las topadoras sojeras, con infinita ternura.

Pero las topadoras no paran. Las de la empresa Quebracho Colorado de los hermanos texanos Gabel destruyen a destajo en El Alamo, afectando directamente a la comunidad wichi de El Traslado.

En la reserva de la biósfera de las Yungas, echan a patadas a los activistas de las ONG que intentan frenar los desmontes.

Las audiencias públicas son una burla. Los estudios de impacto ambiental una farsa. Hay ya asesinatos cometidos por los desmontes y su vínculo perverso con el narcotráfico.

Como bien dijo la niyat de la comunidad wichi-guaraní, Octorina Zamora, reclamando la nulidad de una audiencia amañada por los señores de la tierra: “Ésta es una manera de liquidarnos, antes fue el Winchester, hoy es la soja”.