Caras y Caretas

En este paradógico país, Menem crítica la corrupción y Mariano Grondona da cátedra de democracia. Castell quiere hacer la revolución mientras extorciona empresas y su mujer se hace la sexy mostrando la bombacha en Noticias, convirtiendose en la María Julia post-devaluación.

El FMI sigue poniendo metas incumplibles y no quiere reconocer los logros ya injustos que hizo cumplir a un gobierno medianamente flexible a sus exigencias.

El Gobierno critica la cumbia villera. Para ellos, tiene la culpa de la delincuencia. Mientras tanto los chicos no van al colegio. Y los que van, lo hacen por la copa de leche.

Mirando a Europa como meca de los exiliados económicos, Argentina no mira los ejemplos que nos pueden resultar exóticos: El valor de la educación. Las estadísticas ya no alarman, a esta altura, ya nos deprimen al saber lo casi imposible que resultaría revertir esta realidad. En Argentina, más de 960.000 personas nunca fueron a la escuela; otros 3.695.830 no terminaron la primaria. Para más datos clickea aquí.

Recomiento leer esta nota de Beatriz Sarlo donde comparto lo siguiente: “educación es uno de los pocos caminos de futuro para países pobres como el nuestro. Y es en una de las naciones ricas del mundo, en el centro de ese experimento político que se llama Unión Europea, donde France Examen muestra, con la contundencia a veces demasiado brutal que tienen las tablas de preferencias, en qué lugares la educación verdaderamente compite con las seducciones más idiotas y más atractivas del mercado. E, incluso, gana.”

Cuesta vivir mucho en un país, donde todos usan caretas para esconder lo que son. Caretas mal hechas y disimulos evidentes. Ingenuamente quisiera que todos mostremos lo que somos. Menem diciendo porque se cagó en todos con tal de llenarse de millones en cuenta suizas, la justicia de ese país haciendose la tonta para no mancillar su buen nombre de “limpios” mientras viven a costa de ser el aguantadero financiero de los más grandes delincuentes mundiales. Grondona hablando sobre lo tanto que le gustan los golpes y dictaduras militares.

Castells aceptando que es un chantajista de 4ta con sus aprietes mafiosos. Confesando que sus maniobras nada tienen que ver con una revolución.

El Fondo Monetario, reconociendo su inutilidad, y aceptando sus encargados usureros de las empresas multinacionales que dominan su accionar.

Felíz día del Niño.

Un beso para las chicas. Un abrazo a los muchachos.

Hernán Nadal / Tao

Yahoo messenger: hernannadal@yahoo.com.ar

Msn: hernannadal@hotmail.com

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“No se olviden de Tupaj Katari”

Les adjunto un articulo escrito por un colega bolivano Chalo Gosalvez:

Historia y la justicia en Ayo Ayo

“No se olviden de Tupaj Katari”




((i)) La Paz

La Paz, 5 de junio de 2004



El gobierno de Carlos Mesa se encuentra en una encrucijada. No cuenta ni con la autoridad —salvo las armas para detener a dirigentes— ni con los instrumentos para recuperar la credibilidad perdida en el Estado, entre los comunarios aymaras de Ayo Ayo. Después de la ejecución del alcalde Benjamín Altamirano, el pasado 15 de junio, se escuchó una sola voz colectiva: “Todos lo matamos”. “Que nos lleven presos a todos”.



Ante los fuertes cuestionamientos a las autoridades que se presentaron allí para dialogar, la formación de una policía sindical y un gobierno aymara autónomo, los comunarios ratificaron su decisión de mantener su posición —exigiendo además y prioritariamente la libertad de los detenidos por el caso— profundizando un proceso de autogobierno que, según relatan los pobladores, antecede en mucho la ejecución de “ese representante del Estado boliviano en Ayo Ayo”.



“No se olviden de Tupaj Katari”, gritaba un dirigente comunal y sindical desde esas tierras áridas, como haciendo llegar el mensaje a los oídos del Estado casi siempre sordo del campo. Sobre una pequeña tarima en la plaza principal, al pie del monumento del legendario Katari, el dirigente amenazó al gobierno con bloquear la carretera y “volar” las instalaciones de electricidad que abastece a la región, si no se respetan las decisiones de las comunidades. Ahora, las autoridades comunarias han dictado un

estado de sitio y han determinado la expulsión de Ayo Ayo de la policía estatal.

De Tupaj Katari a la voz colectiva

Todos recordarán que la historia de Ayo Ayo está impregnada por el rastro de líderes y rebeliones aymaras. En siglos pasados, dejaron allí una huella imborrable: Tupaj Katari, Bartolina Sisa y Zarate Willka.

No es casual que Julian Apaza, el Tupaj, haya nacido en el ayllu Sullkavi, comunidad vecina de Collana y parte de Ayo Ayo, donde colgaron su mano derecha después de que fuera descuartizado —en Peñas— por orden de Francisco Tadeo Diez de Medina.

La sentencia de 1781 decía con precisión: “Ni al rey ni al estado conviene, quede semilla, o raza de éste o de todo Tupaj Amaru y Tupaj Katari por el mucho ruido e impresión que este maldito nombre ha hecho en los naturales… Porque de lo contrario, quedaría un fermento perpetuo…”.

Siglos después, en este comienzo de siglo XXI, Ayo Ayo vuelve a ser el escenario de la lucha aymara poniendo en evidencia la confrontación de dos sistemas de vida política, económica y organizativa.

Ciertamente el ajusticiamiento del ex alcalde Benjamín Altamirano, a manos de los comunarios, el pasado 15 de junio, es la expresión de una interpelación al Estado boliviano, sus leyes y su distribución inequitativa de recursos a partir de la reforma de Participación Popular (1997). Pero, en el fondo, Ayo Ayo está mostrando más que eso al mundo, está mostrando la imposibilidad de mantener un sistema que carcome a otro; un sistema que no respeta ni reconoce a los indígenas, en sus derechos, su historia, sus usos y costumbres; su lengua y su color de piel.

Por esa exclusión secular, la región de Ayo Ayo parte de la provincia Aroma, ya fue cuna de la formación de varios movimientos políticos, kataristas e indianistas. De ahí surgió, por ejemplo, Genaro Flores, nacido en la misma provincia, quien protagonizó varias luchas hasta la conformación de la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB).

En el inventario de los levantamientos insurreccionales, Ayo Ayo arrastra también una tradición de ocupación de haciendas desde la post Guerra del Chaco (años 30), proceso que fue acompañado con la formación de sindicatos comunales siguiendo el modelo de organización obrera de aquel tiempo.

¿Cómo es Ayo Ayo hoy?

Varias fueron las formas de “penetración” del Estado en las comunidades indígenas del Altiplano. Tras las reformas estructurales aplicadas desde 1985, Ayo Ayo pasó a ser conocido como uno de los 315 municipios del país que recibe los recursos de la Ley de Participación Popular, una suerte de redistribución de los ingresos estatales para el desarrollo local.

Según la concepción neoliberal, Ayo Ayo es un municipio con una población mayoritariamente aymara, considerado por los organismos internacionales

como parte del grupo de “municipios marginales” por el elevado nivel de pobreza.

Ayo Ayo forma parte de la Provincia Aroma —ubicada a lo largo de la carretera troncal que une La Paz y Oruro— y abarca cinco cantones. Desde el punto de vista de la organización, le pertenecen 10 de las 11 comunidades de la Central Agraria Ayo Ayo. Las 10 comunidades se dividen en 48 zonas.

En la localidad, la base de la organización es el sindicato adoptado desde la reforma agraria de 1953, sin embargo, esta forma organizativa agrupa a su vez dos tipos de organización: las comunidades de exhacienda y las comunidades originarias que rescatan el ayllu.

Esta división ha dado lugar a una pugna entre sindicalistas y originarios, los primeros ligados orgánicamente a la CSUTCB y los segundos a Consaq y Conamaq. De las 10 comunidades de Ayo Ayo, 4 son originarios y 6 sindicatos. La separación ha dado lugar a un profundo debate sobre la legitimidad de cada organización, del cual no están exentas las ONG que alientan la separación y el retorno a las autoridades originarias, ni los partidos políticos que intentan incrustarse en los sindicatos.

A su vez, entrecruzadas aparecen dos organizaciones más, conformadas por los mismos comunarios, las que no se separarán de la estructura sindical: La Asociación de Productores de Leche y más recientemente el Movimiento Sin Tierra —formado el 12 de febrero de 2003— después de varios intentos por comprar las tierras de la hacienda Collana que la familia Iturralde quiso vender a los comunarios con altos precios (de 350 a 500 dólares por hectárea).

De acuerdo al último Censo (2001) Ayo Ayo cuenta con una población de 6.981, casi mitad y mitad entre hombres y mujeres. El 86% de la gente vive en comunidades rurales, el 14% habita los pueblos. La esperanza promedio de vida de la población es una de las más bajas del departamento de La Paz: 56 años respecto al promedio nacional que es de 65. Sin embargo, la tasa de fecundidad es más alta que el promedio

nacional, 4 hijos por mujer, dato que se contrapone a la elevada tasa de mortalidad materna e infantil.

Ayo Ayo tiene un nivel de analfabetismo alto en relación a otros municipios, llega a 25,82%, aunque ha bajado bastante desde el último censo y hoy muchos jóvenes alcanzan a terminar el bachillerato con expectativa de ingresar a la universidad.

El tamaño del hogar en Ayo Ayo es pequeño en relación al promedio nacional, llega a 3,5 miembros lo que va a confirmar la tendencia migratoria principalmente de los hombres hacia la ciudad de La Paz. En las familias se puede ver que predomina la presencia de jóvenes, en primer lugar, y de mayores de 50 años, en segundo lugar. Esto se entiende por la expulsión de mano de obra a las ciudades. Hablamos de hombres, mayoritariamente, entre 20 y 49 años, es decir, en plena edad productiva.

En el municipio de Ayo Ayo, las principales actividades son la agricultura

y la ganadería basadas en la organización familiar de la producción que se

articula a las ferias locales y a los mercados de La Paz.

Por las características de la migración en las últimas décadas, las mujeres han incursionado en varias actividades productivas llegando a copar algunas de forma exclusiva.

Las actividades productivas del lugar hacen que la tierra sea un elemento fundamental para los comunarios y pobladores. Sin embargo, el proceso histórico de usurpación y legalización equivocada de la tierra —aspecto que caracteriza a todo el territorio nacional— ha terminado convirtiendo este recurso en inaccesible o, en el mejor de los casos, escaso para la producción. Una división de la superficie por familia da el resultado de 29 hectáreas, absolutamente insuficiente para la agropecuaria. (Este dato es general sólo para tener una idea, porque existen varias formas de

adquisición como la herencia, el alquiler, etc.).

La importancia de Collana en Ayo Ayo

Dentro de Ayo Ayo, Collana es la comunidad de mayor extensión, ocupa el 22,23% del municipio, con 9.383 hectáreas, donde habitan cerca de 323 familias. Dentro de este terreno, se encuentra la Hacienda Collana con 1.833 hectáreas donde, como todos saben, estás asentadas unas 300 familias del Movimiento Sin Tierra. Estas familias, con una fuerte presencia joven, están produciendo leche que la venden a la heladería Delizia, pero está prohibida de producir los grandes y famosos quesos Collana, porque la familia Iturralde —propietaria de la hacienda— se adjudica la exclusividad

de la producción y comercialización de los quesos amenazando con juicios penales si los comunarios ponen a la venta ese codiciado producto de gran

porte, altura y sabor.

En un terreno bastante grande, en medio del Altiplano norte caracterizado por los minifundios y surcofundios, hoy —después de la ocupación del MST— se puede ver en Collana la tierra trabajada e incluso ya se ven algunas pequeñas casas erguidas para los comunarios.

La toma de la hacienda Collana, el 29 de junio del año 2003, fue asociada con el asesinato de Gonzalo Iturralde en 1984, el patrón tradicional, a manos del comunario Oscar Mamani. Según los propietarios había un acuerdo entre Oscar Mamani y Gabriel Pinto, actual líder del Movimiento Sin Tierra en La Paz y segundo a nivel nacional, para repartirse las tierras posteriormente a la toma.

Sin embargo, desde la cárcel de San Pedro, donde cumple una pena de 30 años, Mamani desmintió la versión. Lo que argumentaban los miembros del MST para justificar la toma era que se trataba de 1.800 hectáreas que no cumplían la función económica social que establece la Ley INRA. De acuerdo a varios testimonios del lugar, esa versión era correcta. Los propietarios rara vez aparecían en la hacienda e incluso daban en alquiler a efectivos de la Policía. Por eso, antes de la toma el MST verificó que cuando mucho, los propietarios usaban apenas 300 hectáreas donde —en una pequeña granja— producían los quesos Collana.

Con todo, mientras los propietarios aducían que parte de la agresión del MST fue la quema y el robo de las pertenencias de la familia Iturralde, en lo que incluyeron las instalaciones de la granja de quesos y leche Collana, una visita de Indymedia al lugar constató la precariedad de las instalaciones, escasa y vetusta maquinaria.

En aquel tiempo, la familia Iturralde inició, de todos modos, un proceso judicial contra Gabriel Pinto del MST, por el cual lo apresaron hasta que pudo obtener la libertad condicional.

Hoy, Pinto es acusado nuevamente por el ajusticiamineto del alcalde Altamirano, y pende sobre el dirigente un mandamiento de apremio y demanda de juicio. Y es que como parte de Ayo Ayo y de su estructura sindical, el MST participa activamente en las decisiones sindicales y movilizaciones de la zona. Cuando se produjo el ajusticiamiento del alcalde, Pinto y otros dirigentes asumieron la voz colectiva de las comunidades, organizando y asumiendo el mando de Ayo Ayo como gobierno aymara autónomo.



Lo que vino de la mano de la Participación Popular

A partir de las elecciones municipales de 1995 —luego de promulgada la Ley de Participación Popular sobre la cual no se comprendían sus alcances— el único candidato campesino Rolando Condori fue elegido alcalde, quien cumplió su gestión ya con algunos problemas.

En ese periodo empezó a tener eco un reclamo de los comunarios porque los concejales, residentes y vecinos, priorizaron la inversión municipal en el pueblo de Ayo Ayo y no así en las comunidades rurales. En la gestión 1997 este hecho se hizo evidente: 47% del presupuesto municipal era para los vecinos y 24% era para las comunidades. Tanto el Comité de Vigilancia como la Central Agraria iniciaron una serie de

reclamos al gobierno municipal sin obtener respuesta.

La falta de rendición de cuentas el 98 y el 99 provocó el congelamiento de cuentas del municipio, por mandato del Senado Nacional y a solicitud del Comité de Vigilancia.

Las cuentas fueron descongeladas a fines del 99, antes de las elecciones municipales, pero con un desprestigio del gobierno municipal y en medio de un encendido interés por parte de los partidos políticos en controlar el poder local.

En las elecciones municipales del 99, fue elegido como alcalde Erasmo Silva, dirigente comunal y sindical, bajo la sigla del MIR, un partido tradicional. La gestión 2000 se caracterizó por ser buena ya que el alcalde posibilitó la participación de las comunidades y del Comité de Vigilancia en su gestión.

Pese a algunas falencias como la falta de informes y rendición de cuentas, sin contar la parafernalia que estableció el gobierno central para ello, Erasmo Silva no parecía tener problemas hasta que en la primera sesión de la gestión 2001, fue censurado por el Concejo Municipal y reemplazado por Benjamín Altamirano de NFR, otro partido tradicional.

Varios entrevistados dan cuenta de que esa gestión empezó caótica y arbitraria. Se identificaron entre otras irregularidades: uso discrecional de los recursos, un oscuro contrato con una consultora para que realizara el Plan Operativo Municipal, incumplimiento en la presentación de informes al Comité de Vigilancia, incorporación de familiares a la alcaldía, alteración de ítemes y sobreprecios de obras municipales.

Con estos antecedentes, el Comité de Vigilancia recién inició una demanda de congelamiento de cuentas en marzo del 2002. Esta demora se debió a la división en varias de las instancias de control como el Comité de Vigilancia, el Concejo Municipal y entre las comunidades. Los originarios, por ejemplo, apoyaban al alcalde Altamirano. Las cuentas del municipio se congelaron y la población eligió a otro

Alcalde, pero Altamirano no se quedó quieto e inició una batalla jurídica con demandas, contrademandas, amparos y otros recursos que sólo dilataron la solución del problema municipal. Altamirano no se tranquilizó hasta que ganó uno de esos recursos con lo que recuperó la alcaldía pero ya sin posibilidad de ejercer el cargo en Ayo Ayo. Lo hacía a distancia y sin rendir cuentas a nadie, era un alcalde clandestino usufructuando de los recursos municipales.

Mientras pasaba el tiempo, los comunarios en cabildos decidieron no sólo exigir rendición de cuentas, sino estaban convencidos de que esa gestión era pésima, corrupta y socapada por el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

La discusión sobre la justicia comunitaria y la presencia/ausencia del Estado



El año 2000, la resistencia aymara intensificó sus formas de lucha con el bloqueo de caminos, y una acción colectiva del sector de Omasuyos dio paso a la quema y destrucción de varias instituciones estatales como la prefectura, la cárcel, los juzgados y la alcaldía. Esta acción fue acompañada por la captura, golpiza y muerte del capitán de ejército Téllez, quien comandaba una de las escuadras de represión en abril de aquel año.

Varios comunarios y vecinos de Achacachi contaron, entonces, cómo fue el recorrido de aquella matanza en manos de miles de comunarios. Porque no se trataba de un acto común, entendido en la justicia ordinaria, como delito, no había un responsable individual.

Según los testimonios, en primer lugar, la decisión de secuestrar al capitán surgió tras las primeras muertes de aquel 8 de abril. Decisión que fue tomada en un ampliado a la entrada del pueblo de Achacachi, donde meses después se instalaría el Cuartel General Indígena de Kalachaqa. Habían muerto seis del lado campesino, por lo que el secuestro del capitán obedeció a la toma de un oficial que no era lo mismo que tomar un conscripto: ni por el color de la piel ni por la jerarquía.

El cuerpo en poder de los comunarios fue golpeado hasta que perdió el conocimiento. Desmayado fue llevado a rastras por el pueblo hasta que unos vecinos lo rescataron, lo disfrazaron y lo llevaron al hospital del pueblo.

Cuando la gente se dio cuenta que el cuerpo no estaba, se informó de su paradero y procedió a invadir el hospital por encima del personal médico. Buscaron y rebuscaron hasta que lo hallaron aún desmayado. A toda prisa, no lo alzaron, sino lo arrastraron hasta el patio donde le propinaron golpes que cegaron su vida. ¿Quién lo mató? “Todos”, respondieron entonces.

Una respuesta similar dio la población de Ayo Ayo, en junio pasado, cuando deliberaban sobre los últimos sucesos que terminaron con la vida del alcalde Altamirano: “Que nos lleven presos a todos”.

La dimensión del caso y el recorrido de la víctima, provocaron un debate sobre si esta acción responde a la justicia comunitaria o no. La disquisición de los medios, los analistas y los aymaristas no lograron aún aclarar lo que ocurrió aunque existan ya seis presuntos asesinos en la cárcel.

En verdad, no existe una reglamentación que de cuenta de los alcances y procedimientos de la justicia comunitaria. Pese a su inclusión nominal en la última reforma judicial, poco se conoce sobre su significado y el proceso que sigue aún en varias comunidades del mundo aymara.

La primera aseveración que ha surgido de los supuestos entendidos en la materia, afirma que no se trató de un acto de justicia comunitaria porque según la tradición, los aymaras no llegan a ejecutar la pena de muerte. Antes que establecer esta versión como la última y la verdadera, nos parece adecuado recordar algunos casos de similar envergadura, por eso recordamos el caso de Achacachi el año 2000.

Del mismo modo, podemos recordar el caso que involucró al dirigente Edwin Huampo, el año pasado, quien fue perseguido y encarcelado por la justicia ordinaria por haber participado y avalado la ejecución de dos ladrones en la provincia Los Andes.

Y así existen otros casos más de robo, violación, corrupción —que sería muy largo exponer— los mismos que dan cuenta no sólo de una forma de actuar colectivamente, sino que habría que preguntarse por qué, la justicia hecha con las manos se va propagando.

Una de las razones encontradas en los testimonios es que justamente la justicia del Estado no funciona así como tampoco sus instituciones. De ahí que varias de ellas hayan sido expulsadas de algunas provincias del Altiplano en señal de que son ineficientes, pero además porque corrompen y alteran la vida cotidiana al extremo.

Un breve recuento de este proceso muestra que en las siguientes localidades fueron echados miembros de la Policía, de la Prefectura y de la Alcaldía:

– Provincia Omasuyus: Huarina, Santiago de Huata, Achacachi y Warisata

– Provincia Los Andes: Puerto Perez y Batallas

– Provincia Muñecas: Chuma

– Provincia Larecaja: Sorata

– Provincia Camacho: Escoma

No se ha confirmado si Ayo Ayo seguirá esta ruta, pero la hostilidad con la que los pobladores reciben a periodistas y se refieren a las autoridades hacen suponer que la falta de credibilidad en el Estado y el rechazo a la institucionalidad que lo representa reaviva ciertas formas de justicia comunitaria —no siempre visibles a los ojos citadinos— que con el tiempo van tomando nuevas modalidades de aplicación.

CONTROL

“Argentina careció, durante mucho tiempo, de toda capacidad de decisión, porque estaba, en gran medida, bajo el control del sistema bancario internacional, que había encontrado en una nación tan rica enormes posibilidades de préstamos abundantes y remuneradores: en especial a los dueños del petróleo, que habían colocado en los bancos neoyorquinos sus inmensos recursos.”

(De la nota “La fragilidad de los sistemas políticos”, publicada el sábado en El País por el sociólogo francés Alain Touraine.)

Argentinidad al Palo

Fuego en la legislatura. Casinos tomados. Rutas y calles cortadas. Comisarias ocupadas.

¿Revolución en puerta?

A mi modo de ver, todo lo contrario.

Método trotskista al revés. “Cuanto peor, mejor” usado ahora por derecha

argentina
, agazapada como siempre, feliz al ver los destrozos que los retardados hicieron ayer en la manifestación popular contra las leyes a votarse en la ciudad de Buenos Aires.

La derecha busca argumentos. Basta ver por ejemplo www.infobae.com y la encuesta que

hacen los muchachos de Hadad.

¿Hacia donde derivará la protesta social? ¿Evolucionará hasta construir una fuente de poder necesaria para poder constituirse en una nueva opción de gobierno de cambio real? Mi temor, que creo sumamente fundado, es que siga dando argumentos a los violentos realmente para cambiar las cosas a su modo (es decir volviendo el rumbo hacia las políticas militares y menemistas).

Aún cuando me cuesta dificil de llevar a la práctica, y las discusiones que eso me lleva con amigos varios, la respuesta es la pacífica. La violencia nunca es la respuesta.

Si bien comprendo que no siempre puede evitarse, creo que los dirigentes sociales nuevos y emergentes tienen que entender como moverse y ser prudentes con lo que pregonan.

La salida a esto que nos pasa, no es mágica. No nos va a sacar Kirchner, Duhalde, Carrió, Macri, ni Mandrake.

Sólo saldremos, cuando nos organicemos. Cuando dejemos de esperar, para hacer. Cuando dejemos de mirar, para participar. Cuando dejemos de protestar, para presionar.

Cuando dejemos de ser espectadores, para ser protagonistas.

Mientras no cambiemos, nada cambiará.

Siempre repito la misma frase, pero es casi ya la guía de mis acciones. Es la de Antonio Gramsi: “Con el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad”. Lamentablemente, cada día estoy más pesimista. Sin embargo, mi voluntad sigue intacta tratando de contagiarla al resto.

Veremos si sirve para algo.

Un abrazo

Hernán Pablo Nadal

Opiniones políticas de Juan Domingo Perón.

A 30 años de la muerte del líder argentino Juan Domingo Perón, les dejo unas frases del político más influyente de la Argentina:

Juan Domingo Perón

El 17 de junio de 1944

La organización obrera es para nosotros la base de nuestros procedimientos, pues no podemos ir a preguntar a cada uno de los obreros cuales son sus necesidades y cuál es la obra que nosotros debemos realizar. Para ello necesitamos la organización obrera. Y que estas organizaciones estén representadas por auténticos trabajadores.

 

El 23 de junio de 1943

Debemos persuadir a cada uno de los argentinos de que no se puede vivir con felicidad hasta que el país no haya realizado integralmente su independencia económica, para la cuál hay que quietarles de la cabeza a unos cuantos colonialistas que todavía tenemos en nuestro país, las ideas que alimenta. Para consolidar la independencia cada uno de los argentinos debe ser un celoso soldado que la cuide. No me explico, como no me lo he explicado jamás, porqué si ante el peligro de una invasión y ocupación armada del país estamos dispuestos a hacernos matar, no lo haríamos si nos hablasen de dominar al pis económicamente. ¿Qué diferenta hay en que nos dominen política o económicamente? -¿No es lo mismo coloniaje por coloniaje? -¿No es la misma cosa ser políticamente vasallo que serlo económicamente?”.

 

El 23 de junio de 1944

Las delicadísimas cuestiones de carácter social y económico no deben dejarse a merced de múltiples dispares y contradictorias determinaciones aisladas. Ha de ser el Estado quien, en aras de un interés superior, que es el de todos y cada uno de los integrantes de la comunidad nacional, las coordine y ejerza la inalienable función constitucional de promover por todos los medios el bienestar general.

 

El 23 de junio de 1947

La razón de la reforma política que propiciamos tiene por causa el engaño en que durante años ha vivido la Nación, con respecto a cuyo gobierno se afirmaba que era republicano, representativo y federal, afirmación que constituía en nuestro medio la expresión de tres „mentiras criollas‰. Hemos tratado, políticamente de comenzar por la base, esto es, de decir la verdad porque nos habíamos acostumbrado a escuchar tantas inexactitudes que cuando alguien decía la verdad nadie la creía. En este programa que estamos realizando, con todos los defectos que siempre presupone una acción de reforma en el campo político, debemos tropezar, lógicamente con la imprevisión de quienes han de realizar la reforma, con el estado de alteración de toda reforma produce y con la oposición de aquellos cuyos intereses personales son afectados por la referida reforma.

El 25 de junio de 1944

Entendemos que la situación de los peones en todos sus aspectos llega en ciertas oportunidades, a ser una forma disimulada de esclavitud, porque no de otra manera ha de llamarse a la situación en que se hallan los hombres que ganan 15 y 20 pesos por mes en este país. Respecto de este asunto yo he afirmado que el que tenga la tierra ha de laborarla, y el que no pueda pagar peones, debe trabajarla personalmente. Por otra pare, si no es capaz de trabajarla que la venda. En ese sentido hemos de ser absolutamente inflexibles, porque no se puede tolerar, ni se tolerara en forma alguna que los hombres puedan seguir permaneciendo en esa situación, de la que ya se posee demasiada experiencia. Los trabajadores en general, ya sean urbanos o rurales, deben contar con un salario adecuado, con un trabajo libre e higiénico y gozar también de viviendas sanas a las que tienen derecho todos los hombres que trabajan.

El 26 de junio de 1946

La economía nacional debe basarse en que el Estado controle los fundamentos de aquella, quedando a la iniciativa privada, a veces en colaboración o forma mixta con el Estado o exclusivamente por su cuenta, el desarrollo de la producción y la manufactura de los artículos.

El 26 de junio de 1946

En los estudios realizados en el Consejo Nacional de Posguerra quedó sentado que la industrialización representa

a) Independencia económica

b) Independencia política

c) Equilibrio económico

d) Intensificación del trabajo

e) Mejor formación profesional

f) Mejores retribuciones.

Por lo tanto para ostentar con orgullo el estado de mayoría de edad que representa la industrialización de un país debemos proteger y fomentar la industria sana y útil, base de trabajo y de producción y escuela de prácticos y técnicos, facilitar el desarrollo de las actividades productivas industriales y comerciales, implantar una clasificación adecuada procurando la centralización del control con el establecimiento de institutos nacionales de investigación para cada rama especifica sistematizando el estudio de los problemas que se presentan para resolverlos de manera rápida y practica, fomentar el establecimiento de industrias, protegiendo especialmente las que elaboren materias primas nacionales,

 

El 28 de junio de 1947

Nosotros encontramos un país detenido, en manos de una oligarquía entregada al extranjero para su explotación haciendo vida vegetativa. Aumentaba la producción, aumentaba el trabajo, pero lo demás no aumentaba porque el país estaba detenido y como todo lo que esta detenido envejece y muere. ¿Cómo podríamos dejar que un país joven como el nuestro muriera por una vida vegetativa y una ancianidad prematura?. Mi idea fue ponerlo en marcha una cosa tan simple como el huevo de Colon, porque lo que a cualquiera se le ocurre al ver una cosa que esta detenida es hacer que ande, que se mueva, que produzca. Pero ¿podríamos hacer producir al pis con una clase menesterosa, mal pagada y explotada? No, porque para que los trabajadores produjeran era necesario pagarles bien y hacer que trabajaran humana y dignamente.

 

El 29 de junio de 1947

Comenzamos por tomar las compañías de transportes, los seguros son argentinos, por lo menos en el cincuenta por ciento, y los reaseguros son todos argentinos. Ahora también transportamos a través de los océanos. Hoy tenemos 1.500.000 toneladas y la producción Argentina la podemos enviar a países extranjeros con barcos argentinos. Todas esas medidas para asegurar la independencia económica era la primera etapa, ahora la etapa de consolidación es tomar el gobierno económico.

El 30 de junio de 1944

Nosotros queremos que las futuras generaciones argentinas sepan sonreír desde la infancia. Bajo los gloriosos pliegues de nuestra bandera, no pude ni debe haber niños argentinos que no puedan ir a la escuela, o que tengan que ir a ellas mal alimentados. Tampoco los debe haber que vivan desnutridos, en hogares sin luz y sin calor. Luchamos, los hombres de este gobierno porque vosotros, los niños podáis vivir despreocupados del presente, entregados a vuestros juegos y a vuestros estudios, amparados en una familia cristianamente constituida, seguros del porvenir. De ese porvenir sin sombras que se os habrá de entregar en custodia mañana y de la que tendréis que responder ante vuestros hijos como nosotros respondemos ahora.

 

El 30 de junio de 1947

Desde hoy en adelante hemos de industrializar al país para que nuestro trabajo lo realicemos con obreros argentinos y ganen lo que antes ganaban los trabajadores de países extranjeros. Esto representa para nosotros la industrialización. Para cumplir este ciclo completaremos e intensificaremos el ciclo económico de la producción y el consumo. Producir mas, valorizar esa producción por la industrialización propia, comercializar, evitando la explotación, aumentar el consumo. Cerrado el ciclo, poder abastecer a nuestro país con el 80 o 90 por ciento de nuestra producción y exportar solamente el 10 o 20 por ciento, porque es necesario convencerse de que lo mismo vale la plata de un catamarqueño o santiagueño que la de los ingleses, norteamericanos o japoneses. Todo este problema es en si simple cuando se lo quiere realizar de buena fe y se complica cuando no se lo puede no se lo quiere resolver. Tenemos nuestra orientación claramente definida y un plan de acción que nos lleva directamente a la consecución de los objetivos que buscamos.

PALABRAS

Rafael Bielsa

“Es inevitable que quienes padecen hambre consideren las palabras que se pronuncian en estos ámbitos como objetos suntuarios, porque las palabras no se comen. Cuando una persona está en situación de exigencia, su largo plazo está dado por cómo conseguir el almuerzo.”

(Del canciller Rafael Bielsa, desde Quito, donde asistió a la Asamblea General de la OEA.)

25 de Mayo. 2004

25 de Mayo:

Hace 194 años, en este rincón del mundo, se produjo la primera revolución de lo que hoy consideramos como Argentina.

Desde entonces, pasó mucho. Nos declaramos independientes en la letra, pero nunca lo logramos llevar a los hechos. Entramos en guerras contra otros países y sobre todo entre nosotros mismos. Toneladas de sangre se derramaron solo en beneficios de intereses generalmente ajenos a quienes sufrían.

Hoy nos encontramos en una coyuntura de esperanza. Quizás sea una esperanza vacía, o sin futuro, pero extremadamente necesaria para quienes no tienen otro motivo para vivir que la espera de un futuro mejor. Reflexionando sobre nuestro presente me pregunté que significa para mi Argentina.

Argentina

¿Qué es Argentina?

Argentina es dulce de leche, el colectivo y la birome.

Argentina son chicos que se mueren de hambre. Que están desnutridos. O que se enferman de Chagas, solo por vivir en condiciones habitacionales pésimas pero facilmente solucionables.

Argentina es el país de la avivada, de los chantas, de donde todos tenemos un “amigo que te lo soluciona por unos mangos”.

Es el país más psicoanalizado del mundo y a la vez, donde ante cualquier problema uno sabe que puede llamar a un amigo, ir a un café y contarle lo que nos pasa por horas.

Argentina es Maradona, Gardel, Perón, Evita, el Che, León, Charly, Pugliese, Darienzo, Baglieto, Larralde, Mores, Borges, Cortazar, Artl y Soriano.

Argentina es una justificación a las desapariciones “algo habrán hecho”. Es el “No te metás”.

Es además, 3 millones de personas que hacen trabajo voluntario. Gente que dona su tiempo para ayudar a los demas.

Es el asado con amigos, o los domingos al mediodia con la familia.

Es el futbol. Es Boca, River, Racing, San Lorenzo, Huracán, Velez, y si… también Independiente.

Los 4 climas, y la ilusión de que “tiras una semilla y crece”.

Argentina es un crisol de razas donde los hijos y nietos de los inmigrantes que dejaron su esfuerzo por nuestro país, hoy discriminan a “bolitas, paraguas, perucas” y el prejuicio eterno contra nuestros “cabecitas negras”.

Argentina es el país que quiso diferenciarse de Latinoamérica. El país que se tuvo que comer su soberbia arrogante de un golpe. Recién ahora que reconocemos nuestros pesares miramos a nuestros costados para ver quien nos ayuda.

Argentina es Malvinas y los pibes que murieron con valentía mientras que los cobardes que los enviaron, que habían demostrado su coraje secuestrando monjas, se entregaron sin disparar una bala.

Es donde a la búsqueda de justicia, le llaman “volver al pasado”. Argentina son las madres y abuelas de plaza de mayo. Es Azuzena Villaflor.

Argentina es mucho más que Buenos Aires.

Es el país donde quienes viven quieren irse, y los que se fueron extrañan de por vida.

Argentina es un crear y destruir mitos, figuras y esperanzas.

Es conocer la historia de estrellas de Hollywood y no conocer los pensamientos de Mariano Moreno, de San Martín, Belgrano o Arturo Jauretche. Es una sociedad de medio pelo.

Es la escarapela, la bandera, el locro, las empanadas, los pastelitos.

Argentina son mis amigos, un extraño que te ayuda en la calle, la familia.

Es mi abuelo, que me enseñó la dignidad de la vida y como vivir con dignidad.

Argentina son los negociados, la corrupción, la desidia y el “salvese quien pueda”.

Es el “cuanto te puedo cobrar”…

Argentina es sangre, amor, dolor, pasión, esperanza, fuerza, y tesón.

Es el tango y la chacarera. Nuestros ríos, y nuestros bosques cada día mas arrasados. Es nuestro mar y nuestros Andes. Nuestros Glaciares.

Nuestros muertos. Y la utopía de que todo puede cambiar.

Argentina es mucho más, pero me gustaría cerrar con la frase que le escuché ayer a Charly García: “Es la casa del alma”.

Saludos,

Hernán Pablo Nadal (Tao)



“Tenemos que estar junto al pueblo” de Pagina 12 por Por Washington Uranga

 

ASESINATO DEL CURA CARLOS MUGICA

“(José) López Rega me va a matar”, le había anticipado el cura villero Carlos Mugica a su gente. Y no se equivocó. Una ráfaga de ametralladora terminó con su vida el 11 de mayo de 1974. El jefe de la Triple A había ordenado acabar con ese sacerdote tercermundista que concientizaba en las villas.

Carlos Mugica

Ahora tenemos que estar más que nunca junto al pueblo”, le dijo Carlos Mugica a una enfermera del Hospital Salaberry de Buenos Aires, poco antes de morir, la noche del sábado 11 de mayo de 1974. Minutos antes, en la puerta de la parroquia de San Francisco Solano, en Flores, el cura villero, el mismo que se había convertido en un obstinado defensor de los derechos de los pobres y en emblemática figura del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), había recibido cinco impactos de la ráfaga de ametralladora de la Triple A. El propio cura había adelantado su suerte días antes en una reunión con vecinos de la villa de Retiro (la misma que hoy lleva su nombre), donde eligió vivir. “(José) López Rega me va a matar”, dijo refiriéndose al siniestro jefe de la organización terrorista.

Mugica era un “cura villero” que, a pesar de su origen en una familia tradicional y acaudalada de Buenos Aires, hizo una radical opción por el servicio a los pobres, fundó una capilla en medio de la villa Comunicaciones de Retiro, se comprometió socialmente a través del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, y políticamente optó decididamente por el peronismo, considerando que las mejores opciones en favor de los pobres y excluidos se daban en el marco de ese movimiento político. Junto a otro cura, Jorge Vernazza, Mugica fue una de las personalidades que ocupó un asiento en el avión que trajo de regreso al país a Juan Perón el 17 de noviembre de 1972, después de su prolongado exilio. Junto al también asesinado obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, Mugica es reconocido por amplios sectores de la Iglesia Católica y también del cristianismo como una de las figuras más simbólicas del compromiso cristiano con los pobres y excluidos y como “mártir” de la justicia.

El asesinato de Mugica se produjo en un momento de gran agitación política y confusión institucional en el país. Mugica había sido asesor del Ministerio de Bienestar Social cuyo titular era el propio López Rega (1973), pero renunció por discrepancias con el ministro. El 7 de diciembre de 1973, al celebrar una misa en memoria de dirigentes montoneros muertos, el sacerdote expresó su discrepancia con la estrategia establecida por la dirigencia guerrillera: “Como dice la Biblia, hay que dejar las armas para empuñar los arados”. Producido el asesinato en la puerta de la iglesia de la que era párroco su gran amigo, el también tercermundista Jorge Vernazza, todos los sectores trataron de deslindar responsabilidades en su muerte. El entierro fue una gran manifestación popular, donde predominó la presencia de los villeros, aquellos a quienes había acompañado durante toda su vida.

Carlos Mugica había nacido en Buenos Aires el 7 de octubre de 1930 y su padre, Adolfo, fue diputado por el conservadurismo (1938-42) y ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Arturo Frondizi (1961). Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires e inició la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires. En 1952, después de viajar a Roma, decidió ingresar al seminario. Según cuenta el sacerdote Eduardo de la Serna, actual coordinador del grupo de sacerdotes comprometidos con la opción por los pobres, durante el paso de Mugica por la Facultad de Derecho “fue notable su enfrentamiento con el entonces titular de Derecho Agrario, José Alfredo Martínez de Hoz”, quien luego fuera ministro de Economía de la dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla (1976).

Ordenado sacerdote en 1959, profundizó su compromiso social e hizo cada vez más ostensible su compromiso con el peronismo, llegando a visitar al propio Juan Domingo Perón en su exilio en Madrid. Su vinculación como asesor de la Juventud Estudiantil Católica (JEC) le dio también una estrecha vinculación con muchos de los que luego se constituyeron en dirigentes de Montoneros, con los que siguió manteniendo relación personaly política, pero también muchas discrepancias en torno de la metodología y el modo de actuación. En el marco de la Iglesia, sus constantes pronunciamientos sociales, sus relaciones con otros movimientos sacerdotales y políticos de América latina también le trajeron aparejados problemas con las autoridades eclesiásticas: primero con el cardenal Antonio Caggiano y luego con quien lo sucedió, el arzobispo Juan Carlos Aramburu. Según testimonios de otros sacerdotes, este último llegó a proponerle a Mugica que abandonara su condición sacerdotal, algo a lo que siempre se opuso. Acompañando el tiempo político y preocupado por los temas sociales, Mugica fue uno de los que alentó el diálogo y la colaboración entre cristianos y marxistas y a finales de la década de los sesenta llegó a viajar secretamente a Cuba para interiorizarse sobre el modelo socialista liderado por Fidel Castro.

En junio de 1972, en una entrevista concedida a la revista Siete días, el cura Mugica definió su compromiso con el pueblo diciendo que “debo actuar desde el pueblo y con el pueblo, vivir el compromiso a fondo, conocer las tristezas, las inquietudes, las alegrías de mi gente a fondo, sentirlas en carne propia”, justificando de esta manera su directa inserción en la villa de Retiro. En el mismo reportaje y ante la pregunta de si un cristiano tiene derecho a matar Mugica contestó “no lo sé. Lo que sí está claro es que tiene la obligación de morir por sus hermanos. (…) De repente nos escandalizamos porque alguien puso una bomba en la casa de un oligarca, pero no nos escandalizamos de que todos los días en las villas miseria o en el interior del país mueren niños famélicos porque sus padres ganan sueldos de archimiseria. La idea fundamental me parece ésta: el cristiano tiene que dar la vida por sus hermanos de una manera eficaz”, subrayó.

Treinta años después de su asesinato, el cura Carlos Mugica sigue siendo un símbolo de compromiso cristiano con los pobres. Así lo testimonian muchos dirigentes sociales y políticos que lo conocieron y gran cantidad de comunidades eclesiales que lo siguen invocando como referente